Además, puede llegar un día en el que el chitosán se utilice para ayudar a personas que hayan enfermado por el consumo de alimentos contaminados con E. coli, aunque se precisan más investigaciones.
Tal y como publica ScienceDaily, investigadores estadounidenses están cada vez más seguros de que un nuevo tratamiento que podría prevenir al ganado vacuno lechero de enfermedades uterinas, lo que mejoraría la seguridad alimentaria para las personas. Sus hallazgos, entre los que se encuentra el uso de chitosán para el tratamiento de bacterias en el útero, se han publicado en un nuevo estudio*.
Un investigador del Institute of Food and Agricultual Sciences de la Universidad de Florida (Estados Unidos) y sus colegas están mucho más seguros ahora de que un nuevo tratamiento biológico podría prevenir las enfermedades uterinas del ganado lechero, hallazgo que podría mejorar la seguridad alimentaria.
Después de un primer estudio realizado en el laboratorio, el equipo de investigación realizó un trabajo de campo para estudiar las enfermedades uterinas porque pueden causar en las vacas infertilidad, disminuyen su producción lechera y a menudo están ligadas a bacterias.
Para este trabajo, los investigadores llevaron a cabo su investigación en Alliance Dairy, una granja comercial en el Condado de Gilchrist, alrededor de 30 millas al oeste de Gainesville, donde infundieron micropartículas de chitosán (un material antimicrobiano hecho a partir de la cascaras de gambas disueltas) en el interior de vacas con enfermedades uterinas. Encontraron que el chitosán disminuyó múltiples bacterias patógnas en el útero, entre las que se incluía Fusobacterium necrophorum, y, por tanto, eran capaces de curar la metritis y la inflamación del útero. Los últimos estudios que han realizado se centran más en algunas de las conclusiones a las que llegaron en el trabajo publicado en 2014.
Para ello, realizaron experimentos de seguimiento en los animales para curar la enfermedad, y se produjo un avance muy importante porque la mayoría de los datos laboratoriales no estaban repetidos bajo una situación real. Sin embargo, el trabajo demostró que las micropartículas de chitosán pueden trasladarse a tratamientos clínicos para animales, incluso para humanos.
Cuando se compra en las tiendas, el chitosán puede usarse para tratar muchas enfermedades, desde la obesidad a la anemia. En sí mismo, el chitosán solo trabaja a niveles de pH ácidos. Los científicos desarrollaron micropartículas de chitosán, que actuaban a pH ácidos y neutros, ya que el útero del ganado vacuno tiene un pH neutro.
Los últimos hallazgos sugieren que las micropartículas de chitosán matan a las bacterias del útero, por lo que quizás algún día sea posible utilizarlas para ayudar a personas que hayan enfermado por el consumo de alimentos contaminados con E. coli, pero es preciso investigar más.
Una vez que las bacterias se vuelven resistentes, ya sea en granjas, hospitales o en el medio ambiente, pueden infectar a los seres humanos, a través del agua, de la comida o por el contacto con heces contaminadas. Además, algunos antibióticos utilizados para tratar humanos y animales matan bacterias beneficiosas y perjudiciales. Por lo que los hallazgos de los científicos de la Universidad de Florida pueden servir para comenzar a desarrollar mejores antibióticos cuyo blanco sean las bacterias patógenas y no las beneficiosas.
*Soo Jin Jeon, Zhengxin Ma, Minyoung Kang, Klibs N. Galvão, Kwangcheol Casey Jeong. Application of chitosan microparticles for treatment of metritis and in vivo evaluation of broad spectrum antimicrobial activity in cow uteri. Biomaterials, 2016; 110: 71 DOI:10.1016/j.biomaterials.
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