sábado, 30 de septiembre de 2017

Trigo: se repiten controles para roya y atacan las chinches


En la zona agrícola núcleo se dieron condiciones favorables para la proliferación de enfermedades y de plagas en un momento crítico para el desarrollo del cultivo
Los trigos más adelantados en la zona agrícola núcleo están empezando a transitar su período crítico y las condiciones ambientales vienen acompañando de manera diferencial a los lotes.
La principal limitante de los sistemas en secano (sin riego), que es lograr una buena provisión de agua para su crecimiento y desarrollo, está asegurada, ya que durante muy breves lapsos y en escasos lotes ubicados en lomas sin napa, y con baja cobertura, experimentaron un poco de deficiencias hídricas que rápidamente fueron cubiertas por las últimas lluvias.
La contracara son los lotes ubicados en bajos sin posibilidad de buen escurrimiento, que están empezando a sufrir encharcamientos temporarios que amenazan el futuro del cultivo de cara a la época de lluvias primaverales. El escenario de alta humedad acompañó durante todo el ciclo, se generaron condiciones predisponentes para la aparición y proliferación de enfermedades, principalmente roya amarilla y mancha amarilla. Tanto es así que en numerosos lotes se están empezando a reiterar tratamientos de control sobre roya amarilla.
Una característica de las últimas campañas ha sido la aparición de numerosas chinches en los trigos, especialmente de Nezara viridula (chinche verde)
Una chinche en trigo
Una chinche en trigo.
Se están encontrando algunas hojas banderas afectadas, con la consecuencia de la disminución del aporte de asimilados a la espiga. Recordemos que altas intensidades de chinches verdes pueden dejarnos espigas blancas totales o por partes, ya que el síntoma observado se detecta en el lugar donde la chinche picó y se puede confundir con otros factores como fusarium o frío.
Este síntoma encontrado es la consecuencia del mayor daño que pueden producir estos hemípteros en los trigos, y es debido a que se encuentran en estado de espiga embuchada, donde las chinches introducen su estilete y saliva en el raquis de la espiga, cortando el tránsito hacia los granos. En ataques posteriores como en etapa de formación de grano y llenado, las picaduras causan deterioros de diferente magnitud en función de la especie y el grado de infestación, lo que puede dejar como resultado desde una disminución del peso de mil granos hasta alguna alteración de la calidad panadera.
Hay que monitorear el lote, teniendo en cuenta que las borduras y cabeceras son las que al inicio de la colonización poseen mayor cantidad de chinches adultas. También hay que considerar el horario de muestreo recordando que se mueven en la planta de acuerdo con el gradiente térmico, donde es más sencillo visualizarlas en la parte superior del cultivo en horarios que no sean topes de temperaturas.

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