Los inversores iniciaron contactos con los propietarios y el Sindicato de la Carne. Máxima tensión en Ramallo: hay 150 trabajadores tomando la planta industrial..
En las últimas horas un grupo de inversores brasileños inició una serie de primeros contactos y negociaciones informales para comprar la totalidad del capital accionario del frigorífico argentino ArreBeef con sede en la localidad bonaerense de Ramallo.
Si bien no trascendió el nombre de los empresarios interesados, las fuentes consultadas por LPO adelantaron que se trata de al menos dos jugadores de peso radicados en el vecino país con sobrada experiencia en el mercado exportador de carne vacuna.
Los empresarios brasileños se comunicaron este sábado, no solamente con la familia Borrel (propietaria de la firma ArreBeef), sino también con autoridades de la Federación de la Carne para interiorizarse sobre el conflicto laboral que atraviesa el frigorífico.
La decisión de Hugo Borrel (74 años) de cerrar la empresa pareciera firme aunque aún no se dieron los pasos necesarios en la Justicia. Este martes, de hecho, hay una audiencia entre las partes en el Ministerio de Trabajo nacional.
El conflicto generó tal grado de conmoción en Ramallo que la ministra de Gobierno, Teresa García, y el propio gobernador bonaerense, Axel Kicillof, se contactaron con los intendentes de la zona para tratar de mediar en el asunto y garantizar los empleos.
La planta de ArreBeef está ubicada en Pérez Millán (con 5000 habitantes) y se convirtió a lo largo de la historia en uno de los frigoríficos más importantes del país. El impacto económico, productivo y social de la empresa en su zona de influencia es significativo.
Como sea, este domingo permanecían unos 150 trabajadores del frigorífico apostados dentro de la planta industrial. El dato es que el lunes se espera que la Justicia ordene la liberación de la producción de la empresa por pedido expreso de su dueño.
Tal como están dadas las cosas, algunos creen que los trabajadores no darán el brazo a torcer y seguirán tomando el frigorífico desoyendo la conciliación obligatoria decretada por el Ministerio de Trabajo el viernes luego de un paro iniciado el jueves pasado.
El sábado los trabajadores liberaron unas 1200 cabezas por pedido de Borrel. El tema es que en la planta aún quedan miles de kilos de carne comprometidas a clientes del exterior (ArreBeef integra el Consorcio ABC y exporta el 95% de su producción).
Cabe mencionar que ArreBeef es un frigorífico que en mayo próximo cumplirá 100 años de historia. Actualmente cuenta con más de 1.000 trabajadores directos y tiene una capacidad de faena del orden de las 30.000 cabezas de ganado por mes.
En el ciclo 2020/21 la compañía de la familia Borrel obtuvo un cupo de 1.613 toneladas de Cuota Hilton. En 2020 los propietarios invirtieron una suma cercana a los 5 millones de dólares en la compra de un biodigestor, utilizado para los desechos orgánicos.
Como sea, en la Argentina ya operan dos gigantes brasileños en el mercado de carnes que se sumaron en los últimos años a partir de la pérdida de valor de las firmas locales. Ambas son la compañía Marfrig (Quickfood) y el grupo Minerva (Swift).
La interna sindical
En este contexto, lo cierto es que el cierre del histórico y centenario frigorífico ArreBeef -uno de los más importantes del país- tiene un trasfondo sindical que involucra directamente a la Federación de la Carne que conduce Alberto “Beto” Fantini.
Un grupo de trabajadores de ArreBeef están enfrentados al delegado de la zona norte del Sindicato de la Carne. Se trata de Luis Pérez que pudo mantenerse en el cargo ya que las medidas de aislamiento dispuestas por el Covid-19 impidieron que haya elecciones.
“En 2020 Pérez logró saltear el proceso electoral que amenazaba su poder. Prometió elecciones para febrero de este año y ahora volvió a dilatarlas. Esto generó bronca en los trabajadores que iniciaron medidas de fuerza”, describió una de las fuentes consultadas.
Los empleados del frigorífico aseguran que reciben fuertes descuentos en el recibo de sueldo en conceptos desconocidos y que Pérez no da explicaciones. Los propietarios de la firma aducen que sólo pueden negociar con el delegado con representación sindical.
Borrel aclaró que la Federación de la Carne está ajena al conflicto y a la decisión. “Con Fantini tengo diálogo fluido y siempre que han aparecido problemas los hemos solucionado de manera adulta y responsable”, comentó el dueño de ArreBeef.
LPO intentó comunicarse con Fantini pero no obtuvo respuesta. Fuentes cercanas al histórico sindicalista aseguraron que por estas horas se encuentra abocado a encontrar canales de negociación con las autoridades para evitar el cierre definitivo de la empresa.
A principios de febrero la Federación de la Carne acordó una recomposición salarial del 38% en un acuerdo firmado con las distintas cámaras empresarias. El ajuste consistió en un 10% (distribuido en febrero y marzo) sumado al 28% dispuesto anteriormente.
El 19 de febrero, en tanto, la Federación de la Carne denunció la “informalidad” de la industria frigorífica de exportación. “Hay un aumento de exportadores sin fabrica y no comprometidos con el negocio, con matriculas truchas y sin respaldo”, apuntaron.
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