miércoles, 1 de mayo de 2013


Pollo Campero INTA

Pollo Campero.
La cría de pollos camperos y la producción de huevos camperos puede ser una alternativa para satisfacer las necesidades de aquellos pequeños productores que están en la búsqueda de nuevas oportunidades, las cuales requieran de poco capital y tengan una amplia vía de comercialización.



Sobre todo si pensamos en función del consumidor actual que exige, cada día más, productos naturales que ayuden a mejorar su calidad de vida.
Con este fin proponemos aves criadas en granjas en semicautiverio y alimentadas en forma natural, o sea sin el agregado de productos que aceleran los procesos naturales disminuyendo su calidad.
El pollo campero es un ave de crecimiento lento, carne firme, piel con pigmentación amarilla, menor tenor graso, sabor definido, características exigidas por aquellos consumidores que privilegian lo natural.
Características diferenciales

Medios masivos y educación del consumidor
Este nuevo tipo de pollo campero necesita de una genética diferente y en calidad del producto final son igualmente determinante la alimentación y las técnicas de crianza.
La genética del pollo campero se basa en el cruzamiento de líneas, de varias razas de postura y carne. Son de crecimiento más lento, con buena pechuga, pero con plumaje de colores variados, que la diferencia del pollo parrillero tradicional. Se manifiesta baja mortalidad. Pollos de calidad, que nuestros consumidores asocian con el viejo pollo de chacra. La buena alimentación y las técnicas de crianza componen el trípode donde se asienta este nuevo producto.
La dupla de maíz y soja proveen suficiente energía y proteínas y son la base de la alimentación balanceada. Se complementa con el aporte de fósforo y calcio proveniente de harinas de carne y hueso, más agregado de vitaminas y minerales. A partir de los 30 días los pollos tienen acceso a parques empastados. A partir del segundo mes se les suministra partido, en comederos separados, así el consumo de alimento balanceado se reduce en igual proporción.
La comercialización se basa en las ventajas de consumir carnes magras con mejor textura y palatabilidad.
Nuevas alternativas

El pequeño productor o emprendedor tiene una interesante posibilidad en una nueva modalidad en la cría de aves, basada en nuevas genéticas desarrolladas por organismos privados o nacionales tales como el INTA y en técnicas de manejo y alimentación distintas a las tradicionales. Una alternativa artesanal que requiere poco capital y un alto grado de asociativismo. Se trata del pollo campero argentino, con una demanda clara en la sociedad actual, que comienza a preocuparse por el sabor y la calidad natural de los alimentos que consume y por otro hecho que cobra cada vez más vigencia en el mundo: la forma de criar aves en estrecho confinamiento, que para ciertos sectores de la población entrañan actos de crueldad.
La producción campera de carne aviar con gusto a pollo, el huevo de yema anaranjada, alimentado con cereales y oleaginosas de muy baja a nula contaminación, sin el empleo de antibióticos como de promotores de crecimiento, podría ser un punto de partida para producir alimentos que un sector creciente de la sociedad demanda.
Por qué no empezar ahora, a imaginarnos esta posibilidad.
Alojamiento y manejo

