“La pandemia en Uruguay estuvo muy controlada hasta fin de año y permitió prepararse para evitar problemas importantes en el sector industrial.
Luego de un año cargado de dificultades sobre todo por el efecto de la pandemia y también la sequía que se dio en una parte importante del país, el balance del accionar del gobierno mirando la actividad agropecuaria es positivo. La pandemia en Uruguay estuvo muy controlada hasta fin de año y permitió prepararse para evitar problemas importantes en el sector industrial.
Hubo países que se vieron muy afectados, caso EEUU, en la actividad de la industria frigorífica, eso aquí en Uruguay por el trabajo del sector público y privado no llego a suceder. El campo y la cadena agroalimentaria se han mantenido en actividad siendo uno de los motores importantes para mantener la economía.
El efecto de “La Niña” llevó a que se declarara una parte muy importante dentro de la Emergencia Agropecuaria por parte del MGAP. Si bien la solución de fondo para este fenómeno climático comienza a llegar con las lluvias, el gobierno rápidamente reconoció el problema y puso en marcha medidas para atender fundamentalmente a pequeños y medianos productores.
En este balance hay que destacar también otros temas que tienen que ver con el sector y uno de ellos es la aprobación de la LUC la cual creó la Dirección Nacional de la Policía Rural que viene atiende el tema de la seguridad en el medio rural y sobre todo tiene como objetivo evitar el abigeato.
Dentro de la LUC no se llegó al acuerdo entre los socios de la coalición para habilitar la importación de combustible, esta medida era considerada importante para lograr achicar la diferencia que mantiene Uruguay con el mundo a la hora de comparar los precios del combustible. Este es uno de los temas que sigue pendiente, poder darle competitividad al país con costos de la energía alineados con nuestros competidores.
En el aspecto laboral se logró establecer un marco que regula algunas medidas extremas como las ocupaciones de empresas o piquetes que terminaban en muchos casos afectando a trabajadores que se veían imposibilitados de trabajar. Hubo casos recordados de empresas ocupadas y de diferencias entre sindicalistas y trabajadores que no podían ingresar a cumplir sus funciones.
En la Ley de Presupuesto se cumplió la promesa de la campaña electoral de no aumentar impuestos pese la caída general de la actividad económica y los gastos adicionales que provocó la pandemia.
Es una señal muy interesante que seguramente se va a reflejar en una mayor inversión y actividad del sector que comenzará a derramar en el resto de los sectores de la economía.
En el aspecto de la política monetaria el dólar en marzo del año pasado registró una suba lo que permitió una mejora en la competitividad y corregir en una parte el atraso cambiario que nos impacta en la competitividad.
A propósito de competitividad un tema importante para el país y el sector, es mejorar el acceso a los mercados logrando acuerdos que permitan bajar aranceles, ampliar cuotas o lograr nuevos contingentes con beneficio arancelario. Si bien el gobierno busca flexibilizar el Mercosur y lograr que de forma bilateral se puedan llevar adelante acuerdos entre países, éste es uno de los grandes temas pendientes para Uruguay.
En materia de infraestructura y logística si bien en estos años se ha mejorado, Uruguay debe de seguir avanzando. Es necesario tener buenas rutas y carreteras, puertos con costos competitivos frente a los países de la región. Si bien se ha trabajado para bajar el costo del Puerto de Montevideo el mismo sigue siendo más caro que los puertos brasileños.
Todo indica que vamos a tener, al menos por el corto o mediano plazo, un ciclo positivo para los commodities si se concreta el mismo y se mantienen las condiciones y el marco interno para aprovecharlo el campo será el motor que traccionará la actividad del país.
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