sábado, 19 de agosto de 2017

Nueva Zelanda y su producción de carne bovina


La clave en Nueva Zelanda es la productividad: producir más y producir mejor.
Nueva Zelanda, es el mayor exportador de leche en el mundo y allí es donde se encuentra la cooperativa láctea más grande del planeta: Fonterra. Pero su excelencia exportadora se extiende a la de carne de res que registra una gran participación en los mercados internacionales.
Una actividad exportadora de importancia en el mundo no es más que el reflejo de un sector ganadero doméstico exitoso que en sus economías de escala, acompañado por unas homologaciones sanitarias eficientes, termina por alimentar y suplir otros mercados.
Por este motivo es preciso describir brevemente cuáles son los factores de la producción bovina en este país.
Renglón doméstico
Nueva Zelanda es un país ubicado en el Océano Pacífico Sur, 1.600 kilómetros al oriente de Australia.
Está comprendido por las Islas Norte y Sur, y otras islas menores, con una superficie total de 266 mil kilómetros cuadrados, lo que equivale al 3 % del área total de Estados Unidos.
Su topografía se caracteriza por numerosas cadenas montañosas y valles, lo que incide directamente en la naturaleza de los sistemas productivos ganaderos.
Estos al igual que en Colombia, deben adaptarse a condiciones climáticas y topográficas en búsqueda de la eficiencia y la competitividad.
El clima neozelandés y su topografía hacen que alrededor del 90 % de la dieta utilizada para alimentar el ganado bovino sea en base a pasturas (similar a lo que ocurre en Colombia).
Producción intensiva y extensiva
Dada su topografía accidentada, los sistemas de producción ganaderos son granjas de producción intensiva de ganado de carne y lechería especializada en las zonas productivas de los valles fluviales.
También hay fincas de producción extensivas en las zonas altas, donde se combina la cría de bovinos con la de ovinos.
La principal diferencia entre estas dos zonas es la cantidad de pasturas que producen, siendo la zona cercana a los valles la más productiva incluso capaz de soportar lechería especializada, ceba y ganadería ovina.
Sobresalen las razas Angus y Hereford.
El hato lechero representa el 60 % del total y contribuye con la producción de carne suministrando el 38% del sacrificio de exportación del país.
El nivel de producción de carne de novillo es muy importante para las exportaciones a su mercado principal –Estados Unidos– puesto que es el insumo principal para alimentos procesados derivados de la carne de bovino.
Producir más y mejor
La clave en Nueva Zelanda es la productividad: producir más y producir mejor. Esto lo estableció un experto brasilero, Sergio De Zen, en un artículo publicado por BeefPoint.
Es preciso anotar que el ciclo productivo es altamente dependiente de la estacionalidad.
Tiene un pico productivo de enero a mayo, seguido por un periodo de producción anual basado en pasturas.
Por lo tanto, la producción de carne bovina es muy sensible a la variación en la producción de pasturas.
Asimismo las plantas de sacrificio son susceptibles a ser sub-utilizadas en tanto los flujos de exportación dependen de la temporada.
Diversifica sus exportaciones a diversos mercados, basándose en la productividad de su industria.-

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