miércoles, 3 de octubre de 2012

La enfermedad de Panamá “no matará” a la industria de la banana


Diversos esfuerzos para prevenir la propagación de la cepa R4
La mortal cepa R4 de la enfermedad de Panamá se ha convertido en un problema para los productores debanana en el mundo, al tiempo que los científicos se están esforzando por encontrar alguna forma para controlar su propagación. Durante la semana pasada el Dr. Agustin “Gus” Molina, científico y coordinador para Asia-Pacífico en Biodiversity International, se reunió con agricultores e investigadores en Australia para discutir la potencial amenaza de la cepa en el estado australiano de Queensland.
En www.portalfruticola.com conversamos con el Dr. Molina acerca de las investigaciones que se están desarrollando y las técnicas que podrían salvar al mercado mundial de esta enfermedad.
La cepa R4 hizo su primera aparición en Taiwan en los años 70. Más tarde se descubrió en Malasia a inicio de los 90, para llegar a territorio oceánico a fines de esa década.
La R4 ataca a la mayoría de las variedades de banana, incluyendo a la más auspiciosa, la Cavendish.
“Asia es el centro de origen de las bananas, por lo que los diferentes patógenos que atacan a la banana han evolucionado aquí en Asia, y por eso tenemos aquí muchas enfermedades que no se encuentran en América Latina”, explica Molina.
“La R4 es la forma más peligrosa de la enfermedad. La industria de la Cavendish es muy vulnerable, porque está basada en una sola variedad”, comenta el experto
Papúa Nueva Guinea es uno de los pocos países en el Asia-Pacífico que está libre de la R4, mientras que Filipinas y China se han incorporado recientemente a la lista de países con plantaciones infectadas. Molina cree que esto se debe a la naturaleza de la enfermedad, una que se propaga lentamente, en donde la prevención es el método clave de cuarentena.
“El patógeno existe en el suelo, por lo que una vez que el suelo está infectado, la raíz y el tallo están infectados. La buena noticia es que el hongo no se mueve por el aire, sino que por el suelo”.
Australia – un líder global de bioseguridad
El Dr. Gus considera las medidas de bioseguridad de Australia como una de las más avanzadas del mundo. ”Siempre uso el modelo de Australia cuando hablo en otros países, sobre la eficiencia de su bioseguridad y cuarentena, porque a pesar que la R4 se encuentra en el territorio norte desde hace 13 años no se ha movido a las principales zonas de cultivo en el norte de Queensland, gracias a las medidas de prevención que hay”.
“Esta forma de implementar la bioseguridad no existe con la misma intensidad en otros países y esa es la gran diferencia”, señaló.
A pesar de esto, Molina cree que las prácticas de agricultura mecanizada en Australia son una desventaja para el control de la propagación de la enfermedad de Panamá.
“Aquí es Australia, han mecanizado la agricultura. Una vez que la enfermedad entra en la zona se expandirá más rápidamente, porque tienes tractores que trasladan el suelo de un lugar a otro”.
A esto añadió que el uso limitado de variedades de banana en Australia puede conducir a una mayor tasa de infección.
“En otros países están utilizando una gran cantidad de variedades y la diversidad genética baja la velocidad de propagación”.
Soluciones actuales
Molina lidera varios proyectos a través de la región de Asia-Pacífico, América Latina y África, para sensibilizar y crear alianzas con instituciones de investigación y expertos mundiales.
“Este es un tema de la industria, no sólo de Australia. Es un problema global. Esa es la razón por la cual en Bioversity International trabajamos con socios para abordar esta cuestión”.
“Dentro de un país debería haber colaboración y asociación. Debería haber un aumento en la inversión para investigación”.
El científico dijo que la investigación sobre variedades más resistentes a la enfermedad ayudará a esclarecer el futuro de la industria bananera.
“Tenemos muy buenos indicios ahora”, dijo el experto, quien agregó que hay opciones disponibles. Por ahora cuenta con dos o tres variaciones de Taiwan que están siendo evaluadas por Bioversity International en Australia.
Molina destacó además que los avances tecnológicos – como el diagnóstico molecular – están ayudando a controlar la tasa de infección a través de la detección temprana del hongo.
“Estas tecnologías podrían retrasar o incluso totalmente evitar el movimiento, entonces tienes la divisoria continental. Todos estos son impedimentos para la propagación”.
Molina actualmente está coordinando una red nacional de instituciones de investigación y consejos del Asia- Pacífico (la Banana Asia-Pacific Network), la cual pretende identificar la agenda global y nacional, y desarrollar proyectos que aborden los criterios.
Considera que una mejor asociación y colaboración a través de la investigación ayudará a los actores de la industria del banano a hacer frente a la enfermedad de Panamá.
“Si seguimos enfrentando este problema de manera positiva y constructiva, creo que podemos conseguirlo. Tenemos que trabajar más duro”.

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