miércoles, 3 de octubre de 2012




Patologías del aparato reproductor en conejas

En pocos años el conejo se ha convertido en una de las mascotas "exóticas" más comunes dentro de las clínicas veterinarias. Los conejos son animales prolíficos, que alcanzan la madurez sexual con 4-6 meses de edad. En conejas domésticas hay un alto índice de problemas reproductores en animales no castrados. A continuación se describen las patologías más comúnmente observadas en la clínica rutinaria.



Introducción

En pocos años el conejo se ha convertido en una de las mascotas "exóticas" más comunes dentro de las clínicas veterinarias. Los conejos son animales prolíficos, que alcanzan la madurez sexual con 4-6 meses de edad. En conejas domésticas hay un alto índice de problemas reproductores en animales no castrados. A continuación se describen las patologías más comúnmente observadas en la clínica rutinaria.

Adenocarcinomas uterinos

Se describe como la neoplasia reproductiva más frecuente (hasta un 80% de los casos) en los Estados Unidos en conejas, según la literatura actual; No obstante, autores como Harcourt-Brown aseguran que la presentación de esta patología en la clínica europea no es tan común, si no más bien todo lo contrario.

Se presenta con independencia de si las hembras son o no reproductoras, y normalmente lo encontramosen conejas de más de 4 años de edad.

Son neoplasias de lento crecimiento, que pueden pasar desapercibidas durante la exploración general cuando son de pequeño tamaño, y que generalmente metastatizan, en primer lugar extendiéndose por las paredes del útero para posteriormente alcanzar órganos de la cavidad abdominal.
También puede haber una diseminación hematógena a zonas más alejadas como son pulmón e incluso cerebro, aunque ello requiere mayor tiempo de evolución.

Los signos clínicos por los que se presentará el animal a consulta serán comúnmente descargas sanguinolentas por vagina y hematuria. Los dueños en la mayoría de las ocasiones comentarán que han visto sangre en la orina, sin diferenciar de dónde procede la hemorragia.

Durante la exploración del animal en consulta se podrán palpar los adenocarcinomas uterinos en la parte caudal del abdomen, a la altura de las vértebras lumbares (aunque en animales pequeños pueden estar a nivel de las sacras).
Para casos en los que los adenocarcinomas sean todavía pequeños, habrá que realizar una palpación profunda, pero siempre cuidadosa para evitar un sangrado mayor. En casos en los que la patología está avanzada incluso los cuernos uterinos se verán afectados.

En animales destinados a la cría se verá reducido el número de camadas, el tamaño de las mismas y se observarán problemas durante el parto (nacimientos prematuros y retenciones fetales fundamentalmente).
En la clínica, antes de someter a un animal con sospecha de adenocarcinoma uterino a cirugía, sería recomendable realizar radiografías de tórax para descartar metástasis, y ecografías para delimitar la neoplasia dentro de la cavidad abdominal.
Una analítica también es de gran utilidad o, como mínimo, una determinación del hematocrito del animal, pues las pérdidas de sangre en estadios avanzados suelen ser severas.

El tratamiento de elección para los adenocarcinomas uterinos es la ovariohisterectomía de los animales afectados, pero la verdadera clave para evitar esta patología reside en la prevención, mediante la castración rutinaria de toda hembra que no vaya a destinarse a la reproducción.

La cirugía es curativa para todo animal que no tenga metástasis, empeorándose notablemente el pronóstico si existe diseminación a otros órganos, en especial a pulmón. Tras la ovariohisterectomía se deberá dar al animal tratamiento de soporte, junto con una adecuada antibioterapia, y controlando periódicamente el hematocrito en animales con anemias severas.

Es recomendable revisar y examinar a los animales sometidos a cirugía cada 2-3 meses, durante un periodo de 1-2 años tras la ovariohisterectomía para descartar posibles metástasis.

