CompartiremailFacebookTwitterDejando las definiciones de bioseguridad, que las hay para todos los gustos, más acertadas algunas que otras, actualmente no hay discusión de la necesidad de realizar medidas protectoras de prevención para la entrada de microorganismos patógenos que afectan a los animales que tenemos en la instalación. El campo de batalla de la Bioseguridad es amplio. […]
Dejando las definiciones de bioseguridad, que las hay para todos los gustos, más acertadas algunas que otras, actualmente no hay discusión de la necesidad de realizar medidas protectoras de prevención para la entrada de microorganismos patógenos que afectan a los animales que tenemos en la instalación.
El campo de batalla de la Bioseguridad es amplio. Continuamente entran conceptos nuevos, ampliando líneas ya conocidas o desarrollando otras que anteriormente ni se tenían en cuenta.
Líneas actuales de control de la bioseguridad
- CONTROL DEL AGUA
- CONTROL DE PLAGAS DE ROEDORES
- CONTROL DE PLAGAS DE INSECTOS
- LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN
- VALLAS PERIMETRALES Y IMPEDIMENTOS PARA EVITAR LA ENTRADA DE DEPREDADORES
- CONTROL DEL ACCESO CON EL LIBRO DE REGISTRO DE VISITAS
- CONTROL DEL ALIMENTO
Es conveniente conocer donde se encuentran los puntos críticos de la instalación, y su búsqueda no es sinónimo de encontrar defectos, sino simplemente de localizar aquellos fallos en la bioseguridad en que existe un riesgo, sea alto o bajo, donde se pueda “colar” una patología.
En esta búsqueda de riesgos es frecuente encontrar situaciones que simplemente por desconocimiento no se conocía, pero que al plantearlo y fijar problemas no habituales aparecen claras. A nadie gusta reconocer que quizás el trabajo se puede mejorar, por ello la autocrítica es una de las garantías de la mejora y del éxito de nuestra explotación. Esto no significa que hagamos mal el trabajo, sino que en general siempre es mejorable.
Entonces ¿de qué otra forma podemos valorar nuestra bioseguridad?
Esperar a ver si entra un proceso y desentrañar por donde ha entrado posteriormente no es la situación idónea.
Para valorar la situación de la instalación no hay nada mejor que realizar unos test donde simplemente respondiendo a las preguntas lo más sinceramente posible podemos determinar dónde estamos y cuáles son los puntos a mejorar. Como en todos los test, estos son amplios y poco dados a tener amplitud de márgenes en casos especiales, pero poniendo buena voluntad podemos acercarnos bastante a una situación adecuada y detectar puntos de riesgo.
A cotinuación se recomienda realizar un test simplificado como base para empezar a ANALIZAR UNA EXPLOTACIÓN
Análisis del test
Se recomienda comenzar en 50 puntos y se van sumando o restando dependiendo del parámetro. Según la puntuación obtenida se recomienda:
- Más de 100 puntos: Hay un muy buen nivel de bioseguridad básica.
- De 75 – 100 puntos: La bioseguridad básica es correcta aconsejando que se diseñen pequeñas mejoras en los parámetros que aportan puntos negativos.
- De 50 a 74 puntos: El nivel de bioseguridad es correcto pero necesita de una revisión.
- de 30 a 49 puntos: La bioseguridad básica necesita de una revisión a fondo con actuaciones sobre los apartados más deficitarios.
- Menos de 30 puntos: Las medidas de bioseguridad establecidas son claramente ineficientes para prevenir la entrada de enfermedades con el riesgo que ello conlleva y seria conveniente estudiar a fondo las medidas a implantar cuando sea posible.
No nos engañemos, niveles bajos de bioseguridad básica no implica que puedan entrar las enfermedades, sólo que las barreras preventivas son poco eficaces
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