miércoles, 20 de diciembre de 2017

¿Qué tiene que ver el boom de la exportación de carne a China con el cierre de tambos?


Ezequiel Tambornini, de Valor Soja, es uno de los periodistas más agudos en materia de política agropecuaria. Esta semana escribió un artículo sobre las exportaciones de carne que debería provocar un debate importante dentro y fuera del sector. Dice Ezequiel que el fuerte crecimiento de las exportaciones de cortes vacunos a China de los últimos […]
Ezequiel Tambornini, de Valor Soja, es uno de los periodistas más agudos en materia de política agropecuaria. Esta semana escribió un artículo sobre las exportaciones de carne que debería provocar un debate importante dentro y fuera del sector. Dice Ezequiel que el fuerte crecimiento de las exportaciones de cortes vacunos a China de los últimos meses podría estar sostenido en la liquidación de vacas lecheras.
Es decir, en otras palabras, que el supuesto despegue exportador de la industria frigorífica está sostenido en la desgracia de los tambos, y en especial los más pequeños.
“En los primeros diez meses de 2017 las exportaciones argentinas de carne bovina con destino a China fueron de 70.880 toneladas, una cifra 90% superior a la registrada en el mismo período de 2016. La mayor parte de los cortes enviados a la nación asiática proviene de vacas porque es la única categoría que puede soportar los bajos valores pagados por los importadores chinos, quienes emplean la carne que tienen a mano –lo mismo da– para preparar guisados (hot pot) que requieren muchas horas de cocción. Las ventas de cortes destinados a un consumo de tipo occidental son muy limitadas”, explica Valor Soja.
Y añade: “El precio promedio de los terneros comercializados en el remate realizado por Rosgan en el presente mes de diciembre fue de 41,85 $/kg (+14,5% que un año atrás), mientras que el valor medio de las terneras se ubicó en 41,88 $/kg (+19,6%). El último Índice de Precios Básicos del Productor (IPP) publicado por el Indec (noviembre 2017) muestra una evolución anual del 16,8%. Es decir: el valor del producto generado por las fábricas criadoras mantuvo su valor relativo, lo que indica que, si bien no se registra una fase de retención sostenida de vientres, tampoco se evidencia un período de liquidación de hembras”.
El análisis continúa: “En enero-noviembre de 2017 se faenaron 11,57 millones de cabezas de hacienda vacuna, lo que representó un crecimiento de 8,6% anual (Ciccra). Ese crecimiento se explicó en buena medida por una mayor faena de hembras, que en el período aumentó 13,1% respecto de los once primeros meses de 2016 (+570.400 cabezas), mientras que la faena de machos creció 5,5% anual (+344.500 cabezas)”.
Luego de hacer mención a todos estos indicadores, Tambornini se pregunta: ¿De dónde salieron tantas hembras si las empresas de cría no están liquidado vientres de manera masiva?
“Fuentes de los principales frigoríficos exportadores indican que en el último año se evidenció un crecimiento sustancial de vacas Holando provenientes de cierre de tambos y de limpiezas de rodeos lecheros”, se contesta él mismo.
Tambornini lamenta que no existan estadísticas oficiales que permitan realizar un seguimiento del proceso (como sí ocurre en el caso de Uruguay con datos oficiales del Instituto Nacional de Carnes). Solo trae al recuerdo los últimos datos oficiales argentinos sobre cantidad de tambos, recopilados por la Subsecretaría de Lechería, que para mayo de 2017 mostraban que en el último años habían desparecido más de 340 tambos. “Esa estadística luego fue descontinuada”, afirma.

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