lunes, 27 de febrero de 2017

Uso de Vacunas Vectorizadas en Avicultura Actual


Esta conferencia la dio el Dr. Guillermo Zavala durante el Merial Poultry IBD Summit II, en IPPE 2017. El Dr. Guillermo Zavala es consultor de aves de producción. Se ha presentado en más de 200 conferencias en los cinco continentes desde 2001 y también ha publicado más de 35 artículos en revistas científicas. Es co-autor de capítulos sobre retrovirus aviar y virus inmunosupresores en libros de referencia. Fue profesor adjunto de Salud y Medicina Avícola en la Universidad de Georgia (Atlanta, EUA) y actualmente es el fundador y propietario de Avian Health International, LLC, una empresa que ofrece consultoría avícola en muchos países de las Américas, Europa, África, Australia y Asia.
Zavala Guillermo, DVM, MAM, MS, PhD, Dipl. ACPV
Avian Health International, LLC – Flowery Branch, GA, USA
avianhealth@gmail.com
gzavala@uga.edu
RESUMEN
Uno de los avances recientes más significativos en vacunología avícola ha sido el advenimiento de las vacunas recombinantes en la incubadora y en el campo. Las vacunas recombinantes poseen un gran potencial de protección contra la enfermedad en un término general al eliminar en forma parcial o completa algunas de las consecuencias no deseadas relacionadas con el uso de vacunas de virus vivo atenuado. Al igual que para todas las vacunas que se administran para la prevención, control y erradicación de enfermedades infecciosas, la industria avícola aún carece de productos ideales. Sin embargo, las vacunas recombinantes representan una aproximación práctica, segura y atractiva en el aspecto económico.
Desde su introducción en el mercado, el uso de las vacunas recombinantes ha aumentado en forma marcada, y actualmente se emplean para la protección de millones de aves. No todas las vacunas recombinantes deben considerarse equivalentes en términos de seguridad y protección. Algunas han sido más efectivas que otras; algunas no han sumado demasiado en términos de protección en comparación con las vacunas convencionales; pero la mayoría, si no todas, ha significado una importante contribución en términos de seguridad y practicidad; mientras que algunas sí brindan un alto nivel de protección.
Las opciones son varias, pero, en definitiva, las vacunas recombinantes han ganado gran aceptación, esencialmente porque están en línea con los planes de producción y la filosofía general del productor a nivel mundial. En este artículo, se resumen las características importantes de algunas de las vacunas recombinantes más utilizadas en el sector avícola.


INTRODUCCIÓN
Para mayor claridad, se define al vector como un virus cuyo genoma contiene una inserción estable de material genético extraño para el genoma del vector. Dichos genes extraños, por lo general, codifican proteínas inmunogénicas que se expresan junto con las proteínas del gen del vector durante el ciclo de replicación del virus del vector recombinante y, al hacerlo, estimulan una respuesta inmunológica. Las vacunas recombinantes que se comercializan expresan proteínas inmunogénicas. En el futuro, los genes insertos no necesariamente deberán representar las secuencias genéticas que codifican proteínas estructurales inmunogénicas de otros virus. Cabe esperar que los avances en vacunología e inmunología en aves se basen en estrategias focalizadas en la optimización de la expresión proteica, suministro de antígenos y modulación de la respuesta inmunitaria.
Por ejemplo, los genes que codifican péptidos o proteínas capaces de estimular o modular las respuestas hacia los antígenos son una posibilidad real como insertos en las vacunas de vectores recombinantes. Además, todas las vacunas recombinantes actuales expresan proteínas extrañas de otro virus único, pero, en el futuro cercano, habrá proteínas recombinantes con insertos dobles o triples que expresen proteínas de dos o más microorganismos extraños. Por ejemplo, el herpes virus del pavo expresará proteínas inmunogénicas del virus de la enfermedad de Newcastle y de la enfermedad de la infección de la bolsa de Fabricio, para mencionar una combinación posible. Así, una vacuna recombinante logrará proteger contra tres enfermedades o más sin problemas de interferencia.
Otro punto que merece mencionarse es el hecho de que tradicionalmente la mayoría de las vacunas de vectores recombinantes se basan en virus vectorizados con un alto peso molecular en su genoma, como, por ejemplo, el herpes virus del pavo (HVT) o el virus de la viruela aviar (VA). En menor grado, se ha utilizado el virus de la enfermedad de Newcastle (ENC) como vector que expresa proteínas de los virus de la influenza aviar (IA) subtipos H5 o H7. En el futuro, se estudiarán otros vectores como el adenovirus aviar (FAdV) y otros seguramente como vectores potenciales para la elaboración de vacunas comerciales.
Las vacunas de vectores más comúnmente utilizadas en el campo incluyen HVT/IBF (HVT es el vector para la proteína inmunogénica VP2 de IBF), HVT/LT (genes que codifican la proteína de LTV como, por ejemplo, gB, gD o gI como insertos); HVT/ENC expresando la proteína de fusión (F) de ENC; virus de la viruela aviar (VA) que expresa las proteínas de LT (gB, UL34); VA que expresa la H5 del virus de la influenza aviar (IA); ENC que expresa la H5 o H7 de IA; VA que expresa la proteína F de ENC; VA que expresa la H5 de IA; VA que expresa las proteínas inmunogénicas de MG; y otros productos.

