viernes, 14 de diciembre de 2012


Bajos rindes y problemas de calidad en los primeros lotes cosechados de trigo

Los excesos hídricos y las enfermedades no dan tregua a los agricultores. Los primeros lotes de trigo cosechados en el norte de Buenos Aires siguen el mismo camino de la cebada. “En Arrecifes y en Pergamino los trigos se están rindiendo entre 20 y 30 quintales por hectárea, la mitad de lo planificado al momento [...]
Los excesos hídricos y las enfermedades no dan tregua a los agricultores. Los primeros lotes de trigo cosechados en el norte de Buenos Aires siguen el mismo camino de la cebada. “En Arrecifes y en Pergamino los trigos se están rindiendo entre 20 y 30 quintales por hectárea, la mitad de lo planificado al momento de siembra. La mayoría de las partidas tiene peso hectolítrico de 60-70 y muy alto porcentaje de cuerpos extraños por los ataques de Fusarium, por lo que muchas se consideran fuera estándar” apunta Julio Lieutier, asesor del CREA Seguí-La Oriental.
Con esos rindes y con esa calidad comercial, el margen bruto tiende a cero en campo propio y el resultado final da pérdidas al considerar los gastos de estructura. “En campos alquilados también se registran pérdidas y se deberían batir records de rendimiento en soja de segunda para terminar el ciclo cambiando la plata”, agrega el técnico.

La soja sigue complicada

Los suelos saturados de humedad también complican el avance de la siembra de soja en la zona núcleo pampeana. “Ya pasó la primera semana de diciembre -cuando habitualmente sembramos cultivos de segunda- y en muchos campos que atiendo todavía falta implantar el 20, 30 ó 50 por ciento de la soja de primera programada; en algunos todavía no empezamos”, planteó un profesional del sur de Santa Fe.
Las razones del atraso son varias: la más común es que la napa está muy cerca de la superficie y no permite el tránsito con pulverizadores ni con sembradoras. “Esta semana se encajó un pulverizador automotriz con ruedas de 1,70 metros en un lote y hubo que sacarlo con un tractor de 300 CV, que hizo un huellón de 80 metros por un metro de profundidad firme”, relató.
Otra causa del retraso son las resiembras: cultivos emergidos con dos o tres hojas son aniquilados por una lluvia de 80 milímetros en pocas horas y obligan a pasar de nuevo con la sembradora.
El clima en las próximas dos semanas definirá el final de esta delicada instancia agrícola: con una napa a 50-70 centímetros de la superficie en muchos campos, si hay por delante 15 días secos, se podría completar razonablemente el área programada de siembra. Si sigue lloviendo, habrá que postergar la operación hasta Navidad – fin de año, época que genera una pérdida importante en el potencial de producción y atrasa la cosecha.
Mientras tanto, las pocas sojas tempranas sembradas en octubre están cerrando el entresurco, con un crecimiento vigoroso impulsado por la humedad disponible, aunque con algunos síntomas de mancha ojo de rana. Quienes pudieron sembrarlas están vendiendo una parte importante de la producción esperada, para escapar de la caída de precios que puede sobrevenir a cosecha como consecuencia de la recuperación de la producción norteamericana, circunstancia que se refleja el mercado de Chicago, con diferencias de 20 dólares por tonelada entre la posición mayo y septiembre.

Presupuestos preocupantes

Mientras tanto, crece la preocupación de los agricultores por el resultado económico global de la campaña agrícola 2012/13. Con una cosecha de trigo y cebada que resultó muy alejada de las expectativas, con fracasos de garbanzo, arveja y colza, y con una cosecha gruesa que tiene más interrogantes que certezas por ahora, todas las miradas se dirigen a los presupuestos. Muchos no cierran por disminución de ingresos y aumento de gastos vinculados a la inflación.

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