Productores y técnicos pidieron que el gobierno impulse una política de Estado para resolver el problema que causa la mosca de la bichera, una miasis cutánea provocada por el gusano barrenador, que es una zoonosis –afecta a los humanos– y que provoca pérdidas económicas enormes al sector ganadero. El planteo fue presentado el martes pasado ante la comisión de Ganadería de Diputados.
El problema es que no solo afecta con pérdidas a la ganadería, sino que también ataca seriamente a los humanos, como lo demostró un relevamiento efectuado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) en 2006. El estudio estableció que en un año hubo 818 personas –0,7% de la población rural– que tenían miasis infestadas por la mosca de la bichera, informó a El Observador el veterinario Martín Altuna, funcionario de la Dirección General de los Servicios Ganaderos (DGSG) en la regional del departamento de Artigas.
Según estimaciones hoy ese problema es mayor, considerando además que se trata de una situación compleja para determinar, puesto que el paciente con miasis es ambulatorio y además esa enfermedad cutánea no es de notificación obligatoria en Uruguay.
A nivel productivo, un estudio realizado por el MGAP en 1998 con costos del año 2000 determinó pérdidas directas a la ganadería por un valor de US$ 25 millones. Hoy se estima que esas cifras son muy superiores.
Se entiende que es vital que se encare el tema como una política pública, porque se necesitan considerables recursos económicos y de infraestructra, por ejemplo, es necesario el concurso de aviones para dispersar desde el aire los machos estériles de esta mosca, para impedir la difusión del insecto, contó el asesor de la Federación Rural, Carlos María Uriarte.
Altuna acompañó a la delegación de dirigentes rurales que concurrió al Parlamento, donde historió lo que ha hecho el país con un plan piloto realizado en 2009 y los antecedentes exitosos de la misma tecnología usada anteriormente en EEUU y Panamá.
El técnico del MGAP destacó que el proyecto, que incluyó la capacitación de técnicos uruguayos y la utilización de moscas estériles para cortar el ciclo reproductivo del insecto, fue exitoso y demostró que la tecnología funcionaba con similares resultados a los logrados en EEUU y Panamá.
El proyecto viene siendo encarado desde hace más de 15 años y por diversos motivos no había prosperado, pero ahora se ha retomado con mucha fuerza entre diversas instituciones de productores con el apoyo de los técnicos del MGAP, dijo a El Observador Agropecuario el presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Pablo Zerbino, quien junto a dirigentes de otras gremiales participó de la reunión en el Parlamento.
Zerbino contó que “fue vital una reunión previa” realizada el 1° de agosto en el campo experimental del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) en Cerro Colorado, con la institucionalidad agropecuaria, involucrando a más de 25 personas.
El SUL hizo una presentación destacando las pérdidas económicas que ocurren en forma directa por mortandad y menor capacidad de producción en los animales, a las que se agregan los menores ingresos por otros conceptos.
La cifra
818 personas fueron infestadas por la mosca de la bichera en el año 2006, según datos oficiales.-
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