miércoles, 31 de octubre de 2012


Los fosfitos, verdaderos todo terrenos

“¿Lo puedo poner en el champú para evitar la caída del pelo?”, preguntaba mi cuñado Marcelo cuando le hablaba de los fosfitos. Exagerado el hombre, pero con algo de razón. Cuando uno conoce sus bondades, se pregunta por qué no está más difundido el uso de los fosfitos, tanto en agricultura como en ganadería. Soy [...]
“¿Lo puedo poner en el champú para evitar la caída del pelo?”, preguntaba mi cuñado Marcelo cuando le hablaba de los fosfitos. Exagerado el hombre, pero con algo de razón. Cuando uno conoce sus bondades, se pregunta por qué no está más difundido el uso de los fosfitos, tanto en agricultura como en ganadería.
Soy Pablo Baeck, y hace dos años que vengo trabajando en nutrición foliar en la empresa Nutrifoliar. Los fosfitos son sales del ácido fosforoso, que además de corregir carencias nutricionales específicas, tienen acción fungicida y bactericida. Veamos.
Como fertilizantes foliares, son excelentes correctores de deficiencias de nutrientes (calcio, magnesio, zinc, cobre, manganeso, potasio), dependiendo de la elección del fosfito las necesidades puntuales de los cultivos.
Como acción fungicida, es directa sobre los oomycetes, responsables, por ejemplo, de varias de las enfermedades de fin de ciclo y del síndrome de la muerte súbita ( hizoctonia) en soja. Cuentan con la ventaja de tener doble circulación dentro de la planta, o sea, va a las hojas y a las raíces, cosa que no ocurre con el resto de los fungicidas, salvo el fosetil aluminio (también es fosfito).
La acción sobre el resto de los hongos es preventiva. Al aplicarlo, inducen a la planta a la formación de las fitoalexinas, sustancias de defensa de los vegetales. O sea que la dejan protegida del ataque de hongos, y también de bacterias y de insectos chupadores, ya que estas sustancias también se forman cuando se producen las picaduras de los mismos.
Otras ventajas: primero, tienen acción bactericida específica sobre los géneros Pseudomonas, Xanthomonas, Erwinia, Streptomyces , y su acción preventiva sobre el resto es la misma que en hongos. Segundo, no producen resistencia. Tercero, aplicados a mitad de dosis normal (0,5 l ha), mezclados con triazoles y estrobirulinas, permiten reducir las dosis de éstos a la mitad. Cuarto, son inocuos para el ambiente y el ser humano. Quinto, tienen período de carencia cero (USDA). Sexto, son compatibles con la casi totalidad de los agroquímicos. Séptimo, reducen la incidencia de las enfermedades del ganado producidas por las micotoxinas cuando se aplica en pasturas. Octavo, tienen bajo precio.
Exagerado mi cuñado, pero pareciera que no tanto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.