viernes, 14 de diciembre de 2012


Ganadería | Ovinos

Racionamiento y producción en ganado ovino

Racionamiento y producción en ganado ovino.
En el ganado ovino, los rebaños salen a pastar diariamente y no se conoce el valor nutritivo del pasto, cantidad de alimento ingerido o el nivel productivo de cada animal en un momento dado, por lo que es muy difícil establecer un plan de racionamiento que se ajuste fielmente a las necesidades del rebaño.








En el ganado ovino, los rebaños salen a pastar diariamente y no se conoce el valor nutritivo del pasto, cantidad de alimento ingerido o el nivel productivo de cada animal en un momento dado, por lo que es muy difícil establecer un plan de racionamiento que se ajuste fielmente a las necesidades del rebaño. Durante el ciclo de producción, la oveja posee necesidades nutritivas diferentes según la fase en la que se encuentre, y sin embargo, los aportes no siempre coinciden con las necesidades, bien por razones fisiológicas, como por escasez o exceso de alimento.
Durante la fase de producción, las necesidades de la oveja varían de 1 a 3 para la energía y de 1 a 4 para la proteína, mientras que su capacidad de ingestión sólo varía de simple a doble. Como resultado existe una sucesión de fases de excedentes y déficits de los aportes con relación a las necesidades, que se traducen en variaciones de peso vivo. Se diferencian tres fases en la vida productiva del animal, para cada una de las cuales la alimentación será diferente, y habrá o no necesidad de suplementar la dieta.

Periodo seco. Cubrición

Las ovejas una vez destetadas deben recuperar sus reservas corporales para llegar a la siguiente cubrición con un adecuado estado corporal que les permita la salida en celo y una tasa de ovulación adecuada que garantice una profilificidad del parto adecuada.
Por tanto, habrá que administrar una dieta que permita a las ovejas recuperar su condición corporal, suplementando con cebada en grano hasta que la oveja alcance un estado corporal satisfactorio, y a partir de ahí, mantener una dieta que le permita cubrir las necesidades de mantenimiento. En cualquier caso, se recomienda la práctica del flushing, sobre todo en ovejas de condición corporal media-baja. El flushing consiste en suplementar las necesidades de energía desde 2-3 semanas antes de la monta hasta 2-3 semanas después
Gestación
Durante la gestación tiene lugar el desarrollo de la placenta, del útero y del (los) feto(s) en el primer mes de gestación el crecimiento es despreciable, pero debe evitarse cualquier cambio brusco en el entorno del animal.
Durante el segundo y tercer mes, el feto posee un crecimiento diario bajo pero la placenta alcanza su desarrollo definitivo y los tejidos nervioso y óseo tienen un crecimiento relativo máximo, por lo que resulta conveniente alimentar a las ovejas con un nivel ligeramente superior al de mantenimiento.
El último período de gestación (4º y 5º meses) es muy delicado, ya que aumentan rápidamente las necesidades de la oveja y disminuye su capacidad de ingestión. En estos casos la oveja recurre a movilizar sus reservas energéticas, aunque se debe procurar que no sea de forma muy acusada mediante suplementos en la alimentación, ya que repercutiría en el peso al nacimiento de los corderos y en la producción lechera en la primera fase de lactación.
Lactación
La primera fase de lactación es el período del ciclo productivo de máximas necesidades, siendo más elevadas cuanto mayor es el número de corderos amamantados. A pesar del rápido aumento de la capacidad de ingestión la oveja no puede consumir durante las primeras semanas una cantidad de alimentos suficiente para hacer frente a sus necesidades, por lo que debe movilizar sus reservar corporales, que únicamente serán abundantes si al final de la gestación la alimentación ha sido correcta.
En rebaños con ritmos de reproducción semi-intensivos (2 partos en 3 años) no se debe permitir que las ovejas adelgacen mucho durante la lactación, mientras que en explotaciones con ritmos reproductivos de un parto al año se puede dejar adelgazar a las ovejas durante la lactación, pues hay tiempo suficiente de recuperación durante el período seco.
Consideraciones en la oveja de leche
De todos los factores extrínsecos que afectan a la producción de leche el que más influencia ejerce es la alimentación. Este aspecto es especialmente importante en el último tercio de la gestación, durante el que se produce el desarrollo del tejido secretor de la ubre, y a lo largo de la propia lactación. Durante esta fase del ciclo productivo, es cuando las necesidades alimenticias son más elevadas, y la influencia de la alimentación durante la gestación puede ser decisiva para mantener la producción.
Durante la fase inicial de la lactación, en la que se produce un aumento rápido de la producción de leche, se inicia también un incremento de las demandas de energía y proteínas con respecto a las necesidades de mantenimiento. Sin embargo, la capacidad de ingestión del animal, aunque aumenta, no lo hace al mismo ritmo que las necesidades. Consecuencia de este desfase entre necesidades e ingestión es la pérdida de peso observada en los animales al inicio de la lactación. Esta capacidad de las ovejas para movilizar reservas corporales está relacionada de forma directa con la cantidad de depósitos grasos que el animal presenta al inicio de la lactación, y de forma inversa con la ingestión de energía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.