miércoles, 12 de diciembre de 2012

Programa “Colación Sana” suma más estudiantes a una vida saludable


Iniciativa de la industria frutícola chilena, liderada por la Produce Marketing Association (PMA)
En Chile el 21,1% de los escolares presenta obesidad por factores de alimentación o sedentarismo. El país se ubica en el cuarto lugar, detrás de EE.UU, México y Nueva Zelanda con personas que presentan exceso de peso.
Fotografía gentiliza Colegio Santa María de Paine
En 2011 la industria frutícola chilena lanzó una campaña de alimentación saludable dirigida a escolares, iniciativa liderada por el Consejo Chile de la Produce Marketing Association (PMA), cuyo objetivo se centró en que cada alumno comiera diariamente una fruta en su colegio, con el fin de disminuir el consumo de grasas y azúcares, y así motivar una alimentación saludable, mejorando la calidad de vida de las personas.
Todo comenzó con un plan piloto en diversos colegios en la comuna de Buin (Región Metropolitana) para este año abarcar establecimientos educacionales de la zona de Paine, Talagante, San Bernardo y la comuna del Olivar en la VI región, colegios de escasos recursos, con un alto porcentaje de vulnerabilidad de los niños.
Semanalmente, entre el 6 de agosto y 26 de noviembre, se coordinó la entrega de fruta donada por exportadoras chilenas  – Exportadora Subsole S.A Greenvic S.A; David del Curto; Exportadora Gesex S.A; Exportadora Santa Cruz S.A; Frusan S.A; Dole Chile S.A  – a los colegios participes del programa, transporte y entrega que estuvo a cargo de la empresa DAMCO, bajo la coordinación de la Exportadora Subsole.
Considerando el 100% de los alumnos de cada establecimiento, semanalmente se llegó a un total de 4.363 niños entre los niveles de pre básica, básica, media y nocturna, según correspondiera, quienes disfrutaron de manzanas, peras y naranjas de excelente calidad.
Colación saludable
Pedro Tamayo, director del Colegio Polivalente San Bernardo Abad, complejo educacional que participó del programa comentó que toda la comunidad evaluó el programa como un aporte muy importante, uno que regulariza la alimentación de los chicos.
“En general nuestros alumnos tienen una gran distancia entre las comidas, o no toman desayuno o no toman once.  Ahí la fruta, ya sea en la mañana o en la tarde sirve de colación”, dijo.
Nos relata que una vez entregada la fruta en el colegio ellos la acopian para luego ir repartiéndola entre los alumnos. “La repartimos algunas veces como colación, después algunas veces en la tarde. Otras veces se las mandamos a la casa”, nos explica Tamayo. “Eso va variando, para que no se haga una rutina”, agrega.
Fotografía gentiliza Colegio Santa María de Paine
Tamayo, al igual que otros participantes del programa destacó la calidad de la fruta entregada. “Estamos hablando de un producto súper bueno, naranjas de buena calidad, dulces y bonitas”.
“Desde el punto de vista de la salud es un programa que ayuda a las familias más vulnerables a tener la posibilidad de una alimentación sana”, dice Tamayo, al tiempo que desde la mirada pedagógica el programa ha influido en que los alumnos comen una colación distinta en los colegios.
“Hay que reconocer profundamente la generosidad de los empresarios que hicieron esto”, destaca.
Valeria San Martin alumna de 1° medio del colegio catalogó como “súper buena” la entrega de manzanas en los recreos. “Así nos alimentamos de forma sana, no vamos a comprar al kiosko golosinas. Lo encuentro súper bueno”.
“Es bueno porque así uno puede comer un alimento saludable. Uno siempre está comiendo frituras o alimentos que hacen mal al cuerpo. Encuentro estupendo que puedan darnos manzanas en el recreo cuando uno puede comer cosas más sanas”, opinó Alexis Luna, alumno de 3° medio.
“Me gusta porque todos los días se come una manzana en vez de comprar colación”. Comentó Carlos Valdebenito, alumno del colegio.
Otro establecimiento que participó del programa es el Complejo Educacional Agrícola de Talagante, único en esta zona en ser partícipe de la iniciativa.
Jessica González, nutricionista de la entidad educacional nos relata que aquí la fruta la entregaban en el desayuno y en unas bandejas en el sector del comedor, en donde los niños podían disponer de ellas en cualquier horario. “De los recreos vienen y sacan su fruta. Los niños tiene todo el día para comer fruta”, dice.
Como establecimiento Jessica señala que están contentos de haber tenido la suerte de contar con la fruta, una que tuvo una muy buena recepción por parte de los alumnos.
“Estaban contentos sobre todo porque era entretenido ver una fruta que era uniforme, del mismo tamaño, de calidad de exportación. Llama la atención ver una fruta, por ejemplo las manzanas rojitas, sin ninguna mancha o golpe de frio, o las mismas naranjas que parecían pomelos”.
Fotografía gentiliza Colegio Santa María de Paine
“Tuvo buena aceptación y a nosotros nos sirvió bastante. Tenemos un internado y nuestro desayuno va con fruta. Como ahora ven fruta todo el día es normal comer su fruta en la mañana”.
Pero los alumnos no fueron los únicos involucrados. Los padres de estos también fueron partícipes, a quienes se les informó acerca de qué consistía el programa y los beneficios de este.
“Los comentarios de los padres fueron muy alentadores, ya que saben la importancia de los beneficios del consumo de frutas y verduras. Además comentan estar muy agradecidos de que sus hijos sean parte de este proyecto, dado que a veces no disponen de dinero para comprar fruta”, comentó Ema Anatibia Leiva, directora del Colegio Santa María de Paine, establecimiento que participó del programa.
En este colegio se construyó una pequeña bodega en el casino en donde acopiaron la fruta, procurando que esta se mantuviera en condiciones óptimas. Cada curso eligió a dos alumnos responsables para retirar y entregar la fruta a sus compañeros en sus respectivas salas.
“Aproximadamente 1.420 alumnos fueron beneficiados con una fruta todos los días de lunes a viernes desde el mes de julio a noviembre”, indica la directora.
“Para los alumnos fue muy grato que cada día les entregaran una fruta. Disfrutaban de la entrega, sentían que les entregaban <>”.
“Los apoderados están muy contentos por el Programa y cuentan que sus hijos comentan lo sabrosa y jugosa que es la fruta que llega al colegio”, señala la rectora, quien destaca que estas iniciativas son beneficiosas para la población.
“Es bueno educar a los alumnos y promover la vida sana”.
“En el poco tiempo que llevamos implementado el Programa hemos visto buenos resultados. Lo recomendaría a otros establecimientos para promover la vida sana, acercando a los niños y jóvenes de edad escolar a disfrutar y adoptar hábitos alimenticios beneficiosos para la salud”.

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