viernes, 14 de diciembre de 2012


La oposición quiere retomar la iniciativa con el agro

Muchos de los males del presente se deben a la ausencia de una política agropecuaria que brinde reglas claras para el mediano y el largo plazo. Ni siquiera el Plan Estratégico Agropecuario (PEA), que duerme en los cajones del Ministerio de Agricultura y de las universidades, vino a solucionar esa carencia. En el Congreso, la [...]
Muchos de los males del presente se deben a la ausencia de una política agropecuaria que brinde reglas claras para el mediano y el largo plazo. Ni siquiera el Plan Estratégico Agropecuario (PEA), que duerme en los cajones del Ministerio de Agricultura y de las universidades, vino a solucionar esa carencia. En el Congreso, la acción de los agrodiputados fue mucho menos efectiva de lo que se esperaba de ellos cuando asumieron sus bancas en 2009 tras la derrota del kirchnerismo en las elecciones legislativas de ese año. Ahora hay un nuevo intento por llegar a un acuerdo entre diversas fuerzas políticas por acordar un programa básico o puntos mínimos para impulsar el desarrollo del agro.
Esta semana los técnicos que integran el Grupo de Acción Política por la Unidad (GAPU), que integran el peronismo disidente, el PRO, Unión por Todos y sectores independientes, presentó un documento de 32 puntos sobre políticas agroindustriales.
Los responsables del documento son Guillermo Bernaudo (Unión por Todos-Patricia Bullrich), José Anchorena (Fundación Pensar-PRO), Leonardo Sarquís (Unión Celeste y Blanca-Francisco De Narváez) y Hugo Rossi (asesor del diputado radical Juan Casañas). La presentación fue avalada por los diputados nacionales Bullrich y Eduardo Amadeo (Peronismo Federal-Buenos Aires), y el provincial Jorge Srodek, y el secretario general de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales (Uatre), Gerónimo Venegas. Aunque no estuvo en la presentación, se informó que el diputado Federico Pinedo (PRO-Capital Federal), también respalda el trabajo.
Básicamente proponen que la agroindustria sea el eje del desarrollo del país, con un concepto de cadenas de valor. No establecen una preferencia por el mercado externo, sino que afirman que se debe buscar el fortalecimiento del mercado interno. En el documento se recuerda que “varios países desarrollados en el mundo (definidos como de alto ingreso per cápita y equitativa distribución del ingreso) basan en gran parte su esturctura productiva y sus exportaciones en recursos naturales”, entre ellos, cita a Australia, Nueva Zelanda, Noruega y Canadá.
En la presentación, Bernaudo recordó que el país no puede seguir descansando en la creencia de que siempre estará en crecimiento la demanda internacional de alimentos y que hay que estar atentos a lo que sucede en otras regiones. “Rusia y Ucrania tienen más de 150 millones de hectáreas disponibles”, señaló. “Y China está ampliando su capacidad de procesamiento de oleaginosas y cada vez importa menos aceites y otros subproductos y compra más porotos”, sostuvo.
Respecto de las herramientas para llegar a ese horizonte el documento propone disminuir la presión impositiva sobre el agro (con una rebaja progresiva de las retenciones hasta llegar a 0 por ciento), eliminar las restricciones a las exportaciones y otorgar prioridad a las inversiones en infraestructura para la producción, entre otros puntos.
Quizás sea esa una de las mayores debilidades del documento: no abunda en precisiones sobre las medidas que deberían adoptarse. Se argumentará que es una primera propuesta que, los propios autores, reconocen está abierta a nuevos aportes. Sin embargo, habría que recordar que el principal fracaso de los agrodiputados fue cuando no alcanzaron un consenso sobre la eliminación de las retenciones. La diputada Bullrich hizo referencia a esto en la presentación del documento cuando señaló que “los agrodiputados no entendieron que si cedían un poco podían ganar más de lo que obtuvieron al pelearse; sabían que si separaban los iban a comer crudos”.
El camino de las buenas propuestas e intenciones a la instrumentación política es siempre complejo y más aún con el oficialismo que no acepta otra norma que no sea la propia. Las entidades gremiales de productores también tendrán que hacer su tarea. En la presentación participaron el vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Daniel Pellegrina, y el vicepresidente tercero de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Juan José Galli. Y un día antes los técnicos se reunieron con la mesa directiva de Carbap.
De cara a las elecciones legislativas de 2013, el documento parece ser un buen punto de partida para continuar con un trabajo legislativo que aún tiene mucho para aportar.

RESUMEN

  • 1,5 
    Millones de hectáreas 
    Fueron las que se sembraron con cebada, en una campaña con problemas de calidad.

la frase


  • “El Gobierno no tiene propuesta para el futuro, es todo para el corto plazo”
    Eduardo Amadeo 
    Peronismo Federal

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