miércoles, 31 de octubre de 2012


Trigo: poca superficie sembrada, pero mucho rinde si para de llover

Los trigos vienen retrasados en su evolución por temperaturas frescas entre fines de septiembre y principios de octubre. “La semana pasada estuve revisando cultivos en Rufino y recién empezaban a florecer, cuando ya debían estar en plena floración”, diferenció un técnico que evalúa muchos lotes agrícolas en Santa Fe.
“El ciclo vegetativo se prolongó y eso produjo mucha masa foliar y plantas vigorosas. Hay muchas espigas por metro cuadrado, con espiguillas con muy poco aborto de flores”, agregó. El técnico destacó que si se entierra el barreno, “se miden 70-80 centímetros de humedad en el suelo, lo que asegura un buen llenado de los granos si reaparecen los días soleados”.
La suma de todos estos factores positivos da una perspectiva de rindes por encima del promedio histórico en esa zona, con posibilidades de rendimientos récord en muchos casos. Este panorama se apoya, además, en el hecho de que el trigo 2012/2013 se implantó sólo en los mejores lotes, para mantener su presencia en la rotación, en los que se justificó la aplicación de un muy buen paquete tecnológico.
No obstante, hay dos aduanas por pasar para llegar con los cultivos a buen término: el golpe de calor y los ataques de Fusarium .
En un año húmedo ya hubo que hacer tratamientos contra este hongo que pulveriza el peso y la calidad industrial de los granos. “La aparición explosiva de la mancha en red en cebada nos puso en alerta. Luego se desarrolló roya en trigo, que se puede constatar observando hojas al trasluz, y ahora hay que monitorear fusariosis, porque están dadas las condiciones para su desarrollo”, aconsejó un conocido fitopatólogo.
Tratamientos
Los tratamientos más usados para su control, que también permiten frenar a la roya, incluyen triazol más estrobirulinas, una mezcla que ofrece acción preventiva y curativa. Esta fórmula supera en resultados a fungicidas más antiguos que sólo tienen efectos curativos, con poca diferencia en el costo del producto e igual gasto en la aplicación e igual reducción de rinde por pisada. “No hay que dudar en hacer tratamientos si se alcanzan los umbrales de control o menos, pero hay condiciones predisponentes con el actual precio del trigo”, recomendó el consultor.
No obstante, no es oro todo lo que reluce. También hay trigos sufridos en la provincia de Buenos Aires y en Entre Ríos, que pelean en suelos encharcados, con riesgo de vuelco y cosecha complicada.
Mientras los cultivos completan su ciclo, los productores van vendiendo anticipadamente parte de su producción esperada. “Muchos agricultores ya concretaron forwards a US$ 240 por tonelada por el 40-50% de su cosecha, porque consideraron satisfactorios esos precios y porque necesitan fondos para pagar cuentas”, observó un acopiador de Pergamino.
Entre los productores hay temor de que el precio siga bajando a medida que se acerca la recolección, pero también hay confianza en su recuperación posterior, como lo indica el Mercado a Término, porque el área sembrada es escasa.
Mientras tanto, aparecen algunas propuestas de comercialización no tradicionales. Hay compradores que ofrecen 225 dólares por tonelada, pero con entrega y pago fraccionado: 70% en plena cosecha y el resto en enero, para evitar atoraduras en los silos. Esta oferta está siendo aceptada por muchos productores, aunque obliga a conservar una parte de la cosecha en silos bolsa.
Cebada: otra gran cosecha
“Va a haber un cosechón de cebada en la zona”, pronosticó el técnico santafecino. Y agregó que se le destinaron los peores suelos y que pocos pudieron fertilizarla. “Pero aun así, promete rindes sobre el promedio.” Cultivada en una extensa superficie, en esta campaña se pudo comprobar su menor resistencia a heladas respecto del trigo. “A la cebada no le gustan los fríos extremos repetidos”, distinguió el técnico.
En algunos lotes se sembró temprano como cobertura invernal y se va a cosechar el 15 de noviembre, lo que permitirá implantar, casi, una soja de primera.
Entretanto, muchos cultivos granados se están empezando a revolcar por las lluvias y los vientos. “Hay productores que están buscando plataformas con strippers o hileradoras para cosecha con corte y trilla”, adelantó el profesional.
La comercialización de la cebada se va alejando de los circuitos tradicionales. “Muchos agricultores sembraron una variedad con aptitud cervecera -por ejemplo, Scarlett-, pero no cerraron contrato con una maltería. Al momento de la cosecha toman una muestra y la llevan a la industria para explorar el interés y los descuentos que se puedan considerar en un año de altos rindes. Si la propuesta no cubre sus expectativas, la venderán para forraje”, contó un acopiador de Juan N. Fernández.
Hoy se ofrecen poco más de 200 dólares por tonelada para la cebada forrajera. La cotización de fin de año dependerá del apuro de los productores por vender y de la evolución del precio del maíz, grano forrajero al que sustituye la cebada.

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