Estados Unidos atraviesa una grave escasez de mano de obra agrícola. Los productores cuentan que un trabajador puede abandonar su puesto en medio de la tarea y que una situación como esta suele ocasionar pérdidas irreparables para la empresa. Este es uno de los mayores problemas que enfrenta la industria agrícola norteamericana y está empujando a los empresarios a involucrarse en el desarrollo de la innovación tecnológica y a la automatización de las cosechas.
Frente a esta situación crítica por la que pasan los empresarios los emprendedores tecnológicos encuentran una gran oportunidad. Este es el caso de la startup Food Origins, una empresa norteamericana que proporciona dispositivos con Internet a productores que contratan mano de obra para producir y cosechar frutas.
Los empleados escanean los códigos de barras de cajones o bolsas luego de recolectarlos en el campo. Así queda registrada la ubicación, el paquete y ID de empleado. Estos datos se pasan a través de la nube para proporcionar información al productor sobre el progreso de la cosecha, la densidad de la producción en el campo y la velocidad en la tarea.
Con un desarrollo así, los agricultores y comercializadores podrían obtener datos logísticos para asegurarse que cuentan con suficientes recursos humanos para completar el proceso en condiciones óptimas. Además, la información generada permitiría saber quiénes son los más eficientes y el empleador contaría con esta información para captar los mejores recursos. A su vez, los datos sobre la velocidad y el volumen de recolección pueden dar al productor una mejor base de referencia para analizar las posibilidades de implementar la automatización en la cosecha o no.
Sin dudas, obtener datos sobre la producción al instante significa un caudal de información valiosa para el productor, pero también para los minoristas y consumidores. Con los datos cargados en medio de la cosecha, los consumidores podrán saber si lo que compran es un alimento fresco, de dónde proviene y quiénes son los productores. Esta información es de gran valor frente a las actuales exigencias de los consumidores que demandan cada vez más, saber cuál es el origen y calidad de los alimentos que compran. Por otro lado, la información detallada sobre la producción, satisface las demandas internacionales de seguridad alimentaria.
Hace muchos años que se viene planteando que la Argentina debe pasar de ser el granero del mundo al supermercado del mundo. Este es un claro ejemplo de cómo los emprendedores argentinos pueden empezar a agregar valor en las cadenas productivas mejorando la productividad y la competitividad de las empresas. Son los emprendedores los que tienen la capacidad de detectar oportunidades para convertirlas en negocio y, por eso, la importancia de éstos para empezar a transitar este importante proceso que nos permitirá llegar a las góndolas del mundo, pero sobre todo a los consumidores.
Los más optimistas del AgTech sostienen que esto va a cambiar radicalmente la forma en que producimos. Tal vez no todos los agroempresarios se decidan a implementar los avances que ofrece la cuarta revolución industrial, con el AgTech, pero los productores que se sumen a ella serán, sin dudas, los más eficientes.
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