jueves, 24 de noviembre de 2016

Viajar por el mundo y trabajar en granjas orgánicas, la nueva tendencia


Nacido en 1971, el "woofing" se hizo fuerte en los últimos años. En qué consiste este sistema de "voluntariado sustentable".
WWOOF, o World Wide Opportunities in Organic Farms, es una modalidad que provee oportunidades de voluntariado alrededor del mundo en granjas orgánicas.
Los sistemas de intercambio operan bajo el aval de World Wide Opoportunities on Organic Farms, conocido como WWOOF. Existen grupos en gran cantidad de países y todos mantienen estándares equivalentes y trabajan para promover los ideales de la vida saludable y la ecología. Sus miembros son conocidos como woofers y el acto de recorrer el mundo trabajando por medio de esta modalidad es llamado woofing.
El movimiento nació en Inglaterra en 1971, cuando su fundadora, Sue Coppard, comenzó a organizar escapadas de fin de semana entre amigos a granjas orgánicas para tener un respiro de la vida de la ciudad y, a su vez, enseñarles como era la vida rural. La corriente empezó a crecer hasta que en el año 2.000 se realizó la primera Conferencia Internacional de WWOOF. Allí nació oficialmente la red de organizaciones que actúa como nexo entre voluntarios y productores orgánicos.
¿Cómo funciona y cuáles son los requerimientos?
Los woofers, por lo general, no tienen conocimientos de agricultura. El único requerimiento es que sean mayores de 18 años, aunque algunas granjas aceptan familias que incluyen niños. Más allá de ello, se debe tener una buena predisposición hacia la naturaleza y el trabajo de campo.
A cambio de su labor se les brinda un lugar donde alojarse, comida, conocimientos sobre el cultivo ecológico y la oportunidad de conocer la cultura local. Por otro lado, los lugares de acogida reciben mano de obra, la experiencia cultural de conocer personas de diferentes partes del mundo y la ventaja de poder aprender otros idiomas.
Las posibilidades son muchas y variadas. La mayor parte de las fincas son pequeñas y medianas pero también existen grandes terrenos comerciales. Se puede encontrar trabajos de bioconstrucción, cooperativas de reciclaje de latas, granjas agroecológicas, elaboración de artículos naturales, envasado de conservas, jardinería y muchas otras opciones.
Todos los otros factores, como el tiempo de permanencia, son negociables y varían según las necesidades de cada productor. Incluso algunas granjas cuentan con horarios de yoga, bungalows privados o alojamiento sobre la playa.
¿Cómo convertirte en woofer?
Antes de comenzar es importante tener en cuenta que un woofer trabaja duro en la mayoría de los casos. Suelen ser jornadas de ocho horas y trabajo físico arduo. Hay que pensar bien qué tipo de trabajo es para uno para poder disfrutarlo. Si no te gustan los animales es sabio elegir una granja en la cual no debas trabajar con ellos. Además, también hay que plantearse si uno prefiere un lugar pequeño donde pueda ser el único voluntario o uno grande, conviviendo y trabajando en equipo con otra gente.
Una vez que se tienen las cuestiones básicas en claro, el segundo paso es decidir a qué país quiere uno ir, buscar las páginas locales, comenzar la búsqueda de anfitriones y postularse. Generalmente hay que pagar una membresía que ronda los 30 euros. Al realizar el pago te envían la lista completa de granjas con sus datos de contacto, ubicación, qué tipo de cultivos o animales tienen, que tipo de trabajo se espera del woofer, tipo de acomodación y tiempo mínimo de estancia. Es recomendable contactar la granja al menos cuatro semanas antes de la fecha de ingreso.
Adicionalmente, algunas páginas piden cancelar un seguro para poder acceder a sus servicios. Generalmente lo incluyen en el precio de membresía pidiendo, además, completar un formulario.

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