lunes, 10 de diciembre de 2012


Ley de Semillas: la industria buscará despegarse del Gobierno

La Asociación Semilleros Argentinos (ASA) justificará en conferencia de prensa su apoyo al proyecto de reforma de la Ley de Semillas que impulsa el kirchnerismo. Antes, habían guardado un sugestivo silencio por tratarse de una iniciativa oficial que permitirá que ganen millones a partir del cobro de regalías a los productores. Intereses cruzados en las entidades rurales.
A ningún operador del sector agropecuario dejó de llamarle la atención el sugestivo silencio por parte de la industria semillera sobre el proyecto para reemplazar la actual Ley de Semillas que se viene trabajando en el ámbito del Ministerio de Agricultura.
Si bien se suponía que la iniciativa tendría la venia de la industria, recién unos días atrás la Asociación Semilleros Argentinos (ASA) –que nuclea a todas las empresas del sector- salió públicamente a defender el proyecto mediante un comunicado de prensa.
Del mismo modo, éste miércoles al mediodía en un lujoso hotel porteño los máximos directivos de ASA brindarán una conferencia de prensa en la que expondrán las razones del respaldo al proyecto de reforma de la Ley de Semillas.
Pero, ¿por qué se esperó tanto tiempo en sentar posición sobre un tema de índole político, económico y empresarial con tanta trascendencia?, fue lo que intentó averiguar La Política Online en diálogo con varias fuentes que conocen de cerca el tema.
En primer lugar, las fuentes consultadas destacaron que la nueva Ley de Semillas beneficiará notablemente a las empresas semilleras que pasarán a cobrar regalías extendidas (o “canon tecnológico”) por parte de los productores agropecuarios.
Pero por otro lado, en el mundo empresario existían muchas dudas, y hasta se supo de alguna que otra discusión entre grandes figuras, acerca de la conveniencia o no de apoyar un proyecto que provenga del kirchnerismo para regular la actividad.
De hecho, algunos en el sector semillero preferían dejar de lado el proyecto para evitar quedar “pegados” al Gobierno nacional y resignar así la importante suma de dinero que comenzarán a percibir a partir del cobro de regalías que establece la nueva Ley.
Pero finalmente se impuso la lógica de ganancia empresaria por sobre la política, y, después de algunas idas y venidas, la poderosa ASA decidió salir a defender el proyecto y hasta organizó la mencionada conferencia de prensa (algo poco habitual en el sector).
En rigor, en la conferencia la industria semillera destacará el proyecto haciendo hincapié en las mejoras que traerá para toda la agroindustria, sobre todo para los pequeños productores, buscando tentar a la Federación Agraria, que se opone.
Y poco (o nada) dirán que se trata en definitiva de una Ley impulsada por el Gobierno nacional al que, en privado, desde el sector suelen criticar por las medidas que viene tomando y que tanto daño produjeron en algunos sectores.
En este contexto, para el presidente de ASA, Alfredo Paseyro, “un nuevo marco legal es imprescindible para hacer frente a la demanda global de alimentos, que está exigiendo producción y calidad”. “La Ley fortalecerá a la industria semillera nacional”, agregó.
Otro alto directivo de una importante empresa semillera, que prefirió no revelar su nombre, señaló que “si no se cobra un canon, los pequeños semilleros nacionales corren el riesgo de no poder sostener sus programas de investigación y desarrollo”.
Entre las principales empresas del sector semillero argentino nucleadas en ASA se cuentan, Don Mario, Advanta, BASF, Bayer, Dow Agrosciences, Monsanto, Nidera, Pionner, Produsem, Syngenta, KWS, Gear, Bayá Casal y Rizobacter, entre otras.
División en las entidades rurales
Como era de esperar, la nueva Ley de Semillas genera fuertes diferencias en buena parte de la dirigencia agropecuaria. Los principales puntos que se encuentran en el ojo de la tormenta son el pago de regalías y la relación que pueda surgir con la Ley de Patentes.
En este sentido, la FAA ya salió a oponerse al proyecto. “Si se aprueba se estaría legalizando el cobro de regalías a pequeños y medianos productores consolidando la concentración de la industria semillera en beneficio de las grandes empresas”, advierten.
Desde la Sociedad Rural, su presidente Luis Etchvehere, dijo que “planteamos que el canon que se pague involucre de alguna manera el germoplasma y los eventos que contengan las semillas preservando el uso gratuito, pero con limitaciones”.
Coninagro, en tanto, planteó una posición más neutral. “La Ley de Patentes debe regir en la relación vigente entre las empresas para que no genere un impacto negativo a los productores”, sostuvo el titular de la entidad, Carlos Garetto.
Por su parte, el presidente de CARBAP, Horacio Salaverri, comentó que “nosotros planteamos que el productor no pague regalías a partir de la segunda campaña si vuelve a sembrar la misma superficie que en el primer ciclo”.

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