Consumidores prefieren frutos más pequeños, de mejor sabor y vida post cosecha
La papaya es un fruto que data de la prehistoria en el hábito alimenticio de los mexicanos. Es por esto, que la mayoría de la producción nacional está destinada al mercado doméstico y sólo un 10% se exporta a mercados como EE.UU, Canadá y Europa.
Sin embargo, según el Ingeniero Roberto García de la empresa Semillas del Caribe, especialistas en la producción y desarrollo de nuevos materiales genéticos de papaya, los consumidores hoy están eligiendo el fruto tomando en cuenta el sabor, presentación y vida post cosecha, más que en el tamaño y esto ha generado un cambio en el paradigma de los productores de papaya en México, quienes deben buscar nuevas variedades hibrídas que sean del gusto de los consumidores.
“Hoy tenemos aproximadamente entre un 5% y 10% de la superficie cultivada de papaya con variedades híbridas como Tainung 1, Red Lady, Intenzza y de forma exclusiva el híbrido Royal Star”, comenta García.
El 95% de la superficie destinada al cultivo de papayacorresponde a la variedad Maradol roja, la cual se introdujo en el mercado mexicano hace 30 años y que hasta el día de hoy es la que mejor funciona.
“Produce frutos de tamaño medio (2-3 kg), con características organolépticas muy superiores y con una alta productividad comparada con los cultivos “criollos” como las variedades Zapote, Mamey y Cera, que no cuentan con las mejores características de sabor, tamaño y presentación”.
Si bien, la variedad Maradol roja tuvo un crecimiento exponencial en los primeros años por su calidad y sabor, hoy la tendencia ha cambiado, ya que según Roberto García, los consumidores son mucho más exigentes, tanto en términos de calidad como en los procesos que intervinieron en la producción de, en este caso, la papaya.
“Hoy los consumidores están enfocados a frutas de menor tamaño, buen sabor, presentación y vida de post cosecha. Es por eso que en los últimos años, los agricultores y comercializadores se han dado a la tarea de probar nuevos materiales híbridos con la finalidad de encontrar papayas que cumplan las expectativas actuales de los mercados”.
“Las familias actualmente tienen un menor número de integrantes por lo tanto el tamaño de las frutas ha tendido a reducirse. De igual forma la diferenciación en cuanto a la variedad de papayas y presentación de las mismas ha permitido en los últimos tiempos una segmentación del mercado”.
Para García el tema de buscar nuevas variedades va directamente relacionado a las demandas del mercado y con generar un fruto de excelencia, lo cual va a depender de las condiciones agroclimáticas de la zona productiva.
“Encontramos como características deseables en un material la adaptación a diferentes ambientes, precocidad, de porte bajo, alta productividad, la tolerancia a plagas y enfermedades, la uniformidad en la calidad de frutas que se obtiene a lo largo del ciclo productivo, entre otras”.
Papayas mexicanas con calidad garantizada
Gran parte de la producción de papaya se exporta como fruta fresca y esto significa un doble desafío para la industria. Con la historia de años de producción de respaldo, México ha sabido enfrentar y actuar oportunamente con las exigencias de los mercados.
“Los productos mexicanos que son destinados a la exportación son de alta calidad, ya que la mayoría de ellos son exportados al mercado de EE.UU que es uno de los más exigentes, es por esto que nuestros agricultores-exportadores han creado una cultura de trabajo basada en las certificaciones y en la implementación de buenas prácticas agrícolas, de tal forma que las frutas producidas cuenten con la trazabilidad y calidad que requiera el consumidor en casi cualquier mercado de exportación”.
El consumo de papaya ha tenido un crecimiento sostenido en los últimos 15 años. Esto ha motivado a que se incremente la superficie sembrada y que el proceso de producción sea de un perfil tecnológico más alto.
Como parte de esta tendencia de crecimiento y de hacer los procesos productivos más eficientes, el encargado de investigación y desarrollo, ingeniero Roberto García comenta que se han emprendido programas de mejoramiento genético en diferentes regiones del mundo. Estas investigaciones son desarrolladas tanto por institutos dedicados propiamente a la investigación (Universidades, Organismos de Extensión Agrícola, entre otros) así como empresas privadas que invierten en este cultivo en los 5 continentes.
Escenario de la industria
Roberto García de Semillas del Caribe nos detalla que la mayoría de los países productores de papaya destinan gran parte de su producción al mercado doméstico. México, que sólo contribuye con el 10% de su producción a la exportación, sigue siendo el número uno a nivel mundial, principalmente a EE.UU y Canadá.
“Sin embargo, debemos considerar a otros países como Belice, Guatemala y Brasil que actualmente están exportando a estos mismos mercados. Hay algunos otros países que están incursionando en las exportaciones de papaya como Costa Rica, Panamá y Colombia, esto permitirá dar mayor variedad de papayas al consumidor y en consecuencia diversificar el mercado”.
Según Roberto García, si se logra promover la papaya y se toman las medidas necesarias para cumplir con la demanda que se genere, no hay duda que este cultivo tendrá un impacto muy importante en el escenario hortofrutícola a nivel mundial.
“Las proyecciones son alentadoras ya que el mercado en todos se está diversificando y el consumidor tiene más variedades de papaya para elegir, por lo tanto, esto permitirá que el consumo de esta fruta sea cada vez más popular”.
“Los precios de venta son variables de acuerdo a la variedad y al mercado de destino. En México podemos hablar de precio para el productor de entre $0.20 a $1.00 USD por kg. de papaya, por lo que el cultivo si es rentable para los productores”.
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