Fertilizar la alfalfa es un gran negocio

Se evaluó el impacto de la fertilización balanceada en alfalfas para corte en el marco de un encuentro realizado en la cabaña Del Valle, a unos 3 kilómetros al norte de la ciudad de Oliva, en el centro de la provincia de Córdoba. Fue promovido por el Inta Villa María y la empresa Héctor A. Bertone.

Recorrida por lotes de alfalfa en la cabaña Del Valle durante la jornada     GANADERIA - BOVINOS   Una correcta conservación evita pérdidas de hasta el 40%     China verificó centros de inseminación artificial y transferencia embrionaria     Santa Fe: está en marcha la primera campaña de vacunación contra la fiebre aftosa de 2013
	José Maritano, miembro de la familia propietaria del establecimiento, dialogó con TodoAgro: “Esta explotación tambera está asentada sobre 200 hectáreas de campo, y tiene 320 en total, las demás se usan para cosecha. Nuestro planteamiento desde hace 4 o 5 años que todos los animales se encuentran encerrados en ensenadas y la producción promedio es 31,7 litros por vaca”. Agregó que “en nuestro planteamiento la alfalfa es prácticamente insustituible, y todo lo que tenemos la conservamos mediante rollos o silos”. La calidad en Cabaña Del valle es innegociable y abona este concepto una gran cantidad de premios recogidos por los rollos que logran. “La fórmula, que la tengo aprendida de lo que me dijeron alguna vez, tiene que ver con que las cosas bien, se hacen una sola vez, y lo que se hace mal, tenés que hacerlo dos veces como mínimo. Y cuando comencé a trabajar aquí me enseñaron que hay una sola forma de hacer la alfalfa. Por eso más allá del clima, tratamos de cortar la alfalfa a tiempo, y hacer el corte y el rollo en el momento justo”, apunta Maritano. “Nuestro ingeniero agrónomo siempre nos planteó la necesidad que los lotes que fueran destinados a alfalfa fueras los mejores, porque eso va a incidir en la producción de todo el año. Por eso se hacen los análisis y correcciones de los suelos, y rotamos los lotes adecuadamente”. Maritano se mostró sorprendido por el impacto de la fertilización balanceada en su propio campo, lo que implica un fortísimo crecimiento de la producción de alfalfa. A su turno, el ingeniero Alfredo Pazzaglia, técnico de la empresa Compo, indicó que si bien la fertilización de la alfalfa no es algo de uso muy extendido entre los productores ganaderos, “hoy usar esta tecnología en alfalfa tiene el mismo impacto que en los cultivos agrícolas”. En el ensayo en Oliva, se paquetes tecnológicos como fertilizaciones con fósforo, magnesio, boro, y otros microelementos, también se probaron inoculantes y la tecnología de fertilización foliar, que aportó su empresa. A juicio de Pazzaglia, y hablando de números, “fertilizar siempre cierra bien, a partir del análisis del suelo y sabiendo qué es  lo que hay que poner y que no, para evitar desbalancear el suelo. Entonces siempre balanceando bien nuestro suelo y aplicando otras tecnologías como fertilizante foliares el resultado supera ampliamente a los testigos. En Del Valle además del testigo, había siete tratamientos para comparar: Parcela con inoculante, Inoculante + Yeso (400 kg/ha), Inoculante + Yeso c/Boro (200 gr/ha), Inoculante + Calcita o Carbonato de Calcio (1.300 kg/ha); Inoculante + Calcita o Carbonato de Calcio (1.300 kg/ha) + Yeso; Inoculante + Calcita o Carbonato de Calcio (1.300 kg/ha) + Yeso c/Boro e Inoculante + Calcita o Carbonato de Calcio (1.300 kg/ha) + Yeso; Inoculante + Calcita o Carbonato de Calcio (1.300 kg/ha) + Yeso c/Boro + Fertilización Foliar. El ingeniero Leandro Villareal y el técnico agrónomo Esteban Martínez, del Inta Villa María fueron los presentadores de las parcelas Palabra de expertosEn la jornada estuvo presente, el ingeniero Roberto Rossanigo, Gerente de Forage Genetics Argentina. Fue la voz cantante de lo que significa el avance genético en alfalfa, y la importancia que demuestran año tras año los materiales de la compañía WL. “En este lote, se pudieron ver 45 variedades de grupos  8 y 10, donde transcurridos 3 años se vieron claras diferencias a favor de las últimas variedades, denominadas premium, entre ellas las de WL, que hacen mucha diferencia frente a materiales antiguos y variedades públicas australianas”. En cuanto al aprovechamiento vía pastoreo dijo que “la mayoría de los productores lo tienen muy bajo control, y los descansos se respetan. Lo que sucede es que ciertos sistemas ganaderos, sobre todo el lechero, tiene un tipo de animal que demanda no sólo cantidad sino mucha calidad de forraje”. A su turno, el ingeniero Daniel Basigalup, referente en Alfalfa del Inta, dijo que “en comparación con otros años, notamos una menor área ahora. Nos manejábamos con una superficie de 4 millones de hectáreas, ahora habría un poco menos. Diría que este es un momento en que los productores deberían buscar variedades que tengan alto potencial de rendimiento que les permita obtener una buena producción para disminuir costos. Diría también que consulten aquellas redes que han desarrollado información sobre las variedades que se comportarían mejor en su área, que dure por lo menos 3 o 4 años, y justificar esa inversión importante”. Sugirió además no caer en el error de elegir la alfalfa por su precio.