Solo se pueden criar en un mismo galpón pollos camperos, quedando excluidas las gallinas, pavos o patos.
Los galpones no deben exceder los 500 m2 de superficie cubierta. El tipo y calidad de construcción de un galpón, depende de las condiciones climáticas del lugar, de la finalidad de la producción y de los medios económicos con que se cuente.
El galpón debe ser construida en lugares secos, terrenos bien drenados, y preferiblemente en sitios donde el sol penetre varias horas durante el día y esté protegido de fuertes corrientes de viento.
Para el buen funcionamiento de la granja es necesario que los galpones tengan amplios aleros, especialmente en zonas húmedas; buena ventilación, acondicionamiento para los bebederos, comederos, nidos, luz eléctrica, fuente permanente de agua potable y una buena cubierta de piso.
La construcción ideal de un galpón debe tener un zócalo o pared de bloques de concreto con un mínimo de 60 a 80 cm de altura, sobre el cual se coloca los horcones de madera o "perlings" de 1,20 m; para una altura total de 1,80 m, desde el piso hasta la solera. El espacio abierto de la pared se forra con malla metálica (tipo ciclón o soldada), con huecos de unos 2,5 cm.
El piso de tierra se puede apelmazar y ser utilizado en esta forma, aunque por razones sanitarias es preferible chorrear una capa con concreto, de un espesor (5 a 6 cm) que no se quiebre con facilidad y dure muchos años, y que además permita efectuar una buena lavada. El material más recomendable para la cubierta del techo es el zinc corrugado, por su mayor durabilidad y facilidad de colocación; no obstante se puede usar cualquier otro producto como tejas de barro, fibrocemento, etc.
El tipo de galpón se debe ajustar a la actividad (crianza/desarrollo o crianza/producción de huevos) y al número de animales que se desea tener. Cuando el galpón tiene más de seis metros de ancho, se recomienda el techo de dos aguas, para que no sea muy alto y porque le brinda mayor protección al impedir la entrada de lluvia y viento.
Las dimensiones del galpón dependen básicamente del número de animales que se desee tener, de la topografía del terreno y de los materiales disponibles. Si no se tienen los conocimientos básicos de construcción, es mejor consultar con algún técnico o constructor, quien le pueda dibujar el plano del galpón y hacer el presupuesto respectivo. Lo lógico en todo caso, es que no haya desperdicio de materiales, como cortar lo menos posible la madera, perlings o las láminas de zinc. Hay que tratar de utilizar la mayoría de los materiales en las mismas dimensiones en que se comercializan. En zonas de clima caliente se deben alojar unas cinco gallinas por metro cuadrado, mientras que en clima frío se puede tener una densidad de seis o siete aves por metro cuadrado.
Sistemas de apertura y cierre de cortinas

En el dibujo 1 pueden observarse los detalles de un sistema rápido de abertura o cierre de cortinas. Este sistema consta de un cable de acero de 4 mm sostenido en cada extremo del galpón por una roldana de fundición de 4 pulgadas.
En uno de los extremos del cable se coloca un contrapeso y en el otro una manivela (un simple rodillo con manija o bien con un sistema de multiplicación de fuerza mediante engranajes). Cada 1,80 m debe colocarse una roldanita o un gancho de hierro de 6 mm recubierto en la parte curva con una manguera plástica por donde pasan las cuerdas de poliéster que unen la cortina al cable de acero. A través del doblez que la cortina debe poseer en la parte superior se pasa un hierro de 8 mm o caño fino sobre el cual se atan las mencionadas cuerdas cuando la cortina está totalmente baja.
De este modo, al accionar la manivela, en pocos segundos puede cerrarse o abrirse todo el lateral de un galpón. Para sujetar la cortina y evitar que se rompa cuando hay viento conviene colocar tiras de contención cada 1,80 metros, ya sea en posición vertical o en forma de X.
1-Crique - 2-Roldana - 3-Madera - 4-Roldanita - 5-Cable de acero - 6-Rienda - 7-Cuerda de poliester - 8-Contrapeso - 9-Cortina de arpillera plástica - 10-Varilla longitudinal de hierro de 8 mm. de diámetro.
Importante: Los primeros siete días de los "bebés" son muy importantes. Nunca se deberán tener pollitos de distintas edades en un mismo gallinero, así se disminuirán los riesgos de enfermedades y se evitarán dificultades en el cumplimiento de las normas de manejo y sanidad. Al llegar los pollitos al criadero es necesario mucha atención para que estén cómodos, sin peligro de sobre calentamiento o enfriamiento. Por esta razón utilizamos el corral de cría.
Armado del corral

El armado del corral de cría deberá realizarse por lo menos 24 horas antes del arribo de los "bebés".
En la figura Corral de cría de pollitos se puede observar la adecuada distribución de los, diferentes accesorios que requiere la cría.
Manejo del corral

