“La operativa viene muy flaca y complicada, especialmente por la carne que aún está en el puerto de Egipto”, dijo un trader brasileño. Otro bróker añadió que “todo el mundo reclama y pide descuentos” en negocios ya cerrados. Los frigoríficos brasileños van con la intención de cerrar ventas por delantero a Egipto con un piso de US$ 3.000 CIF y reciben contraofertas de US$ 2.700, indicaron.
Por su parte, un industrial paraguayo que estaba participando dijo que fueron a la feria básicamente a “estrechar vínculos” con clientes de otros destinos y no tanto a cerrar negocios con Medio Oriente, porque Brasil “está bastante más barato”.
En tanto, otro de los mercados como Irán también está complicado producto de la devaluación que sufrió su moneda. “Hay importadores que directamente no están pagando”, alertó un bróker.
Uno de los informantes indicó que como consecuencias de las “serias dificultades” que está registrando Brasil para colocar su delantero –continúa el embargo ruso-, hay varias plantas de menor porte que están analizando reducir su ritmo de faena actual. “El mercado interno está funcionando relativamente bien, en particular los cortes de la rueda. Ahora, con el comienzo de las clases, se reactivó un poco más, pero no alcanza, los frigoríficos están perdiendo plata”, resumió la fuente. Brasil consume aproximadamente el 80% de la carne que produce.
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