México : La mala fortuna de los rancheros sudamericanos ha resultado en una bonanza para los ganaderos chihuahuenses en fechas recientes.
Según líderes de la industria, las importaciones a EU de ganado mexicano han experimentado un notable aumento este verano.
La actividad en el Cruce de Ganado Internacional de Exportación/ Importación de Santa Teresa (STIEILC), Nuevo México, se encuentra en su mejor momento por los recientes brotes de fiebre aftosa en Colombia y Brasil, mercados que han suspendido sus exportaciones, según los ganaderos.
“El estado de Chihuahua mantiene el primer lugar a nivel de exportación de ganado bovino a Estados Unidos. Nosotros estamos registrando el cruce de hasta 17 mil cabezas por semana en temporada alta, valoradas en unos 13 millones de dólares”, dijo José Luis Gabilondo, director de STIEILC.
El 75 por ciento del ganado que ingresa por Santa Teresa, el único cruce autorizado para este tipo de importaciones/exportaciones en la región, es chihuahuense.
Gabilondo señaló que los ganaderos estadounidenses prefieran comprar el ganado en Chihua-hua, reconocido por contar con algunas de las mejores razas de ganado del mundo, ya que el clima y la geografía proveen tierras y temperaturas a las que se han adaptado las razas europeas.
El funcionario comentó que las principales razas de ganado que se producen en el estado vecino son la Hereford, Brangus, Charolais, Angus, Salers Limousin y Beef Master muy apetecidas en el mercado estadounidense.
“El ganado que viene de México, especialmente de Chihuahua, es preferido por el sector ganadero que lo trae (a Estados Unidos) para engorde y después lo sacrifica para carne. En realidad la mayoría de carne que comen los estadounidenses proviene de ganado traído de México y Canadá”, añadió Gabilondo.
El cruce fronterizo ganadero en Santa Teresa, reporta en temporada alta, entre octubre y marzo, con entre 16 mil a 17 mil cabezas por semana con un valor de mercado de entre 12 y 13 millones de dólares.
En temporada baja de abril a septiembre, donde sae presentan cruces tres veces a la semana, pueden cruzar mil 500 cabezas por semana valoradas en 3 millones de dólares.
––Ganadería ‘migrante’
Es jueves en la mañana en agosto y cientos de cabezas de ganado van y vienen de un país a otro por el cruce internacional de ganado de Santa Teresa, uno de dos cruces de su tipo en Nuevo México.
Viene ganado para engorde de México en su mayoría y se exportan a México caballos, vacas lecheras y toros para uso genético.
La actividad implica la regulación de agencias como el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), el departamento de agricultura mexicano SAGARPA y las Aduanas de ambos países.
“Este cruce de ganado es el más grande del mundo y el más activo de todo el país y es uno donde se permite que el ganado atraviese la frontera por si mismo, evitando la necesidad de remolques y largas filas”, explicó Gabilondo, quien además es criador de ganadería en Chihuahua.
El cruce libre del ganado es un ahorro para los ganaderos en ambos lados de la frontera, dijo el director del cruce, puesto que el ganado que es transportado en camiones puede perder 20 por ciento de su peso durante el transporte, además el caminar a través de la frontera es menos estresante para los animales.
Entonces el ganado inmigra a Estados Unidos sin trauma y sin pérdida de peso, cuestión importante puesto que los animales se venden en función de su peso.
La valla fronteriza estadounidense separa las dos mitades de las instalaciones del cruce.
Un vehículo de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) vigila desde el lado estadounidense cuando cruza el ganado asegurándose de que junto al ganado se cuele un ser humano de manera ilegal.
Varias veces al día se abre una enorme compuerta en la valla fronteriza permitiendo el paso de los animales que, aunque no necesitan un pasaporte, han tenido que superar una minuciosa inspección sanitaria de las autoridades estadounidenses en suelo mexicano.
La planta donde se encuentra el cruce fronterizo ganadero es propiedad de una cooperativa de 5 mil a 7 mil rancheros mexicanos, la Unión Ganadera Regional de Chihuahua (UGRCH), que tiene 90 acres en el lado estadounidense y 60 en el lado mexicano de la frontera, área conocida como San Jerónimo.-
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