sábado, 8 de diciembre de 2012


La cosecha del trigo, afectada por fusarium

Explican cómo se debe regular la cosechadora.
Según un informe realizado por técnicos del INTA Manfredi, en un año “Niño” es común detectar la presencia de elevados porcentajes de espigas con granos dañados por el hongo fusarium, que ocasiona granos anormales que quedan junto a los que están sanos y limpios en el momento del almacenaje o la comercialización.
“Es importante tener en cuenta que los granos dañados afectan directamente y ,en gran medida, la calidad de las harinas luego de la molienda”, remarca el informe, que agrega: “Durante la etapa de cosecha, la regulación de la máquina no debería generar demasiada molienda en la paja de trigo y trillar solamente la porción de la espiga con granos sanos para posteriormente facilitar el trabajo del sistema de limpieza y provocar el volado de los granos de menor peso hectolítrico durante la limpieza”.
De acuerdo con el INTA en cuanto al cabezal triguero, si el cultivo se presenta en posición erecta o normal hay que intentar que la cuchilla de corte trabaje unos 30 cm por debajo de la espiga y no más abajo.
“De esta forma se disminuye la relación paja/grano y se facilita la labor de trilla en el rotor o cilindro. En días ventosos, esta altura de corte más cercana a la espiga obliga a utilizar una pantalla protectora de tejido tipo sorguera para evitar el volado de las espigas desde el cabezal, ya que las mismas tienen menor peso al poseer menor paja”, subraya. “Por esta misma razón se debe tener precaución en la regulación de la velocidad de giro del molinete para que el trabajo del mismo, no sea una causa más del voleo de espigas”, añade.
Entre otras cosas, el trabajo explica que hay que detenerse en la regulación del sistema de trilla. “Es importante regular la agresividad del sistema de trilla tratando de trillar sólo los granos con calidad comercial. Como primer punto sería importante iniciar el trabajo con un 17 a 18 %de humedad del grano de forma tal de lograr una mayor diferencia en el peso específico entre el grano sano, entero y con mayor humedad y el grano atacado por fusarium, que va a estar mucho más seco”, precisa.
Respecto del sistema de limpieza, la velocidad del ventilador o turbina de limpieza se deberá trabajar en el rango desde los tres cuartos de velocidad hasta el máximo, ajustando la regulación del zarandón a esas condiciones. “Durante las primeras mediciones de pérdidas se deberá analizar si las colas y puntas de espigas que estén saliendo por cola poseen algún grano todavía de valor comercial. De no tenerlo, no se cambiará nada en la regulación, pero si aún quedan granos con valor comercial el tercer sector del zarandón se deberá abrir lo necesario como para enviar a retorno esa cola y punta de espiga para recuperar ese grano de valor comercial”, concluyó.

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