miércoles, 16 de agosto de 2017

Controles de malezas en el cultivo de trigo


Por Mariano Fava (*) En aproximadamente un mes “cerrará la ventana de aplicación” de herbicidas hormonales en trigo, que son los más usados para el control de malas hierbas en cereales de invierno. Esta etapa concluye coincidentemente con el final del macollaje e inicio de encañazón de las gramíneas. Luego de esa etapa si bien […]

En aproximadamente un mes “cerrará la ventana de aplicación” de herbicidas hormonales en trigo, que son los más usados para el control de malas hierbas en cereales de invierno. Esta etapa concluye coincidentemente con el final del macollaje e inicio de encañazón de las gramíneas. Luego de esa etapa si bien aún podemos controlar malezas, deberemos recurrir, a los fines de no afectar al trigo, a moléculas especificas que encarecen mucho los tratamientos, por lo tanto conviene iniciar ya los monitoreos de los potreros, a los fines de ir evaluando estrategias de control.
Las malezas compiten con el cultivo por nutrientes (agua, minerales y luz), disminuyendo el potencial productivo de las especies deseadas, perjudicando económicamente al empresario rural. Es por ello que resulta de vital importancia, para una buena performance del trigo, mantenerlo libre de “malas hierbas” que le quiten humedad y nutrientes.
Además de la competencia por los recursos, estas pueden generar problemas en la trilla y pérdida de calidad comercial si no son controladas convenientemente. Teniendo en cuenta la diversidad de herbicidas recomendados para utilizar en el trigo y el bajo costo de los mismos (si se los compara con los agroquímicos para otros cultivos), no se debe dudar en el momento de utilizarlos.
Las malezas más importantes para el cultivo en cuestión son mencionadas por su nombre “vulgar”: enredadera anual, sanguinaria, flor amarilla, nabo, cardo, entre otras. Es muy difícil con un solo producto químico controlar eficientemente a todas estas hierbas mencionadas. Por lo tanto, si están presentes más de una de ellas, deberemos recurrir a una mezcla de agroquímicos. Esto también permite evitar el desarrollo de biotipos resistentes de maleza a un herbicida, manteniendo la tecnología (principio activo) vigente por mucho más tiempo.
El período crítico para el control de las especies vegetales no deseadas en el cultivo de trigo varía. Hay veces que debido al alto grado de infección que posee el potrero debemos recurrir a controles tempranos, entre 3 a 5 hojas visibles del cereal. En otras ocasiones conviene demorar la aplicación. Por lo tanto, vamos a tener distintos momentos de intervención, los cuales podemos dividirlos según el estado del trigo en:
1. Tratamientos de preemergencia.
2. Tratamientos en estado vegetativo.
3. Tratamientos en diferenciación de espiguillas.
4. Tratamientos atrasados.
Los tratamientos de preemergencia del cultivo tomaron vigencia con el desarrollo de la siembra directa. El mismo consiste en aprovechar la realización del barbecho químico, combinando un herbicida de amplio espectro de acción, no selectivo, como el glifosato, con algún otro residual recomendado para trigo, en general de la familia de las sulfonilureas (metsulfurón, iodosulfurón, prosulfurón, etc.). Vale aclarar que aunque esta técnica es muy difundida, hay algunos trabajos que mencionan algún efecto fitotóxico en el trigo, sobre todo con presencia de metsulfurón en la mezcla, por lo tanto antes de realizar este tipo de aplicaciones, se debe consultar a nuestro ingeniero agrónomo de confianza, a los efectos de ajustar la dosis para evitar inconvenientes según textura y pH del suelo.
Los tratamientos en estado vegetativo es la ventana temprana de aplicación, que va desde 3 hojas hasta el inicio de macollaje. Aquí también se utilizan las sulfonilureas, generalmente en mezclas entre ellas (ejemplo: metsulfurón más iodosulfurón), o con algún herbicida de contacto (ejemplo: bromoxinil).
Los tratamientos en diferenciación de espiguillas son los que se hacen desde el inicio hasta el fin del macollaje. Son los que más comúnmente se realizan, sin embargo hay que tener en cuenta algunas particularidades. Esta ventana de aplicación tiene una duración variable según el ciclo del trigo. Es así que en una variedad ciclo corto, este período es de apenas 10 días, mientras que en una ciclo largo puede llegar a un mes. En esta fase fenológica, el cultivo tolera herbicidas hormonales, del grupo de los fenóxidos (básicamente 2,4-D), sin embargo hay que ser muy cuidadosos, porque si lo aplicamos pasado este período, por ejemplo una vez iniciada la encañazón (formación del primer nudo), podemos perjudicar el trigo. En caso que debamos hacer un tratamiento atrasado, es decir ya iniciada la encañazón, se deberá recurrir a otros tipos de herbicidas, entre los que se mencionan al MCPA, fluroxipir y clopyralid.
Para finalizar, diremos que con lo atrasadas que vienen las labores de establecimiento de trigo, es factible que usted amigo productor deba hacer frente a cualquiera de las ventas de aplicación antes descriptas; pues increíblemente en la provincia de La Pampa aún hoy se está sembrando trigo, situación que continuará hasta fin de agosto. Es por ello que si tiene que hacer una aplicación de herbicidas en trigo, es importante que consulte a un profesional de confianza, de manera de usar la mejor combinación y dosis de herbicida, según el espectro de malezas y la etapa de desarrollo del cultivo, a los efectos de lograr el mejor control posible, al menor costo, y con un mínimo impacto en el cultivo y el ambiente.

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