viernes, 30 de agosto de 2013

Por la sequía murió el 30% de los animales en el Norte

Según los productores, la falta de agua y alimento para sus animales afecta cada día a su producción.
Los campesinos de los pueblos de Padre Lozano, Senda Hachada, Campichuelo, Misión Chaqueña, Hickmann, Fortín Dragones y un centenar de parajes denunciaron la mortandad de un 30 por ciento de sus animales bovinos, caprinos y porcinos, debido a la carencia de agua y alimentos.La situación se ha tornado desesperante en los últimos días ante la falta de
respuestas del municipio de Embarcación y del Gobierno de la Provincia para hacer frente a esta situación. El Tribuno, que visitó la zona, pudo corroborar la dramática situación, atribuida al bajo caudal de lluvias en la última temporada estival. Las represas y lagunas se han secado y los que más están sufriendo las consecuencias son los campesinos que no cuentan con pozos
para la extracción del líquido elementos.
Una comisión de vecinos integrada por Iván Ramos, Irene Martínez, Luis Ibarra, Adrián Ramos, Walter y Tomás Antolín, Doroteo Ordóñez, Mario Molina y Teresita Ramos, se reunieron en la casa de Alicia Torres, en Hickmann, donde plantearon la gravísima crisis por la que están pasando.
“Ante la falta de respuesta del intendente de Embarcación, Alfredo Llaya, viajamos a Salta para reclamar una ayuda, pero hasta ahora no obtuvimos ninguna respuesta”, expresaron. Los criollos manifestaron que “quienes la están pasando muy mal son los que no tienen un pozo para sacar agua y que son muchos”.
Dijeron que aún los pocos que pueden proveerse de agua también están afectados porque no cuentan con forraje para los animales. “El poco verde que en otros tiempos teníamos para esta época del año ha desaparecido y los pobres animales no tienen qué comer”, señalaron. La situación se complica más aún porque en el estado en que están los animales no los pueden vender para adquirir algún tipo de alimento. “Nosotros no tenemos sueldos ni planes, y vivimos de los pocos animales que criamos”, expresaron. Según los campesinos, uno de los paliativos era la fabricación de quesos y quesillos para la venta, pero por la sequía nada de esto se pudo hacer.
De igual manera se vieron impedidos de sembrar zapallos y ancos para alimentar a los cerdos. “Esta es una desgracia total, ya hemos golpeado todas las puertas habidas y por haber y nadie acude en nuestra ayuda”,
sentenciaron. El panorama en la zona es tan desolador que ni siquiera los cuervos vuelan en sus cielos, pese a la mortandad de animales. “Los pobres están cuero y hueso que ni siquiera despiden olor para atraer al bicherío”, graficó don Walter Antolín, quien reside en el puesto Campo El Cuervo. En tanto, Alicia Torres mostró el estado calamitoso en que se encuentran sus vaquitas que beben agua con barro. “Muchas mueren empantanadas porque no tienen fuerza para salir”, dijo.
Una decisión cara e inoportuna
JUAN CARLOS GIMENEZ MONGE,DOCTOR VETERINARIO
Como es de público conocimiento, la provincia de Salta se encuentra bajo emergencia agropecuaria.
Desde el punto de vista puramente pecuario (esto es referido a la ganadería en sus diversas acepciones), además del decreto de emergencia, se decidió ayudar a los productores en emergencia y que no cuentan con respaldo económico suficiente, con aportes de nutrientes bajo la forma de granos de maíz entero en bolsas de 50 kilos.
No hace falta ser un especialista en nutrición animal para saber que el grano puro de maíz está contraindicado para los rumiantes (en este caso para cualquier poligástrico como lo son los bovinos, ovinos y caprinos), toda vez que no están adaptados a ese tipo de dietas con granos. Por algo la naturaleza los dotó de tres preestómagos para almacenar grandes cantidades
diarias de ingesta a base principalmente de fibras, cosa que el animal obtiene de lo que recoge en el campo, en tanto y cuanto este campo ofrezca algo para ser colectado .
Sería muy difícil tratar de explicar la fisiología de los rumiantes cuando comen granos (maíz en este caso), sin el aporte de fibras que vienen de los pastos, para poder movilizar su rumen, pero lo cierto es que, de aplicarse una dieta solo basada en maíz, los resultados serán peores que si no se los diera.La lógica (y obviamente la nutrición aplicada) indica que la elección debiera
haber sido la provisión de fardos o rollos de residuos de cosechas (rastrojos), tales como poroto, soja, maíz o sorgo. Lo que si bien aportan poco material digerible, sí es suficiente para los rumiantes, por lo menos para mantenerse y no morir de hambre.
El paliativo arriba analizado es el que cualquier nutricionista (lo sabe también cualquier ganadero experimentado) habría propuesto.
Se aduce que el apuro de la emergencia no permitió ni hacer licitación para un mejor precio, ni tampoco elegir algo mejor que el maíz, por problemas de logística (distribución), pero el caso es que se conoce desde marzo el problema de la sequía que acosa a la provincia y que se agudiza cada vez más por lo prolongado del invierno y las bajísimas temperatura que se han
registrado, de modo que no cabe el argumento de la falta de tiempo.
Cuando se declara una emergencia es porque se han estudiado suficientemente las causales para declararla. Del mismo modo debiera suponerse que también se han estudiado las estrategias de compra y distribución, en tiempo y forma, como para no andar a las apuradas haciendo equilibrios sin ton ni son y sin posibilidades de hacer análisis de la marcha del
proceso remediador del problema, para tener resultados demostrables.
No hacer esto que es elemental, es resignarse a que el remedio es peor que la enfermedad y que, en todo caso, se habrán malgastado dineros públicos sin resultados comprobables.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.