domingo, 26 de mayo de 2013

Cuatreros del siglo XXI: robo de hacienda en remates por TV

* FUERON DESCUBIERTOS POR UN ALERTA SANITARIA
* Compraron 665 terneros a plazo utilizando el nombre de un cliente muy cumplidor.
El negocio ganadero está convulsionado por un caso de película, que confirma que los viejos cuatreros no murieron sino evolucionaron. Usando una identidad falsa correspondiente a un productor de Azul, una organización delictiva intentó robar 665 terneros valuados en cerca de 2 millones de pesos. Los animales, rematados a través de la pantalla de Canal Rural, recorrieron más de mil kilómetros desde Salta hasta diversos campos de La Pampa y Buenos Aires. Pero un sencillo alerta sanitario permitió desbaratar toda la maniobra.

En la Rural de Salta, ayudada por las cámaras de TV, la consignataria José Llorente e Hijos subastaba 7.200 cabezas. Antes del remate, como es habitual, llamó a la intermediaria un hombre que dijo ser Raúl Omar Alvaro, un reconocido ganadero de Azul. El supuesto comprador mostró interés en 665 terneros, la mayoría de ellos de la compañía Cresud. Como no conocían al cliente, se pidieron referencias a otras dos casas consignatarias y a la Cámara del sector. “Me informaron que podía operar tranquilo, que era un cliente muy cumplidor, con campo propio, feed lot, frigorífico y muy buenas referencias bancarias”, informó Nicolás Llorente, que llevó adelante la transacción. El problema es que el tal Alvaro no era quien decía ser: el número de CUIT era verídico, pero proporcionó un correo electrónico y una dirección que luego resultarían ser falsos.

Los animales viajaron en siete camiones hacia Azul (ver facsímil del documento de tránsito obligatorio), pero nunca llegaron allí sino que fueron desviados a Olavarría.

Se descargaron en la Sociedad Rural local ante la nariz de la policía, que tiene destacamento en ese lugar. Desde allí, por tierra, la mayor parte de los terneros fue a parar al campo de Alejandro Rigada, con antecedentes en estafas. Pero 2 camiones con 210 animales siguieron viaje hasta “Estancia La Criolla”, de La Maruja, en La Pampa. Aquí las sospechas apuntarían, según fuentes policiales, al matarife José Alejandro Maidana. Al caso lo investiga la fiscalía 7, a cargo de Susana Alonso. Una casualidad permitió desbaratar la millonaria estafa: el Senasa de Metán recomendó bañar contra la garrapata esa hacienda criada en el norte. Un veterinario se comunicó con el supuesto comprador, pero Alvaro dijo que no había comprado nada. Así puso en aviso a los consignatarios, que rápidamente pidieron la intervención policial.

Si no hubiese existido ese llamado, y como los pagos habían sido estipulados a los 30 días de la operación, esta banda de cuatreros del Siglo XXI hubiera tenido tiempo suficiente como para revender los terneros (en rigor, algunas operaciones menores se llegaron a hacer en la zona de Olavarría). Y los animales hubieran desaparecido en la extensa llanura pampeana.

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