Control de la temperatura: En la cría natural la fuente de calor para los pollitos proviene del cuerpo de una gallina clueca; en la cría artificial es el hombre quien tiene que suministrar ese calor. Por ello, debemos en este punto resaltar que el avicultor es la clave del éxito.
Deberá estar atento al funcionamiento de las criadoras y a los cambios atmosféricos para que éstos no perturben el desarrollo inicial de sus pollitos. El manejo de las criadores es fundamental, pues es en este período cuando los pollitos necesitan más calor, el enfriamiento es causa frecuente de trastornos en la cría artificial. Se deben tomar todas las precauciones para que durante la primera semana la temperatura en el borde de la campana sea de 36º C
Los pollitos deben alojarse debajo de las campanas inmediatamente después de su arribo. En caso de estrés, elevar la temperatura a 38' C, ya que el pollito nace con 1,5'C menos que el adulto, y esa hipotermia la mantiene durante los primeros 10 días. Al cabo de la primera semana, la temperatura en el borde de la campana se disminuirá a 28- 30'C, y se agrandará el diámetro del cerco. Este se retirará al final de la segunda semana. En este momento, y para evitar que al oscurecer se amontonen los pollitos en los rincones, es necesario colocar en ellos parte del cerco formando ochayas. En lo posible la temperatura ambiental debe oscilar entre 15 y 20'C, manteniéndose ésta en las etapas posteriores. Luego de los primeros días hay que seguir con más atención la actitud de los pollitos que la información del termómetro.
Distribución de los pollitos

En la figura «Distribución de los pollitos» mostrarnos su distribución correcta cuando la temperatura es la adecuada (círculo de la izquierda), y en los tres restantes la correspondiente a calor excesivo, temperatura baja o corrientes de aire. El mejor termostato de un establecimiento avícola estará dado por el propio comportamiento de las aves. Si los pollitos pasan frío, además de la probabilidad de que sufran trastornos digestivos, empaste de la cloaca, o respiratorios, consumen más alimento para satisfacer las necesidades de calorías. La fuente de calor debe retirarse cuando los pollitos estén bien emplumados, alrededor de la sexta semana en invierno y quinta semana en verano.
También el calor excesivo es contraproducente; para contrarrestarlo, en verano es aconsejable aumentar la ventilación y blanquear los techos. Es muy importante que no falte en ningún momento el agua de bebida, ya que constituye el 70 por ciento de la composición del animal, si falta pueden sufrir deshidratación. Una pérdida de agua del 10 por ciento ocasiona trastornos severos y de un 20 por ciento la muerte. Al cumplir las aves dos semanas de vida, se desarma el corral y se reemplazan los comederos y bebederos pequeños por los que se utilizarán hasta el final del cielo productivo.
La cría es a galpón hasta un máximo de 35 días y con una densidad de 8 pollos por m2, .La recría es a partir del día 36 que es cuando las aves deben tener acceso a parques empastados en donde se ubicarán el 20% de los comederos y bebederos.
Sanidad

Se recomienda poner especial cuidado en la prevención de las enfermedades, aplicando un plan mínimo de vacunación y desparasitación, cerciorándose que los bebes hayan sido vacunados contra la enfermedad de Marek en la planta de incubación, ya que esta vacuna se debe aplicar el primer día de vida de los bebés.
Deberá aplicar posteriormente las vacunas para prevenir Enfermedad de New Castle, Bronquitis infecciosa, Enfermedad de Gumboro, Diftero viruela aviar.
Para mantener sanas sus aves, no olvide:

- Observar diariamente las aves para detectar aquellas que pueden presentar síntomas de enfermedad.
- Mantener limpio el criadero para reducir el riesgo de enfermedades y parásitos.
- Eliminar las ratas; ellas pueden diseminar enfermedades, además de consumir el alimento de los pollos.
- No dejar que entren personas extrañas al criadero.
- Colocar un pediluvio en la entrada del galpón con algún tipo de desinfectante.
- Suministrar agua y alimento limpios.
- Evitar corrientes de aire, humedad y exceso de frío o de calor.
-Lavar bebederos y comederos periódicamente.
- Separar las aves enfermas de las sanas.

