domingo, 11 de junio de 2017

Sudáfrica: La declaración de desastre en el Cabo Occidental "llega tarde"



El Cabo Occidental acaba de declararse zona de desastre por la sequía. Según la jefa de gobierno, Helen Zille, "el agua potable es solo para beber, cocinar y lavar la ropa".


En algunas zonas de Boland, se ha cortado el acceso al riego y ello afecta a unos 600 agricultores del distrito del río Berg y a la producción de uva de mesa y cítricos. Los productores con los que ha hablado FreshPlaza han expresado que la declaración no ha sido más que una formalidad y que la provincia ya lleva algún tiempo siendo zona de desastre. "De hecho, ahora ya es demasiado tarde", asegura un productor de uva de mesa del valle del río Hex.

La mayoría de explotaciones tienen pozos y pequeños embalses, pero en zonas como la del río Olifants, a tan solo 50 o 60 metros sobre el nivel del mar, la mayoría de los pozos sacan agua con niveles de salinidad demasiado altos. "Es una crisis, estamos muy preocupados", dice Nico Greeff, que cultiva uva de mesa allí. "En estos momentos, no estamos regando, lo que podría notarse en la fructificación del año que viene. Normalmente, regaríamos una vez al mes a lo largo del invierno, a no ser que llueva bien. Por suerte, hemos terminado de cosechar, pero los productores de hortalizas de nuestra zona están perforando pozos, aunque el agua es muy salada y solo de vez en cuanto sale agua dulce".

Los productores de granada también han acabado de cosechar y Hannes Pienaar, de Capespan, dice que el riego con agua del embalse de Theewaterskloof en Villiersdorp prácticamente ha acabado. Por fortuna, sus huertos necesitan ahora poca agua, relativamente. La escasez de agua ha forzado a los productores a arrancar ahora huertos que se preveía arrancar de aquí unos años, para reducir la presión sobre los sistemas de abastecimiento hídrico.

En esta zona, a algunos productores todavía les queda parte de su asignación de agua, pero como el embalse está a niveles bajos –ahora, a un 14%– el agua lleva mucho barro y es de calidad baja.

Según Wiehann Steyn, gerente de producción de cultivos en HORTGRO, cuando el riesgo se restringe por debajo del 50% de las necesidades de los huertos, es imposible que la fruticultura sea rentable: "La producción de biomasa (tanto de crecimiento como de frutos) de los árboles frutales está directamente relacionado con la disponibilidad de agua durante la temporada de crecimiento, ya que los árboles no pueden hacer la fotosíntesis ni producir carbohidratos sin agua. Con un estrés hídrico moderado, como el vivido en las dos últimas temporadas, los árboles jóvenes crecen menos y los árboles maduros dan menos fruta y de menor tamaño. La calidad de la fruta también se reduce con un estrés hídrico moderado porque aumentan las quemaduras solares y los defectos internos, que se traducen en una fruta no apta para el consumo en fresco ni para el almacenamiento prolongado".

Añade que durante la temporada 2017/18 se podría sufrir un estrés hídrico grave si no llueve lo suficiente este invierno. "Si el agua de riego se vuelve muy limitada, es posible que los productores tengan que retirar toda la fruta de los árboles, arrancar los huertos menos productivos para reservar el agua para los huertos que queden o incluso cortar la parte superior de los árboles para, al menos, mantener con vida el sistema radicular".

"El coste de producción anual de un huerto de manzanos en plena producción se acerca a los 150.000 rands [10.000 euros] por hectárea, por lo que es posible que los productores incurran en deudas considerables si llega un año de seguía grave con pocos medios para recuperar esas deudas en futuras temporadas. Puesto que los árboles de hoja caduca no alcanzan la plena producción hasta 5 o 6 años después de la plantación, cuesta mucho tiempo reemplazar por completo los huertos perdidos, mientras que el crecimiento reducido de los huertos jóvenes puede tener un impacto significativo sobre la rentabilidad, teniendo en cuenta que los costes de establecimiento pueden superar los 350.000 rands [23.600 euros] por hectárea".

Jacques du Preez, gerente de producto de fruta de pepita y fruta de hueso en HORTGRO, no considera que la situación sea una catástrofe aún, pero dice que los árboles de hoja caduca no producirán tanto el próximo año. "Este es uno de los otoños más cálidos y secos en años. Los árboles deberían estar en reposo y, sin duda, tendríamos que haber tenido fríos y lluvias ya".

Estado normal de Boland en el mes de mayo

En Citrusdal, los agricultores están gestionando bien el agua. En toda la provincia, los productores han ajustado el uso de agua mediante sondas que detectan la humedad del suelo, métodos de riego más eficientes y medidas para conservar la humedad del suelo, por ejemplo.

Los productores creen que deberían tomarse medidas a largo plazo, como excavar el fondo de los embalses o incrementar la altura de los muros del embalse.

Zille espera que las medidas drásticas, como declarar la provincia zona de desastre, tenga efectos positivos. "Es una oportunidad para que Sudáfrica emerja como la economía hídrica de crecimiento más rápido del mundo". Hace referencia a la crisis eléctrica de 2008, que llevó a una explosión de iniciativas de energía renovables en el Cabo Occidental, donde se genera el 70% de la energía renovable del país.

Las primeras lluvias sustanciales en el Cabo Occidental se esperan tarde, en junio o julio. En la provincia, se pronostica una reducción de las precipitaciones de un 30% para 2050. Aproximadamente 132.000 personas se dedican a la agricultura y a industrias secundarias relacionadas con la fruta de árboles de hoja caduca, tanto en el Cabo Occidental como en el Cabo Oriental.

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