Hace tiempo nos olvidamos de hacer tratamientos para plagas en maíz. Ocurrió porque irrumpieron los materiales genéticamente modificados con tolerancia o resistencia a determinados insectos perjudiciales. Primero con el barrenador de la caña y la aparición de los eventos MG (Cry1ab y otros). Luego los que toleraban el ataque de la oruga cogollerao militar ( Cry1F y otros). Todas estas tecnologías fueron rápidamente adoptadas por el productor, aunque no en la totalidad de sus especificaciones técnicas.
Cuando en 1998 aparecieron los maíces resistentes al barrenador de la caña (Diatraeasaccharalis), significó un gran alivio para los productores de maíz. Se despreocuparon de la plaga. Basta de estar pendiente de las alarmas del INTA Pergamino y hacer uno o dos tratamientos cuando venía “fuerte”. La planta se las arreglaba sola y no había daños. Incluso para cogollera eran “buenas” estas plantas, ya que las atacaba mucho menos que a las no modificadas genéticamente, con genes de tolerancia a estos insectos. Pero en muchas zonas y dependiendo el año, el cogollero (Spodoptera frugiperda) afectaba a los maíces, que debían ser tratados. En 2005 llegan los Hx (resistentes al cogollero además del barrenador). Se acabaron los tratamientos para plagas en maíz, salvo las cortadoras en algunas regiones.
Estas tecnologías de plantas modificadas poseen genes que expresan ciertas toxinas, solo prejudiciales a los insectos referidos. Pero una parte muy importante de la tecnología no fue tenida en cuenta, o no quisieron tenerla en cuenta, o era más fácil no tenerla en cuenta: la de refugios apareados.
Por qué las plantas de maíz que hace 5 o 6 años eran prácticamente inmunes al ataque de la oruga cogollera, hoy son su pan de cada día ?. Cuando una población de insectos es expuesta permanentemente, durante varios años, a un mismo factor de control ( llámese insecticida o plantas modificadas con genes que expresan una toxina ), hay individuos que pueden adaptarse en su misión terrenal de perpetuar la especie. Es decir, aparición de algunos individuos que paulatinamente generan mecanismos que toleran y resisten estas tecnologías y lo transmiten a su descendencia. Cuando estos individuos son muchos se dice que quebraron la resistencia.
Para quienes no están en el tema y no entienden bien de que se trata, hay una manera “más criolla” de explicarlo. La oruga cogollera es un insecto que proviene de huevos puestos por polillas que, como la mayoría de los organismos superiores, se han apareado previamente con otras polillas de su especie. De los huevos (600 a 1000 por hembra) nacen pequeñas larvas que se alimentan del maíz, causándole perjuicios que terminan afectando negativamente al rendimiento. Llegadas a un tamaño de 3 a 4 centímetros luego de alimentarse, se meten en el suelo donde empupan (hacen una crisálida), de la cual emergen las nuevas polillas que recomienzan el ciclo.
Pero esta parte de la tecnología falló. Casi no se adoptaron los refugios. Casi todas las plantas de maíz eran genéticamente modificadas. No hubo generación de BLANCAS. Causas ?... muchas, y responsabilidades compartidas entre los productores, los semilleros y el Estado. Que los semilleros no proveen el mismo híbrido para refugio, que es mucho lio sembrar dos semillas distintas en el mismo lote porque tienen distinto calibre, que no se supervisó la efección de los refugios por entes gubernamentales, que no hacen falta los refugios porque estas plantas son “de plástico” y el cogollero no les hace nada….
La campaña agrícola pasada tuvo características climáticas que favorecieron la superabundancia de polillas de cogollero. Hace mucho que no se veía una población tan grande. Y en una población muy grande, el % de individuos NEGROS es mucho mayor y la posibilidad de que se crucen entre ellos también es mucho mayor. Sin refugios y con muchas NEGRAS …. Los maíces son ahora susceptibles al ataque de la oruga cogollera.
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