Las exportaciones de carne de cerdo crecerán un 50% durante este año a precios competitivos gracias al impulso del mercado chino y la crisis de oferta mundial que generó el avance de la PPA en Asia y Europa.
Tras un 2020 récord en exportaciones porcinas, en el que Argentina hizo un salto cuantitativo de un 66,2% en relación a los volúmenes registrados durante el 2019; los balances de exportación del 2021 seguirán con una racha positiva.
Durante el año pasado, se alcanzaron las 42.000 toneladas exportadas y expertos del sector afirman que durante éste año se podría incrementar en un 50% por sobre los totales del 2020, pudiendo embarcar a diferentes mercados del mundo unas 70.000 toneladas de carne de cerdo.
Si bien existe una limitación dada por la capacidad productiva, el contexto internacional posiciona a la carne de cerdo como uno de productos más codiciados dado que la oferta mundial de animales está muy golpeada por el rápido avance de la Peste Porcina Africana en Asia y Europa.
A su vez, pese a que para la carne vacuna la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó que habrá una caída de un 7,23% en las exportaciones, significando una perdida de ingreso de divisas de U$S 187 millones, los ingresos obtenidos por las exportaciones de cerdo podrían balancear positivamente esa pérdida generando unos 28 millones de dólares en divisas.
La demanda internacional presiona positivamente a la industria nacional y durante este año se podría repetir el superávit registrado en 2020 en el que Argentina exportó más de lo que se importó.
Las exportaciones de carne de cerdo en 2021 generarán un ingreso de u$s 28 millones.
No obstante, el consultor porcino Juan Luis Uccelli, aseguró que para poder aprovechar la coyuntura Argentina deberá hacer una importante mejora en términos de logística. En este sentido, Uccelli aseguró a El Cronista que una de las trabas es la capacidad de frío del sector, que actualmente es de 4000 toneladas por mes (48.000/año).
Por otra parte, para alcanzar el objetivo de exportar 70.000 toneladas sería necesario, según el consultor, “más establecimientos habilitados para exportar a China”; habilitaciones que se encuentran cajoneadas por parte del Gobierno chino que aún no se manifestó en relación a las solicitudes ingresadas durante el primer semestre del 2020.
“Estamos condicionados en el crecimiento y tenemos límites en las plantas de faena y desposte, fundamentalmente de frío, que están habilitadas para el principal mercado que es el chino”, explicó Uccelli.
La producción nacional, en tanto, aumentaría en función de las exportaciones, pudiendo crecer entre un 6% y 7% de las 790.000 toneladas producidas durante el 2020. De acuerdo al presidente de la Asociación Argentina Productores de Porcinos (APP), Adolfo Franke, el crecimiento de la producción no está dado por la mayor inversión sino por la mayor eficiencia de los criaderos.
“La renovación genética permite que haya más lechones por madre y, en consecuencia, que la ganancia diaria de peso sea mayor y se produzcan más kilos de carne, pero en las mismas instalaciones” explicó Franke.
Una mejora significativa sería un incremento en la cantidad de criaderos que hay en la actualidad pero, de acuerdo a Franke, eso enfrenta como obstáculo la presión impositiva: “En el año 2017 se bajó el IVA del 21 al 10,5%. Eso nos generó no solo un costo impositivo más para la producción, sino que cuando se invierte estamos imposibilitados de recuperar el IVA, por lo que nos termina costando un 19% más”, detalló el presidente de APP.
Según lo que explicó Franke, pese a que la baja es una noticia promisoria, la alícuota del IVA varía entre el 11.9% y el 12.9%. En todos los casos, para el presidente de APP, “resulta superior a la venta” generando que en buenos momentos haya “saldos positivos” pero limitados y en momentos ajustados en el mercado, los saldos se tornen negativos y generen perdidas significativas para los productores.
La recuperación del IVA que algunas empresas tienen a su favor está trabada también por la exigencia del Estado de “tener pagado una determinada cantidad de IVA durante los próximos cinco años”, explicó Franke a la vez que afirmó que estos factores impositivos resultan en un desincentivo fuerte para la inversión.
Sin embargo, para el ingeniero zootecnista Juan Uccelli, las inversiones para la construcción de criaderos porcinos son fácilmente amortizables en unos 5 o 7 años ya que la crisis que sembró a nivel internacional la PPA se mantendrá por varios años más y las demandas de los mercados importadores seguirán creciendo e impulsando una competencia en precio, calidad y cantidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.