EXPERIENCIAS A CAMPO CON VACUNAS RECOMBINANTES
Si bien, en general, la mayoría de las vacunas recombinantes han dado buenos resultados en el campo, algunas se han comportado mejor que otras en forma relativa. A continuación, se enumeran algunos ejemplos del comportamiento de las vacunas recombinantes en el campo y en el laboratorio:


A. Vacunas recombinantes para la infección de la bolsa de Fabricio (IBF).
Las vacunas recombinantes para IBF son quizás el mejor ejemplo de un producto recombinante que se ha comportado satisfactoriamente y en forma consistente en el campo. El uso de las vacunas recombinantes de IBF se asocia con el mantenimiento inusual de la integridad de la bolsa de Fabricio. Además, los productos recombinantes de IBF pueden mejorar el rendimiento económico en la mayoría de los casos, si bien no en todas las situaciones.
El uso de vacunas recombinantes en pollas ponedoras comerciales en la incubadora ha reemplazado en muchos casos (aunque no siempre) la necesidad de múltiples vacunaciones contra IBF en el campo. En algunas circunstancias, cuando el vvIBFV (virus virulento de IBF) es un problema grave, puede ser necesario combinar el uso de vacunas recombinantes para IBF con vacunas convencionales de virus vivo atenuado durante un tiempo antes de adoptar el uso exclusivo de vacunas recombinantes. En general, las vacunas recombinantes para IBF han sido extremadamente exitosas en todo el mundo.

B. Vacunas recombinantes para laringotraqueítis infecciosa (LT).
Las vacunas recombinantes para LT se han convertido en la única alternativa legal en muchas regiones del mundo debido a la preocupación de las autoridades porque las vacunas de EP y CC podrían revertir de su latencia, ocasionar un efecto de retropasaje (back passaging) y recuperar virulencia.
Las vacunas de vectores de HVT y viruela aviar se utilizan comúnmente en la incubadora sin necesidad de refuerzos en el campo con otros productos. Independientemente del enfoque, resulta crítico garantizar la adecuada bioseguridad para permitir que las vacunas recombinantes (rHVT o rVA) cumplan su misión. La tendencia reciente en el mundo, en la producción de pollos de engorde, se inclina hacia la comercialización de aves más jóvenes, lo cual es altamente compatible con el uso de vacunas recombinantes de LT. En caso de un desafío significativo en el campo con LTV, las vacunas recombinantes podrán proteger eficientemente a los pollos de engorde hasta que alcancen la edad de mercado. Sin embargo, las vacunas recombinantes contra LT han sido efectivas en pollos de mayor edad, siempre y cuando el desafío de campo sea de bajo a moderado, lo que se puede lograr con una adecuada bioseguridad.

C. Influenza aviar.
Las vacunas recombinantes contra la influenza aviar (IA) no deben considerarse como una herramienta completamente preventiva, o como la única solución para los problemas relacionados con la IA en el campo. Las vacunas recombinantes para IA constituyen una herramienta muy efectiva para el control de la enfermedad, pero su uso debe complementarse con otras acciones preventivas.
No es de esperar que las vacunas recombinantes contra la influenza aviar sean completamente protectoras en situaciones en las que el desafío de campo es extremo, pero se debe entender que el uso combinado de VA/IA recombinante con vacunas de virus muerto u otro tipo de vacunas puede proporcionar resultados económicos muy atractivos.
Los problemas más serios de la IA en el mundo se relacionan con los subtipos H5 y H7. Las vacunas recombinantes contra estos subtipos se comercializan en diversas partes del mundo, usando la plataforma de HVT o VA. Los subtipos adicionales que afectan a los pavos incluyen (no exclusivamente) H1 y H3, y H6 y H9 en pollos, para lo que se comercializan diversas vacunas de virus muerto en distintos países.

D. Enfermedad de Newcastle
Las vacunas recombinantes contra IA con virus vivo atenuado de ENC como vector se comercializan con las cepas ENCV B1 LaSota y B1B1 del genotipo II como vectores. Los insertos de IAV en los vectores de ENC son generalmente H5 y H7. Esto debe diferenciarse del concepto de las vacunas rVA o rHTV contra la influenza aviar que, por lo general, expresan el gen de la proteína de Fusión (F) de ENC para proteger contra la enfermedad de Newcastle. En países como los Estados Unidos donde la BI es la mayor preocupación diaria en pollos de engorde (no así ENC), se emplean las vacunas rENC para lograr cierta protección contra ENC sin interferir con las vacunas BI, de modo que el número de decomisos por aerosaculitis se mantenga en un mínimo nivel. En países donde la prioridad es la ENC (respecto de BI), se emplean las vacunas rENC para sensibilizar a las aves contra ENC, pero el programa es siempre (o debería ser siempre) complementado asperjando a los pollitos de engorde con vacunas convencionales de virus vivo atenuado en la incubadora. Este enfoque ha resultado sumamente útil, incluso en países donde la ENC es un problema grave.
Las vacunas recombinantes llegaron al mercado de los Estados Unidos a principios de 2000 y tomaron una parte importante del mercado de los biológicos en los EE. UU. y en el resto del mundo. Una de las razones principales fue su capacidad de proteger a las aves mediante la vacunación en la incubadora sin la necesidad de vacunar en el campo, con lo cual se elimina una variable muy importante. Además, virtualmente todas las vacunas recombinantes con participación significativa en el mercado han sumado valor en cuanto a la seguridad dado que el sector ya no se preocupa por reacciones posvacunales, reversión a la virulencia, pérdida de 2 o más puntos de conversión alimenticia, pérdida de uniformidad posvacunación, la necesidad de medicación en algunos casos por complicaciones en reacciones vacunales, etc. Los primeros 10 a 15 años de uso de las vacunas recombinantes en el campo han arrojado muy buenos resultados, y seguramente se verán pronto aún mayores avances en el desarrollo de las mismas y en su uso en el campo.

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