Alimentación

La base es el maíz y la soja, que proporcionan la energía y la proteína necesaria para asegurar un crecimiento equilibrado y que están libres de sustancias que puedan producir gustos extraños a la carne. la dieta se complementa con el aporte de calcio y fósforo proveniente de la harina de hueso o en su defecto de la harina de carne, más el agregado de vitaminas y minerales.
Es recomendable el uso de alimentos balanceados cuyos tenores de proteína no excedan el 20%. A modo de ejemplo les presentamos formulas balanceadas elaboradas por el INTA. La administración de debe seguir algunas indicaciones que se mencionan a continuación:
- El tipo de alimento iniciador debe darse entre la 1 y la 5º semana de edad de aves para engorde.
- El tipo de alimento crecimiento debe darse entre la 6 y la 9 semana de edad de aves para engorde.
- El tipo de alimento recría debe darse desde la semana 10 de edad hasta la faena.


Proteína: 18.50%
Calcio: 0.96%
Fosforo disponible: 0.44%
Energía Metabolizable: 2800 Kcal
Metionina + Cistina: 0.72%
Lisina: 0.94%


Proteína: 17.50%
Calcio: 0.77%
Fosforo disponible: 0.38%
Energía Metabolizable: 2800 Kcal
Metionina + Cistina: 0.67%
Lisina: 0.81%


Proteína: 16.00%
Calcio: 0.85%
Fosforo disponible: 0.38%
Energía Metabolizable: 2800 Kcal
Metionina + Cistina: 0.60%
Lisina: 0.75%
Faena
Debe efectuarse entre los 75 y 85 días, con un peso que puede variar entre los dos a tres kilos, según las razas que den origen al pollito BB. Se deben comercializar únicamente frescos, como máximo hasta 7 días después del sacrificio.
Comercialización

Por su mayor costo de producción el precio de venta se duplica con respecto al pollo parrillero común.
Tratamiento de huevos
Sin duda son muchos los pequeños y medianos avicultores que producen sus propios huevos fértiles para incubar; independientemente de la especie que se trate (gallinas, pavos, faisanes, codornices, patos perdices, etc.) es común que parte de ellos no logren los resultados de incubación deseados.
Esta falla se puede deber a una cantidad de factores que abarcan desde el estado nutricional de los planteles hasta la utilización de antiguas incubadoras a gas o querosén a las cuales no les podemos exigir demasiados resultados. Dentro de estos factores se destaca uno muy importante, el manejo o cuidado del huevo fértil, que a la hora de medir los resultados obtenidos cobra vital importancia por su influencia directa sobre los mismos.
Partiendo de la premisa de que el huevo fértil es un organismo vivo, extremadamente delicado y que necesita muchos dados, veremos en esta nota una serie de medidas de manejo, fáciles de aplicar en cualquier tipo de granja, que permitirán mejorar considerablemente los rindes de la incubación y la salud delos futuros pichones BB.
Cáscara

Es la primera defensa con que cuenta el futuro embrión. La misma tiene una gran cantidad de poros utilizados para la respiración y eliminación de gases, pero que, a su vez, pueden transformarse en la puerta de entrada de numerosos microorganismos (por ejemplo, bacterias).
Un huevo tarda solamente veinte minutos en contaminarse, aún con una cáscara fuerte. De aquí se desprende la necesidad de una limpieza rigurosa en los nidales y descartar aquellos huevos muy sucios para incubar.
Nidales

Por más pequeña que sea la granja, se debe contar con nidos de algún tipo y evitar la postura en el piso ya que aumenta mucho el porcentaje de huevos sucios y rotos. Es recomendable utilizar los nidos de metal galvanizado ya que se pueden desinfectar periódicamente. Descartar las típicas latas de 20 litros y los nidos de madera por su falta de higiene.
Los nidos deben estar elevados del suelo a 50 cm promedio para las gallinas y contar con sus respectivas perchas, que también se usan para cerrar los mismos de noche y evitar que las aves duerman en ellos, contaminándolos con materia fecal. Como regla general, se usan cuatro nidos por hembra y en su ubicación se debe evitar las zonas muy oscuras, húmedas o calientes del galpón.
Para impedir la postura en el piso se deben dejar los primeros huevos en los nidos y/o recoger los del piso y colocarlos también en ellos, proceso que se realizará hasta que las aves aprendan a poner los huevos en los nidos.
También se puede desanimar la postura en el piso recogiendo los huevos lo más pronto posible. Si hay algún rincón del galpón que las aves utilizan para poner huevos en el piso, se deberá anular rápidamente (sacar la cama, dar luz al rincón, hacerlo más incómodo).
Para evitar que se contamine la cama de los nidos, se debe agregar cama fresca todas las semanas y reemplazarla totalmente una vez por mes. Por último, desinfectar una vez por mes cada nido con 20 gramos de paraformaldehído.
Recolección

