jueves, 22 de junio de 2017

Lo que hay que saber para planificar la próxima campaña de girasol


Asagir organizó en Chaco jornadas donde, entre otros temas, se habló de la problemática por el ataque de aves, malezas, manejo y comercialización.
Productores y técnicos participaron la semana pasada en Pampa del Infierno y Charata, en la provincia del Chaco, de talleres de actualización en el cultivo organizados por la Asociación Argentina de Girasol (Asagir).
Tras la quita de las retenciones, la superficie sembrada con girasol en el país creció un 40%. Solo en el Chaco, el porcentaje de incremento en el área fue del 50%. Y para la próxima campaña la expectativa es lograr unas 700.000 hectáreas de girasol en el centro norte de Santa Fe y Chaco.
Esta superficie significaría un nuevo crecimiento del 35% en la región. “Es un área posible de alcanzar -dijo el asesor económico de Asagir, Jorge Ingaramo, ya que fue la superficie que se sembró en la campaña 2007/08, antes de la suba de las retenciones”.
En tanto, para el total país el analista considera que es posible crecer otro 30% en una o dos campañas.
El productor del Chaco mira el nuevo ciclo con buenas perspectivas. Le antecede una buena campaña 2016/17 y precios de 280 dólares la tonelada que, sumados a la bonificación por contenido de aceite, hacen la cifra de 300 dólares la tonelada. En tanto, en las jornadas se puso el foco en cuatro temas:

Aves
Una de las dificultades tiene que ver con moderar el daño por palomas y cotorras. En las jornadas fue Sebastián Zuil, especialista de INTA Reconquista, quien aportó las novedades en la materia. Además de elegir híbridos inclinadores, reducir la densidad del cultivo al momento de la siembra, hacer buenos planteos productivos que potencien el peso del grano y anticipar la cosecha desecando el cultivo cuando llega el grano a 25% de humedad, Zuil llevó una novedad. “Estamos trabajando en una nueva tecnología, un híbrido entre aceitero y confitero, con un tamaño de grano que la paloma no puede tragar y que no pierde tanto aceite por su incremento en el porcentaje de cáscara”, anunció el técnico. “Se trata de un híbrido que está en etapa de evaluación por parte de una empresa semillera y que creemos, según los ensayos realizados en Reconquista, que va a funcionar porque muestra escaso nivel de daño”, afirmó.


Manejo del suelo
Verónica Sauer, de INTA Las Breñas, se refirió a la importancia de la rotación de cultivos. Presentó estudios en los que después de 12 años concluyeron que la incorporación de gramíneas en un 50% dentro de la rotación permite mejorar la materia orgánica, la fertilidad y la calidad física del suelo. Los ensayos realizados en Las Breñas evaluaron monocultivo de soja contra rotaciones que van incorporando 25%, 33% y 50% de gramíneas en los sistemas de rotaciones en ciclos que duran tres años. “El mejor planteo es el que incorpora el 50% de gramíneas. Se va alternando maíz, girasol, trigos de verano como cultivo de cobertura, y soja como cultivo de prueba”, detalló.


Malezas
Graciela Guevara, especialista de INTA Sáenz Peña, dijo que una de las etapas más importantes para la siembra de girasol en Chaco es la del barbecho. “Tenemos que evitar que las malezas consuman agua”, acotó. La etapa que le sigue es la de implantación del cultivo, en el período temprano que va desde emergencia hasta seis hojas. “Es ahí donde se determina el período crítico de competencia”. Y la tercera etapa clave es el control de malezas en pre cosecha, “cuando aparecen las malezas primavero-estivales y hay que dejar preparado el lote para el cultivo siguiente”.
Pero es el manejo integral de las malezas la principal recomendación. “En esta zona debemos recurrir tanto a estrategias químicas como a tácticas culturales: cultivos de cobertura, elección del híbrido más adecuado, muchas veces hay que pensar en intervenciones mecánicas y fundamentalmente en el manejo de herbicidas rotando modos de acción de acuerdo a la problemática específica que tiene cada lote”, indicó.


Comercialización
“Argentina tiene el 7% de participación en el mercado mundial de girasol contra el 57% que tiene Ucrania”, señaló Ingaramo. El asesor destacó que, a diferencia de otros granos, el precio del girasol lo determina su aceite. Al explicar cómo se forma el precio de girasol en la Argentina, el economista especificó que la diferencia entre el precio FAS y el FOB son los costos de “fobbing”, que en los granos que se exportan tal cual son unos doce dólares pero en el caso del girasol la diferencia es mayor y esto se debe a que se trata de un grano que se industrializa en su totalidad por lo que cuenta con elevados costos e impuestos.
“En la Argentina tenemos una herramienta como el SioGranos que le permite a los productores conocer los precios de referencia pagados por la industria en cada región productiva. Se trata de una herramienta muy útil que le da transparencia al mercado de girasol”, precisó.
Para Ingaramo, las perspectivas para el girasol en el mercado son muy positivas. “El consumo mundial creció el 4,4% anual acumulativo y la importación al 8,9% anual acumulativo. Es un mercado extremadamente dinámico. Ucrania, principal exportador, ya está en su tope de capacidad de crecimiento”, opinó.

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