martes, 27 de febrero de 2018

"Alemania es nuestro socio exportador más importante"



Las relaciones bilaterales entre Alemania y Hungría siguen siendo muy cercanas. Debido a los grandes volúmenes de exportación de frutas y hortalizas que Alemania recibe cada año de esta república centroeuropea, esta cooperación da muy buenos resultados, como asegura Bálint Illés, miembro del Consulado de Agricultura de la Embajada de Hungría en Berlín. No en vano el Ministerio de Agricultura húngaro está realizando fuertes inversiones en medidas de marketing, como el Centro de Marketing Agrícola (AMC) de la pasada edición de Fruit Logistica.

Desde 2016, el AMC trabaja con la asociación húngara Fruitveb en un programa de marketing con el propósito de impulsar tanto el consumo nacional como la exportación de frutas y hortalizas. Las medidas de marketing deberían subrayar principalmente la alta calidad de los bienes de exportación húngaros. Y, como demuestran los números, están obteniendo buenos resultados. El 80% del total de las exportaciones de frutas y hortalizas se destina directamente a la Unión Europea y el 40% de esos productos se comercializan en el sector alemán. Los principales productos son los pimientos y las frutas de hueso, pero también el maíz dulce, las nueces y los guisantes de origen húngaro.

Laszlo Daroczi y Reca Szactem (del AMC), y Bálint Illés (consejero húngaro de Agricultura, Alimentación y Conservación de la Naturaleza).
Crecimiento continuo
El sector agrícola de Hungría presenta grandes variaciones, enfatizan Illés y su colega László Daróczi, director gerente del Centro de Marketing Agrícola. Dentro de las fronteras húngaras, existen diversas zonas climáticas y, por tanto, cada región tiene sus propia producción o sus propios productos principales. "En el norte de Hungría, por ejemplo, tienen mucho peso los albaricoques, mientras que en el este de Hungría predominan las manzanas", añade Daróczi.

En general, sin embargo, el mercado de exportación húngaro está creciendo a ritmo constante y ello tiene que ver en gran parte con las cercanas relaciones bilaterales que mantienen Hungría y Alemania, explica Illés. "La constante investigación de nuevas variedades está financiada en parte por el Estado alemán. Las gamas de producto deben evolucionar constantemente a causa del cambio climático. Por ejemplo, las grosellas negras no son tan importantes como antes, mientras que los melones amarillos cada vez se cultivan más".

Modificación genética
Sin embargo, los dos especialistas opinan también que todavía esperan muchos retos en el futuro cercano en el camino hacia la estabilidad y al rendimiento continuo. Además de la gran competencia en los vecinos de Europa del Este, como Polonia y los Balcanes, la tecnología –como soluciones digitales, medidas de gestión de riesgos y medidas de protección– cobra cada vez mayor importancia. "Ciertas zonas de cultivo todavía van rezagadas. Pero también es importante señalar que la modificación genética está prohibida por la Constitución desde 2011. Como resultado, no podemos cultivar ciertos productos".

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