martes, 28 de mayo de 2013

¿Y si probamos con soja?: En San Rafael ya lo hacen

 

Una de las empresas de granos y semillas más importantes del país arribó a San Rafael con el objetivo de realizar plantaciones de soja bajo riego, algo que hasta hace apenas unos años era impensado por estas tierras.

Según publica hoy Diario San Rafael, la soja, uno de los vegetales más rentables y de mayor producción en el país, ocupa miles de hectáreas, principalmente en la pampa húmeda, donde ha desplazado a la ganadería y ha ganado terreno ante otros cultivos .

Su precio internacional y su bajo costo de mantenimiento han hecho de la soja la “vedette" del cultivo. El terreno que ganó el vegetal en el territorio hizo que la región sur de Mendoza empiece a incurrir y crecer en la ganadería bovina, ya que los campos más fértiles eligieron la rentabilidad cerealera y oleaginosa por sobre los animales.

A pesar de que aún a algunos les genera sorpresa el ganado local, lo que más sorprende es que ya hay proyectos para la plantación de soja en terreno mendocino. Los sitios donde aparece la posibilidad de producir son Santa Rosa, Lavalle y San Rafael, siendo este último uno de los suelos más fértiles de la provincia, el “oro verde" parece haber encontrado espacio en una zona frutícola por excelencia.

En el departamento, la iniciativa viene de la mano de Nidera, una de las principales productoras de granos y semillas del país.

En materia de cultivo trabajan con sorgo, girasol, trigo, maíz y principalmente soja, y se autodenominan como los creadores de la "súper soja" a la que llegaron con manipulación genética.

La firma ya está en la primera etapa de experimentación en campos de Las Malvinas, donde antiguamente había viñedos. Si bien la intención era comenzar en 2013, no se pudo terminar con las pruebas en la tierra, y se especula que estará todo listo para fines de diciembre o principios de 2014.

Ya está todo presto para que el paisaje de Las Malvinas sea implantado con soja, y hasta estaría elegida la semilla, que sería la correspondiente al grupo “IV Corto", cuya fecha de plantación óptima es a fines de octubre o principios de noviembre. Según explican desde Nidera, las semillas de este grupo se utilizan "en los ambientes con más limitantes productivas".

Uno de los voceros de Nidera, Francisco De Marchi, confirmó el trabajo en la provincia y destacó: "Estamos buscando hacer algunas parcelas de ensayo en Mendoza. La idea es ver cómo se puede desarrollar para penetrar en el mercado e ir haciendo soja en la provincia".

"Con la experiencia vamos a poder analizar si el cultivo será relevante y ver si funciona como una opción de producción", agregó, aunque fue bastante optimista y destacó: "Considero que el cultivo se puede implantar y tener buenos resultados".

Vale destacar que Nidera ha llegado a la zona con la experiencia de la soja, pero también apunta a implantar maíz con granos de ciclo corto, en el marco de otra prueba piloto.

Es importante remarcar que en los 80´s se intentó producir maíz pero la iniciativa que no prosperó. En esta oportunidad la diferencia apunta a que el maíz sea “cultivo de rotación" y la comercialización apuntaría a feedlots para alimento de la ganadería o avicultura.



Los riesgos del monocultivo

La tentación por la rentabilidad que genera la soja puede ser un arma de doble filo en cualquier ciudad.

En muchos puntos del país la soja se ha convertido en un "monocultivo", desplazando otras plantaciones. Para plantar soja se necesitan como mínimo 20 o 30 hectáreas, lo que pone en riesgo a los pequeños productores y sus fincas.

La soja se adapta a diferentes tipos de climas y suelos, por lo que Mendoza se ha convertido en un potencial receptor del cultivo.

Sobre los daños que puede causar, años atrás el ex Director de Suelos del INTA Roberto Casas explicaba mediáticamente que "la principal amenaza es el uso en exceso del monocultivo" ya que "al principio la soja era un cultivo más de rotación (…) El sistema funcionaba bien porque se conservaban los rastrojos que debe haber permanentemente en el suelo".

"Cuando se empiezan a reemplazar las rotaciones por el monocultivo ahí entramos en problemas porque la soja es una leguminosa que tiene un rastrojo muy rico en nitrógeno, entonces se descompone rápidamente", explicó y destacó que "así el suelo pierde su protección y queda expuesto (…) La soja incorpora poca materia orgánica al suelo y con los años el balance de ésta en el terreno se torna negativo", lo que marca que con el tiempo el monocultivo de soja degrada la tierra, lo que es un peligro para el oasis del sur.

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