Aneurismas venosos del endometrio uterino
Los aneurismas venosos son, en el caso de nuestra clínica, la patología más frecuentemente observada en conejas enteras. Los animales más predispuestos a padecer aneurismas venosos del endometrio uterino son aquellos aquellos que en un principio fueron seleccionados para la obtención de carne, de rápido crecimiento y más prolíficos.
Se suele dar en animales más jóvenes que en el caso de los adenocarcinomas, y se pueden observar en animales con tan solo 1 año de edad. Se desconoce si la etiología es congénita, se produce por traumas o bien por aumentos de la presión intraluminal.

Se producen dilataciones en las venas del endometrio uterino que causan un sangrado intermitente por vagina. Al igual que con los adenocarcinomas, los dueños de los animales afectados se referirán al problema como que el animal "tiene el periodo".

En el caso de los aneurismas venosos del endometrio las hemorragias pueden ser muy profusas y graves, y se debe tener sumo cuidado al realizar la exploración rutinaria en un animal con sospecha de patología reproductiva, pues podemos causar una hemorragia difícil de detener y que puede poner en peligro la vida del animal.
Una presión excesiva sobre los cuernos uterinos puede tener un desenlace fatal. A la palpación, los aneurismas venosos se perciben como un engrosamiento generalizado del útero, que se nota aumentado de tamaño y ligeramente aumentado de consistencia.
Si anestesiamos a las conejas con aneurismas endometriales uterinos observaremos que en cuanto el tono muscular de la vagina disminuya sangrarán abundantemente.
Esto no es sinónimo de haber provocado una hemorragia, si no que sencillamente toda la sangre acumulada en el útero y la vagina desciende por gravedad. Todo animal con sospecha de aneurismas es un animal que hay que tratar como una urgencia, recomendando a los dueños la cirugía con la mayor brevedad posible.
Tras estabilizar al animal hay que proceder a realizar una ovariohisterectomía. El pronóstico dependerá la mayoría de los casos de cómo llegue el animal a consulta, pues en ciertos animales la anemia es demasiado severa, resultando conveniente entonces una transfusión de sangre y tratamiento de soporte, además de una antibioterapia adecuada para evitar infecciones secundarias.
Aneurismas en ambos cuernos uterinos de una coneja

Piometras
Pese a que no son demasiado frecuentes, los animales que se presentan a consulta con esta patología son pacientes que normalmente llegan en un estado bastante deteriorado por la tardanza del propietario en percibir que el animal está enfermo.

Al igual que en pequeños animales, las piometras se caracterizan por descarga vaginal seropurulenta (al igual que en la clínica de pequeños, también hay casos en que no existe descarga vaginal), letargia, dilatación abdominal, anorexia, y en los casos en los que se detecta tarde, las septicemias son frecuentes.

El diagnóstico se basa en la anamnesis (hembras que hayan parido recientemente, que hayan tenido reabsorción fetal o muerte de alguno de los fetos, si bien también pueden darse piometras en hembras que no hayan parido nunca); radiográficamente se verá el útero y los cuernos uterinos aumentados de tamaño; La ecografía ayuda a detectar posibles alteraciones concurrentes con la piometra (quistes, neoplasias, etc.).
Una analítica general nos permitirá evaluar el pronóstico del animal, en especial si monitorizamos la función renal, pues se ha observado la el depósito de sustancia amiloide en los riñones debido a inflamaciones crónicas del útero.

Se ha de tener especial cuidado al realizar la palpación del abdomen durante la exploración del animal para no producir una rotura de la pared uterina si ésta se encuentra demasiado distendida.
Una antibioterapia agresiva, una adecuada fluidoterapia y la realización de una ovariohisterectomía son los procedimientos de elección ante casos de piometras en conejas.
La resolución del cuadro únicamente con antibióticos y fluidoterapia dará en la mayoría de los casos frecuentes recidivas, debido a las características del exudado inflamatorio de los conejos (más denso que el de otros pequeños mamíferos) y a que es sumamente difícil drenar adecuadamente todo útero y los cuernos uterinos.

