En el inicio de la presentación de los juguetes solares, los desarrolladores lúdicos citan al cientista Albert Einstein “los juegos son la forma más elevada de investigación”. Partiendo de esta premisa, los ingenieros y arquitectos que forman parte del proyecto buscan disminuir la problemática ambiental provocada por el uso ineficiente energético y los materiales contaminantes, y en el aspecto más educativo, formar conocimiento y conciencia sobre el uso de energías renovables.

La iniciativa es llevada a cabo por la empresa Ser Verde dedicada a las Energías Renovables con base en Cafayate, en la provincia de Salta. La integran un equipo interdisciplinario de jóvenes profesionales que cuentan con una amplia experiencia internacional en la instalación de sistemas y en el desarrollo de proyectos de energías renovables como arquitectura sustentable.

En diálogo con Agrofy, Agustín Burg, encargado de procesos de Ser Verde mencionó “una de las problemáticas principales que enfrentamos es nuestro entorno económico y de infraestructura, queremos promover el desarrollo económico y productivo de la zona, generando mayores oportunidades de trabajo y apuntamos a desarrollar proyectos de pequeña a gran escala, anticipándonos en la capacitación de técnicos e ingenieros”.

Por tal motivo es que decidieron fabricar pequeños aviones y helicópteros con hélices móviles, autos y casas con luces led, a partir de las piezas de madera que aportan los artesanos de la zona de Cafayate. Están destinados a niños mayores de 5 años y sus precios promedio van desde los 150 a los 500 pesos. Todos funcionan gracias a la energía acumulada en pequeños paneles solares adheridos a sus cuerpos. Algunos llevan pilas de litio, por su mayor durabilidad y menor impacto ambiental.

El enfoque puesto en el valor agregado

Burg explicó que la característica distintiva de este proyecto es que “si bien son juguetes que ya existen en el mercado mundial, no se encuentran en Argentina como productos ensamblados y diseñados en el país. Nuestra idea es poder crearlos en los Valles Calchaquíes, un área rica en energía solar, generando nuestros propios diseños y abrir el camino a cualquier persona que aprenda lo básico para crear diseños propios con nuestros kits”.

Además, agregó que este proyecto abre a otros campos tecnológicos y creativos “existe la posibilidad de implementar y combinar nuestros productos con aplicaciones mecatrónicas y de robótica, diseñar fuentes de alimentación que se combinan con otros bienes de uso como muebles, movilidad, y aplicaciones para lugares remotos”.

Una plataforma para el profesionalismo

Desde su punto de vista, el mayor diferencial de este producto cultural es “nuestro compromiso en cooperar con escuelas técnicas y universidades para establecer en Argentina el formato de educación DUAL que une la teoría en las escuelas con la práctica en las empresas. Pretendemos construir un proyecto de intercambio internacional, esto es una posible cooperación con entidades alemanas en temas de capacitación técnica, y sobre todo a un nivel nacional entre actores institucionales y empresas privadas”. Cabe destacar que el equipo consiste en integrantes provenientes de Alemania, Buenos Aires y de los Valles Calchaquíes.

El encargado de procesos relató que para este desarrollo en el transcurso de los últimos 2 años fue necesario capacitar al personal técnico porque no contaban con una buena base de experiencia laboral práctica en la materia. De esta manera,  el compromiso de la empresaria  está puesto en desarrollarse y prosperar en la zona, aunque por esta misma circunstancia enfrenta enormes desafíos.

“Creemos que en el futuro el desarrollo descentralizado de las regiones va ganar importancia. Por eso con esto pretendemos constituir una plataforma para el profesionalismo, la interacción humana, el compromiso social y ambiental, y el desarrollo individual de cada uno”, expresó Burg.

Premiados en constante movimiento

El año pasado los juguetes solares salteños fueron premiados por el Programa Nacional de Emprendedores para el Desarrollo Sustentables (Proesus), que lleva adelante el Ministerio de Ambiente de la Nación. El certamen busca reconocer los proyectos más sustentables entre los emprendedores argentinos.

Sin embargo el referente de Ser Verde admite “buscamos oportunidades para poder ofrecer más puestos de pasantías y empleos fijos, y así generar mayores oportunidades de trabajo para técnicos y gente idónea en el tema. Creemos que sobre una actividad diversificada en la instalación y el desarrollo de proyectos, como también en la producción a escala de productos chicos y simples (que no requiere una infraestructura costosa) podemos lograr una base de trabajo estable. Las aplicaciones que pretendemos producir son de bajo costo, alcanzable para prácticamente todos”.

Asimismo delineó que el primer objetivo es levantar una producción eficiente que pueda competir. También se pueden derivar proyectos sociales donde se facilitan aplicaciones a escuelas que cuentan con bajos recursos para demostrar los efectos multiplicadores del concepto educativo DUAL.

Pensando en futuro, el portavoz del equipo subrayó “queremos capacitar en diferentes escalas y niveles, desde la aplicación chica y básica hasta la instalación y el diseño de proyectos complejos. A su vez, tenemos como objetivo crear innovaciones en combinación con diseños aplicados o tecnologías que necesitan una fuente de alimentaciónSe busca explícitamente cooperaciones con fabricantes nacionales de materia prima, y cooperaciones WIN-WIN con otras Pymes e instituciones”.

Fuente: Agrofy.-