sábado, 22 de diciembre de 2012


Rezando por Brasil y la soja

A diferencia de años anteriores a esta altura, los comerciantes no esperan para estas fiestas un nivel de consumo especialmente memorable. El año económico termina muy cerca del estancamiento , con un crecimiento débil de entre el 1 y el 2%. Para 2013, se estimaba un escenario sustancialmente mejor. La semana pasada, la CEPAL dijo [...]
A diferencia de años anteriores a esta altura, los comerciantes no esperan para estas fiestas un nivel de consumo especialmente memorable.
El año económico termina muy cerca del estancamiento , con un crecimiento débil de entre el 1 y el 2%. Para 2013, se estimaba un escenario sustancialmente mejor. La semana pasada, la CEPAL dijo en un informe que proyectaba un repunte del crecimiento de Latinoamérica basado en el empuje de Brasil (con un alza prevista del 4% en el PBI) y Argentina (3,9%).
Pero los informes de organismos como la CEPAL suelen tener un retraso de varias semanas. En los últimos días están apareciendo algunas señales preocupantes: La economía brasileña registró un pálido aumento del 0,9% en el tercer trimestre y los datos de noviembre muestran un retroceso con respecto al mes previo.
La siembra de soja está presentando una demora del 15% y la de maíz, del 14%, debido a un exceso de lluvias, según el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
La soja y Brasil son las dos grandes esperanzas de la economía argentina para el año que viene. En el que está terminando, la sequía y un magro crecimiento del vecino del Mercosur se combinaron para producir el segundo peor año de la década posconvertibilidad, después de la recesión de 2009.
El nuevo escenario está llevando a algunos analistas a revisar a la baja sus pronósticos. La consultora Elypsis (Eduardo Levy Yeyati) redujo su estimación del PBI 2013 del 3,3 al 2,9%, con sesgo a la baja.
Aunque la cosecha se recupere, lo que ocurra con Brasil puede ser determinante. Cada punto que crece la economía brasileña crea miles de puestos de trabajo industriales en la Argentina, en un momento en que la economía los necesita más que nunca.
“Ya casi no se genera nuevo empleo formal”, advierte el especialista Ernesto Kritz (ver página 6). La desocupación está aumentando, en especial por la caída en la construcción, y el empleo informal está en el nivel más alto de los últimos dos años.
La política económica no muestra demasiados signos de reacción que ayuden a revertir las expectativas. Habrá que rezar para que no llueva demasiado en los próximos días y para que Brasil se recupere de verdad.

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