Soja, cebada y maíz en problemas serios, solo zafa el girasol

La falta de semilla de soja preocupa a las empresas productoras de aceite y harina, de tal modo que algunas firmas deben trabajar al 33% de su capacidad instalada, tal como le ocurre a Cargill y otras que realizan molienda. Buyatti clausuró sus puertas hasta febrero, en el Gran Rosario.

La preocupación por la cosecha de la Argentina y toda Sudamérica aumentó en el transcurso de los últimos días y llevó a que el valor de la soja aumentara hasta cerrar a casi 522 dólares la tonelada en Chicago, después de tocar los precios más bajos en 5 meses.

En rigor, el clima da poco respiro también en Brasil y las ventanas de siembra de los granos gruesos se cierran o bien hay un achique en los tiempos. De este modo, hasta el momento, en el área agrícola del país están sembradas sólo 7,2 millones de hectáreas de soja y a medida que transcurren las semanas disminuyen los rindes potenciales.

No obstante, Aapresid, la asociación que agrupa a la cadena de siembra directa, aventuró que la cosecha de soja 2012-2013 será de 54 millones de toneladas, una cifra que los analistas más optimistas ya han empezado a dejar de lado.

Hasta el momento, solamente el girasol logró cumplir con las metas de los productores y ya falta poco, un 4,5% del 1.8 millón de hectáreas previstas: se cubrieron 1,72 millón de hectáreas, indicó el Panorama Agrícola Semanal de la Bolsa de Cereales porteña.

Del maíz, 50% es el área implantada de la previsión de 3.4 millones de hectáreas, por lo tanto lo que venga será cereal de 2da. o “siembra tardía” de rendimientos más bajos, mientras que de sorgo granífero hay 340.000 hectáreas ya sembradas. Uno de los problemas que preocupa también es el mal estado de muchos cultivos de invierno, en especial la cebada que en algunos sitios no alcanza siquiera calidad para ser forrajera ya que es imposible que se utilice como cervecera.

La situación motiva que acopiadores como Agricultores Federados Argentinos (AFA) en la zona núcleo productiva tengan que rechazar camiones con cebada cargada. Por lo tanto, la cosecha récord, que no habrá, descansa sus tantos en la soja, que aún cuando disminuida su superficie, será la que mejores rendimientos aporte al Estado que percibe el 35% en concepto de retenciones, aún cuando el futuro ingreso de divisas no sea el esperado inicialmente.

Mientras, la falta de materia prima -semilla de soja-, preocupa a las empresas productoras de aceite y harina, de tal modo
que algunas firmas deben trabajar al 33% de su capacidad instalada, tal como le ocurre a Cargill y otras que realizan molienda.
Buyatti clausuró sus puertas hasta febrero, en el Gran Rosario.

La Bolsa de Comercio de Rosario advirtió que “vuelven los anegamientos temporales” en la zona núcleo, en zonas donde la soja de primera está retrasada y “para los cultivos de invierno la campaña es directamente mala”.

“Los rinde son bajos. Los problemas de calidad son severos en el trigo y más aún en cebada, que ni da para uso forrajero”, ratificó la Guía Estratégica del Agro (GEA) de la entidad, lo que esta columnista comprobó en diálogo con productores. Tampoco parece ser el año de la colza, señalaron los especialistas rosarinos, ya que en la zona núcleo arroja rindes de entre 5 y 6 quintales por hectárea, lo que es muy poco.

No queríamos dejar de escribir sin rescatar aquel refrán, “en todos lados se cuecen habas”, como en Italia donde una investigación de la agencia de noticias AFP descubrió, en el Tribunal de Cuentas italiano, que “conocidos mafiosos recibieron durante años cientos de miles de euros en ayudas europeas destinadas a la agricultura”. Muchos de los beneficiarios se encontraban en la cárcel donde pudieron percibir hasta 153.000 euros cada uno en el marco de la Política Agrícola Común (PAC) europea.