lunes, 30 de julio de 2018

Empezaron las cesantías por el paro del Siconara


Los trabajadores del SUPA y el STIA son los principales afectados por la huelga de los maquinistas que paralizó la flota fresquera marplatense. La estiba ya nota la fuerte desaceleración de la actividad, y sin langostino para procesar, las plantas prescinden de sus empleados eventuales.
Como consecuencia directa del paro decretado por el Siconara para la flota fresquera que estaba operando sobre el langostino, varias plantas de procesamiento de Chubut comunicaron a sus dotaciones de personal, que ante la falta de materia prima se prescindirá de los servicios de los “trabajadores eventuales”.
Además, la flota fresquera marplatense, que pescaba langostino en aguas nacionales, emprendió regreso a ese puerto y las capturas de la última marea las descargarán en Mar del Plata, lo que provocó una abrupta desaceleración de la actividad de la estiba en los puertos de Comodoro Rivadavia, Camarones y Puerto Madryn.
El paro de los conductores navales y maquinistas de Mar del Plata, impulsado principalmente por el Siconara de Rawson, comenzó el jueves pasado y no hay diálogo entre las partes que permita suponer que se retomarán las negociaciones para zanjar el conflicto.
Cabe recordar que las demandas laborales de ese sector se mantienen aun cuando en mayo la delegación de Mar del Plata del Siconara, junto a otras entidades sindicales, acordó una recomposición salarial con la Cámara Argentina de Buques Pesqueros de Altura.
No obstante, la semana pasada el secretario general, Armando Alessi; y el delegado de Rawson, Jorge Maldonado, mantuvieron una posición intransigente en las diferentes audiencias celebradas en el Ministerio de Trabajo de la Nación para intentar una salida consensuada.
Independientemente de las demandas puntuales, no son pocas las versiones que ubican a Maldonado como principal agitador del conflicto, alentado por sectores de la pesca de Chubut para sacar de juego a la flota fresquera marplatense. Si esa era la estrategia, el plan funcionó.
Con todo, ahora son los trabajadores enrolados en el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) y los estibadores del Sindicato Unido de Portuarios Argentinos (SUPA) los que se ven directamente afectados en sus bolsillos por el conflicto de maquinistas, que en total no rondan las cien personas.
Sin buques para descargar, la estiba del fresco ya nota la fuerte desaceleración de la actividad, lo cual impacta de lleno en sus ingresos, y por otro lado, los empleados eventuales de las plantas de procesamiento que son contratados exclusivamente para la temporada, al no haber volumen de materia prima para trabajar son despedidos.

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