El estudio se hizo en invierno en campos de pastoreo para conocer también los factores del suelo que condicionan dicha emisión. Es mayor desde la orina que desde las heces.
La expansión de las áreas de cultivo de granos en Argentina durante los últimos 30 años ha desplazado geográficamente a la producción de ganado a ambientes no utilizables para la agricultura. Uno de ellos es la cuenca del río Salado, que actualmente es la zona que concentra la mayor cantidad de cabezas de ganado bovino del país, una de las actividades del sector agropecuario con incidencia importante en la emisión de gases de efecto invernadero.
Un equipo de investigadores –integrado por especialistas del INTA, la Fauba y Embrapa, Brasil– estudiaron un sistema de producción de carne en pastoreo directo en esa región de la provincia de Buenos Aires. Los especialistas argentinos buscaron cuantificar y comparar las emisiones invernales de óxido nitroso en suelos con y sin ganado en pastoreo, y estudiar algunos de los factores del suelo que condicionan dicha emisión en el período.
“A mayores temperaturas, la emisión de óxido nitroso es más importante debido al exceso hídrico y el aporte de nitrógeno que implica la presencia de animales en pastoreo y sus excretas. Entonces planteamos la hipótesis de que aun en el invierno la medición de estos flujos no debería considerarse insignificante para el cálculo de las emisiones totales”, explicó Alejandro Costantini, investigador del Instituto de Suelos del INTA.Si bien el óxido nitroso no tiene la misma peligrosidad que el metano, es clave conocer las emisiones que provocan los bovinos.
“Si bien la contribución de las excretas animales a las emisiones de dióxido nitroso del suelo parece ser baja, podría ser de relevancia una vez extrapolada al área total de pastoreo y a la duración del período de bajas temperaturas en la región”, indicó Costantini.
Gabriela Pérez, de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba), aseguró que “en los sistemas de pastoreo, la mayoría de las emisiones se producen a partir de los parches de orina, mientras que la emisión desde las heces es sensiblemente menor. Después de un período de 42 días de muestreo de gas, la diferencia en el óxido nitroso acumulado al considerar la cantidad de deposición animal en una hectárea control más excretas fue 5% mayor que en el suelo sin presencia de animales pastoreando (control sin excretas), del cual la orina contribuyó con la mayor parte”.
Los sistemas ganaderos extensivos tienen diferentes condiciones, según el área de estudio. La receptividad de los pastizales es más limitada en invierno debido a la menor calidad y cantidad del forraje.
El brasileño Bruno Alves, investigador de Embrapa, destacó que “la presencia de animales significa un aporte constante de nitrógeno al suelo en forma de excretas, aun cuando la carga animal no sea muy grande”.
Óxido nitroso y metano
De acuerdo con Costantini, “aun cuando las emisiones de óxido nitroso no tienen la misma significación que las emisiones de metano, el óxido nitroso de la producción animal es de importancia significativa en el inventario nacional de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), lo cual torna importante su estudio y la búsqueda de formas de mitigación”.
El proyecto de investigación del cual surgen ambos estudios reúne a ocho países –la Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile, República Dominicana, Ecuador y Nicaragua– en una plataforma que se denomina “Uso de Leguminosas en Sistemas Ganaderos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.