domingo, 26 de febrero de 2017

Chile: Mejorando la genética de la cereza


El Consorcio Tecnológico de la Fruta está trabajando en el desarrollo de variedades de cerezas que tengan buen rendimiento, calibre y sabor, además, mantengan su calidad y dulzor luego de largos periodos de viaje al mercado de destino.
La temporada 2015 – 2016 Chile exportó más de 83 mil toneladas de cerezas a diferentes mercados, siendo China el principal destino con más del 90% de las exportaciones.
El consumidor chino demanda fruta de buena calidad, inocua y con buen sabor, por lo que los exportadores chilenos tienen el desafío de contar con cerezas que sea capaz de enfrentar largos viajes, y llegue a las tiendas y mesa del consumidor fresca, jugosa y dulce; casi como recién salida del huerto.
La industria chilena de la cereza prevé un crecimiento importante en la producción y exportación del sector en un futuro cercano, por lo que es necesario mejorar la competitividad y calidad. Es por ello que existen nuevos sistemas de embalaje y se están realizan convenios con empresas navieras y aéreas para acelerar los envíos; para acortar los tiempos de viaje.
Otra clave está en el mejoramiento genético, desarrollando variedades propias de cerezas que se ajusten a la condición productiva de cada zona de cultivo del país, con buenos rendimientos y calibres. Además de tener la característica de una prolongada vida postcosecha, para llegar a destino con cerezas de buena calidad y sabor.
Es por ello que el Consorcio Tecnológico de la Fruta lleva a cabo desde 2010 el Programa de Mejoramiento Genético de Cerezos (PMGCe), con la finalidad de desarrollar variedades de cerezas chilenas que den respuesta a la industria nacional, los mercados internacionales y los consumidores. Actualmente el programa cuenta con 9,1 hectáreas plantadas en el campo de investigación de Pirque, de las cuales 7,8 has corresponden a progenies y 1,3 a banco de germoplasma. Mientras que desde el 2014 hasta el 2019 se espera adicionar 8,8 has, conformadas por selecciones premium y estándares.
La Dra. Marlene Ayala está a cargo del programa, quien indica “tenemos 23 mil híbridos o hijos en terreno (plantas), entre los cuales ahora estamos viendo cuáles son los ‘buenos hijos’. Son muchas plantas las que hay que analizar para ver cuáles nos sirven como potenciales variedades. Seguramente de estas 23 mil plantas nos vamos a quedar con un 0,5% o menos, por lo que pensamos que al final del programa tendremos una o dos variedades de cerezas”.
Ayala agregó “nosotros comenzamos a seleccionar el año 2015 con mucha fuerza. Si bien el 2014 tuvimos las primeras progenies con fruto, no fue hasta el 2015 que iniciamos evaluaciones de calidad, las cuales se han reforzado desde 2016. El proceso supone una primera evaluación agronómica para ir descartando fruta, y luego una evaluación en poscosecha, donde se simula el proceso de viaje de la fruta”.
Hasta la fecha se han evaluado 605 híbridos, llegando al 2015 con 12 selecciones, de las cuales al periodo 2016-2017, algunas de ellas han sido descartadas, debido a que se han encontrado híbridos superiores esta última temporada de evaluación.
La Coordinadora del Consorcio Tecnológico de la Fruta, María Fernanda Álvarez destacó que el 34% de la fruta desarrollada hasta ahora es de cosecha temprana, mientras que el 66% restante corresponde a individuos de media estación y tardíos. “Sabemos la importancia que tiene para el sector contar con cerezas propias para seguir creciendo en términos de exportación y competitividad, y en este camino vamos avanzando poco a poco. Un aspecto clave de este programa es que el ideotipo o características de la fruta que se busca fue elaborado en conjunto con la industria, así como también la evaluación de los desarrollos que se va logrando, todo lo cual es fundamental para llegar a un producto final que responda a las necesidades reales del sector”.

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