Una correcta recolección puede mejorar los rindes en un 10%. Se debe recoger los huevos, por los menos, cinco veces al día, tres a la mañana y dos a la tarde, ya que el 70% de las aves pone por la mañana.
Como referencia, si está usando luces en su galpón, las aves comenzarán a poner entre 1 y 2 horas después de haberse encendido las mismas.
Recoja solamente tres huevos de gallina o su equivalente, por mano y por vez: son muchos los huevos que se rompen en esta maniobra. Lo ideal es utilizar bandejas plásticas limpias y desinfectadas para colocar los huevos recogidos; evite las canastas y los baldes que sólo logran aumentar los huevos rotos. Descarte las bandejas usadas de cartón debido al alto riesgo de contaminación.
Use bandejas distintas para los huevos sucios, de descarte o puestos en el piso jamás los mezcle con los huevos sanos y limpios. Los huevos del piso recójalos al final y lávese las manos después de haberlos manipulado.
En las bandejas hay que colocar los huevos con el extremo más grande para arriba (cámara de aire) para evitar las muertes del embrión por asfixia y mala posición. La colocación de los huevos al revés (con la punta aguda hacia arriba) disminuye la incubabilidad en un 25%.
Higiene y transporte

Recién recolectados los huevos, desinfectarlos. Para ello hay muchos productos en el mercado, pero los que contienen formalina dan mejores resultados.
Los huevos muy sucios o muy contaminados con heces es mejor descartarlos y no lavarlos; se pueden contaminar aun mucho más con el lavado.
Controle muy bien los huevos rajados o rotos antes de cargarlos en la incubadora, porque a veces tienen pequeñas rajaduras que no se ven a simple vista y pueden explotar durante la incubación por penetración bacteriana, con la consiguiente contaminación del resto de los huevos.
El traslado de los huevos fértiles se debe realizar con mucho cuidado para no dañar el disco germinal. Además, evitar los cambios bruscos de temperatura.
Almacenamiento

Para detener el desarrollo del disco germinal, los huevos se deben mantener en estado fisiológico de cero antes de cargarlos en la incubadora. Este proceso se realiza en un cuarto preparado para tal fin. El cuarto para huevos o cuarto frío es aquel donde se los almacenan antes de pasarlos a la incubadora, previo clasificado (descarte de chicos, rotos, etc.)
Los primeros huevos en entrar al cuarto son los primeros en salir para su posterior incubación. El cuarto se debe limpiar, barrer y enjuagar todos los días. Desinfectarlo por lo menos una vez por semana cuando está vacío.
La temperatura y humedad de almacenaje es fundamental en el resultado de la incubación y varía según la cantidad de días de almacenamiento. Es probable que muchos pequeños productores no cuenten con un cuarto con temperatura y humedad regulables, pero de todas maneras hay que tratar de respetar las siguientes condiciones de almacenamiento:
Entre 1 y 3 días: 18 a 20º C y 75% de humedad.
Entre 4 y 7 días: 13 a 15º C y 78% de humedad.
Entre 8 y 14 días: 10 a 12º C y 80/85% de humedad.
Mayor humedad aumenta el riesgo de contaminación con bacterias (Aspergillus y Pseodomonas). Los huevos se pueden conservar durante más días, pero para ello se deben cubrir con un plástico que evite la pérdida de humedad. Si se almacenan por menos de 8 días no es necesarios voltearlos, pero por mayor cantidad de días se pueden voltear 1 a 2 veces por días.Revista Super Campo, Año I, Nº 5.


El pollo y huevo campero. Ing. Agr. Manuel Bonino. Med. Vet. Zulma Canet.

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