Los puntos blancos (Ichthyophthirius) son un problema causado por un parásito que se presenta en los peces generalmente cuando bajan las temperaturas. El pacú y el surubí (peces que se cultivan en los estanques misioneros) son las especies más afectadas por estos parásitos. Desde el Ministerio del Agro y la Producción de Misiones aclararon que no afecta al consumo humano, aunque evitar el tratamiento a tiempo puede causar mortandad en el estanque.
“La forma de prevenir es mediante una buena alimentación en el último mes de calor. Es decir, antes que comience a baja la temperatura”, dijo el licenciado Guillermo Faifer, Responsable de la Dirección de Acuicultura del Ministerio del Agro y la Producción de Misiones.
Un buen manejo del estanque, permite prevenir la aparición de los parásitos, es por eso que Faifer insiste en que el acuicultor debe estar atento a la temperatura del estanque, y a los procedimientos adecuados. “Cuando comienza a bajar la temperatura el productor debe suspender todo tipo de actividad que sea de forma parcial. Es decir que, si el productor quiere hacer una cosecha, cuando las temperaturas están bajas, tiene que ser total. No puede cosechar uno, dos o diez animales, porque al hacerlo “estressa” al resto de los animales que quedan en el estanque, lo que hace que disminuya su sistema inmunológico. Quedan afectados y se nota enseguida”, explicó el licenciado y presidente del Clúster Acuícola del NEA.
Síntomas? Que el acuicultor observe el estanque es clave para detectar los síntomas. “En el caso de que ya esté el parásito en el estanque, una de las características es que los peces comienzan a nadar en la superficie, se rozan con elementos que tengan en el estanque, y cuando el productor se acerca no “disparan”, y por el contrario, se quedan quietos”, advirtió Faifer a NEA RURAL.
“Cuando el productor detecta alguno de los síntomas en los peces, debe comunicarse con el técnico de su municipio. Si lo conoce, recurrir a los extensionistas del INTA, o llamar al Ministerio del Agro y la Producción de Misiones para poder asesorarlo y tomar medidas”, recomendó el acuicultor.
Si bien no hay riesgo en el consumo, el flagelo puede acarrear pérdidas totales en la producción de un estaque si no se actúa a tiempo. “Si se detecta rápidamente el problema se puede solucionar con aplicaciones de sal gruesa o con otros insumos. Y si bien la detección debe efectuarse a tiempo, la experiencia que tenemos en estos casos es que los productores llaman cuando los peces ya se están muriendo, 15 días después de haberse iniciado la enfermedad”, concluyó.-
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