viernes, 14 de diciembre de 2012


La sanidad ganadera, paso a paso

Soy gerente de servicio técnico de Biogénesis Bagó. Contar con un plan sanitario productivo aplicado en tiempo y forma, además de un asesoramiento por parte de un profesional veterinario, es la base para aumentar la eficiencia en sanidad. Actualmente, el porcentaje de terneros destetados ronda el 62% promedio nacional, con zonas que no superan el [...]
Soy gerente de servicio técnico de Biogénesis Bagó. Contar con un plan sanitario productivo aplicado en tiempo y forma, además de un asesoramiento por parte de un profesional veterinario, es la base para aumentar la eficiencia en sanidad.
Actualmente, el porcentaje de terneros destetados ronda el 62% promedio nacional, con zonas que no superan el 50%. En este mismo contexto tenemos establecimientos, en diferentes zonas del país, que destetan entre un 80% a un 90% de los terneros. La brecha entre los resultados de un establecimiento y otro estriba, en la mayoría de los casos, en la adopción de tecnología (manejo, nutrición y sanidad).
La etapa de preservicio es el puntapié inicial del sistema de cría. Si arrancamos con un bajo porcentaje de preñez, malogramos la actividad de todo el año. El foco en la prevención de enfermedades infecciosas es clave en esta etapa.
En lo que respecta a los vientres, es aconsejable aplicar vacunas reproductivas 20 días antes de comenzar los servicios. En vaquillonas de primer servicio se deben aplicar dos dosis con intervalo de 20 a 25 días.
En el caso de los toros siempre es conveniente realizar un doble raspado negativo para enfermedades venéreas y aplicar dos dosis de vacuna contra síndrome reproductivo.
La etapa de preparto (último tercio de la gestación) es muy importante para lograr terneros sanos y fuertes en los dos primeros meses de vida.
La prevención del síndrome de diarrea neonatal (con un impacto económico dado por la mortandad de terneros, retraso en el desarrollo corporal, etcétera) se realiza vacunando las madres contra esta enfermedad en el último tercio de la gestación, para transferir inmunidad pasiva a través del calostro. Para las carencias de minerales y cobre (que se presenta en casi todas las regiones del país produciendo pérdidas de peso en los terneros de destete, menor resistencia a infecciones, etcétera.), se debe tratar a las madres en el último tercio de la gestación, periodo en el que transfiere al hígado fetal gran cantidad de cobre.
La etapa predestete es la antesala del sistema de recría y engorde, donde las mayores pérdidas se dan por infestaciones parasitarias seguidas por enfermedades infecciosas como neumonía. Así, el plan sanitario predestete consiste en una doble dosis de vacunas contra los síndromes de neumonía, queratoconjuntivitis y enfermedades clostridiales, sumado a una dosis de antiparasitario.

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