sábado, 8 de diciembre de 2012

La semilla que sembró una visita


Premio a la participación
Por primera vez, Nidera premió la activa participación en las redes sociales de los alumnos que participaron del concurso “¿Qué hay de nuevo en mi suelo?”. En la edición 2011 ganó una escuela cordobesa de Villa Fontana. El relato de los alumnos y su docente luego del viaje a la planta de Venado Tuerto.
Perseverar, superar dificultades, enfrentar los problemas, son virtudes que suelen mostrar los “grandes”, y no se trata de edades sino de actitudes. Así lo demostraron los “chicos” del Instituto Provincial de Educación Agropecuaria (IPEA) Nº 228, San Isidro Labrador, de la cordobesa Villa Fontana, que están terminando de cursar el sexto año y por lo tanto a punto de graduarse. Ellos participaron en la edición 2011 del concurso “¿Qué Hay de Nuevo en mi Suelo?” que consistió en la realización de un ensayo de fertilización en maíz, llevado a cabo por equipos de hasta 10 alumnos, con la asistencia de un docente de la institución.
            Pero la sequía que caracterizó a la campaña agrícola 2011/12 les jugó en contra y tuvieron que picar el cultivo para destinarlo a silaje, no pudieron llegar a presentar el informe final. Sin embargo, son tenaces y siguieron participando muy activamente en  las redes sociales del concurso, que por primer año en la historia de “Que hay de Nuevo…” Nidera premió con la visita de todos los integrantes del curso a una de sus plantas. Esa instancia, sí la ganaron. Y hace pocos días tuvieron la oportunidad de visitar la planta de Venado Tuerto, en la que recorrieron todas sus áreas ligadas a la investigación, producción y procesamiento de semillas, acompañados por los técnicos de Nidera.

La ruta del premio
           
            “Empezamos posteando fotos y presentándonos como institución –explica Anabella Maritano, que es la abanderada de la escuela, y no por casualidad-, después hicimos un video y como no pudimos cargarlo lo bajamos a un CD. También agregamos informes de las lluvias locales, del historial del campo, fotos de las parcelas, y como no hubo buenas lluvias tuvimos que picar el maíz, pero seguimos participando y eso nos permitió ganar el viaje a la planta de Venado Tuerto de Nidera”.
            “Fue principalmente Anabella quien se encargó de mantener muy activo el Facebook del concurso”, dice el ingeniero agrónomo Mario Lacase, profesor de varias materias del IPEA Nº 228, que apadrinó el ensayo sobre maíz y además acompañó a sus alumnos en el viaje a Venado Tuerto. 
            La visita a la planta de semillas dio varios frutos. El objetivo principal era ampliar la base de conocimiento de los alumnos y permitirles conocer toda la gama de procesos que van desde la selección genética hasta que se ponen al alcance de los productores los nuevos cultivares. Pero también abrió algunas ventanas insospechadas, como ocurrió con la alumna Natalia Bayonza. “Vengo de una familia relacionada con el campo –explica Natalia-, y elegí el colegio porque me gusta la modalidad de estudio, como las prácticas al aire libre. Pero me atrae especialmente la investigación y hasta hoy pensaba estudiar bioquímica para trabajar en un laboratorio de análisis clínicos, pero esta visita me permitió descubrir que en lo que realmente quiero desempeñarme es en el ámbito de la biotecnología, por lo tanto voy a cursar alguna carrera universitaria ligada a esta temática”.             
            Alexander Lamberti es otro de los alumnos que estuvo en Venado Tuerto. “La propuesta de Nidera, de ofrecer el viaje como premio, es un muy buen incentivo –dice Alexander, que es hijo del encargado de un campo-, y sería muy bueno que lo sigan haciendo para que otros grupos de estudiantes tengan la misma oportunidad que nosotros. Estamos realmente agradecidos con Nidera por todo lo que nos brindaron”.
           La Paraes una localidad cercana a Villa Fontana, de allí es María Luz Alegre, otra de las alumnas que estuvo en la recorrida por la planta de Nidera. Su padre es productor lechero, con una explotación que diariamente ordeña alrededor de 500 vacas. “Ya le planteé a mi familia que quiero hacer un curso que dura 8 meses para ser Asistente de Veterinario, para después irme a trabajar al campo con mi padre”, dice María Luz con mucha firmeza. Sobre la visita destacó que “Aprendimos mucho y agradecemos a la empresa y a nuestro profesor por poner toda la confianza en nosotros”.   
            Antes de retirarse de la planta de Nidera, el profesor Lacase realizó una evaluación de la jornada. “Además de la recepción que nos dio todo el personal de Nidera –dice el docente, que despierta alguna envidia al ver cómo se relaciona con sus alumnos-,  y del nivel didáctico de las charlas que recibimos durante la recorrida, quiero destacar que para los que somos responsables de un grupo de alumnos nos da mucha tranquilidad los niveles de seguridad previstos por la empresa, que nos proveyó de cascos, anteojos especiales y protectores auditivos, a la vez que se mantuvo un ritmo dinámico, sin baches, y respetando los tiempos previstos. Por otro lado, nos llamó la atención el nivel de apertura de la empresa, ya que nos mostraron todo, incluso lo que están haciendo en biotecnología, como es el caso de los estudios que realizan con el material genético de las diferentes especies”.

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