Pseudogestación
La pseudogestación se puede presentar tanto en hembras que convivan juntas como en hembras que se alojen en solitario.
Los conejos son de ovulación inducida y la cópula estimula la ovulación unas 10 horas post-coito. La ovulación puede ser inducida mecánicamente por estimulación de la vagina, bien por el mero hecho de ser montada por otra hembra, o incluso por la sola presencia de un macho entero en las proximidades del alojamiento de la hembra.
Tras la ovulación se instaura el cuerpo lúteo, que pasa a segregar progesterona. La pseudogestación suele durar entre 15-18 días, en los que la hembra no está receptiva a ningún macho.
Al final de este periodo la hembra suele desarrollar la conducta de construir el nido, arrancándose pelo de la papada, la zona dorsal, en especial desde las vértebras lumbares en sentido caudal, y en todo el vientre (hay animales que solo se presentan a consulta con alopecia y cambios de conducta, en especial, aumento de la agresividad hacia los dueños o hacia otros ejemplares).

La ovariohisterectomía es el tratamiento de elección en este caso, una vez que todo el tejido haya involucionado. Es importante verificar que las glándulas mamarias han dejado de producir leche antes de realizar la cirugía, pues de lo contrario mantener limpio el campo quirúrgico puede resultar complicado y la recuperación del animal será más lenta.

El tratamiento hormonal con progestágenos o andrógenos ha sido ensayado en conejos sin resultados satisfactorios, y solo está indicado su uso en pseudogestaciones recurrentes (normalmente el proceso suele ser autolimitante y la ovariohisterectomía pasa a ser el tratamiento de elección para evitar recidivas una vez la hembra ha vuelto a su estado fisiológico de anestro).

Hidrómetra
Es una patología de escasa presentación. Se caracteriza por el acúmulo de líquido acuoso en el interior del útero, produciendo un ensanchamiento tanto del útero como de los cuernos uterinos. Los casos que hay descritos se refieren a conejos de raza lop y neo-zelandeses blancos.
"La pseudogestación se puede presentar tanto en hembras que convivan juntas como en hembras que se alojen en solitario".

Los signos clínicos engloban un aumento de tamaño del útero, que se llena de líquido y puede palparse como una masa que no tiene una forma definida. Los animales afectados suelen presentar un incremento en la frecuencia respiratoria y pérdida de peso.

La punción y extracción de líquido de los cuernos uterinos da como resultado un líquido de color claro, con una baja gravedad específica. El recuento de células también resulta bajo y hay una cantidad moderada de proteínas.

Técnicas diagnósticas como la radiología y la ecografía vuelven a ser métodos muy valorados para el diagnóstico. Todas las conejas con hidrómetras que se han sometido a estudios fueron encontradas muertas o eutanasiadas, sin mayores alteraciones anatómicas que la dilatación de las paredes del útero y los cuernos uterinos.

El tratamiento de elección para conejas mantenidas como mascotas que se presenten con esta patología es la ovariohisterectomía, junto con un tratamiento de soporte combinado con antibioterapia para evitar infecciones secundarias.

Relación de casos observados  en la clínica "Los Sauces":

Durante el periodo comprendido entre Enero de 2006 y agosto de 2007 se procedió a realizar en la clínica "Los Sauces" un total de 20 ovariohisterectomías en conejas.

Durante dicho periodo se observa que la patología reproductiva con resolución quirúrgica que más predomina son los aneurismas uterinos, si bien la pseudogestación se presenta en un mayor número de casos que llegan a consulta, aunque en la mayoría de las ocasiones no se procede a realizar la castración (normalmente porque los dueños de las mascotas se muestran reacios a la cirugía) por ser un proceso autolimitante generalmente.
Detalle de la vagina y los cuernos uterinos en una coneja con aneurismas. También se aprecia congestión de sangre en la vagina
Desde nuestro punto de vista, la prevención es la mejor opción para conejas mantenidas como mascotas que no se vayan a destinar a reproductoras con el fin de evitar las patologías antes mencionadas.
Causas de ovariohisterectomías realizadas en conejas durante 2006-07. (n=20)
Rutinaria45 % 
Aneurismas uterinos 23 % 
Piometra11 % 
Pseudogestación11 %
Adenocarcinomas5 %

Alejandro Martín Ríos, Cristina Bonvechí Nadeu, María Ardiaca García, Andrés Montesinos Barceló 
Clínica Veterinaria "Los Sauces", Madrid.
Revista Profesional Veterinaria

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