martes, 1 de agosto de 2017

Tras 4 años, mejoras en frigoríficos locales


La industria frigorífica es uno de los sectores que puede considerarse entre los “brotes verdes” de la economía argentina. Según datos de la Asociación de Frigoríficos e Industriales de la Carne (Afic), la faena bovina creció 3,6 por ciento en el primer semestre de este año, y cortó así con una racha de cuatro ejer­cicios […]
La industria frigorífica es uno de los sectores que puede considerarse entre los “brotes verdes” de la economía argentina. Según datos de la Asociación de Frigoríficos e Industriales de la Carne (Afic), la faena bovina creció 3,6 por ciento en el primer semestre de este año, y cortó así con una racha de cuatro ejer­cicios consecutivos con caída interanual.
Entre enero y junio, se enviaron a faena 512.435 cabezas, casi 20 mil más que las 494.410 del mismo período de 2016. De todos modos, el optimismo es muy acotado: la cifra actual es la segunda más baja desde 2007.
En 2015, por caso, la producción de carne acumulada en la primera mitad del año era 2,7 por ciento superior; y en los años previos, el promedio se situó por encima de las 600 mil cabezas, lo que muestra que Córdoba aún tiene mucho terreno por recuperar.
Cabe recordar que, en los últimos años, producto de las políticas de intervención a la cadena cárnica, cerraron varios frigoríficos de los de mayor envergadura, como Estancias del Sur, en Unquillo; y Col-Car, en Colonia Caroya; que no sólo producían carne para consumo interno sino también para exportación.
Mercado estable
El director Ejecutivo de Afic y presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), Daniel Urcía, consideró que son buenos números­ teniendo en cuenta la base negativa de la que se parte, pero “no son para descorchar”, afirmó.
Entre los factores que inciden en esta recuperación, mencionó un pequeño incremento del consumo interno de carne vacuna y el repunte de las exportaciones que, según el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), subieron 22 por ciento en volumen y 12 por ciento en dólares en lo que va de 2017.
Urcía estimó que la perspectiva es de un mercado estabilizado en torno a los números actuales. “Los márgenes ganaderos mejoraron pero no estamos en un boom ; el stock de animales se recuperó en torno al uno por ciento y va a quedar estabilizado en unas 54 millones de cabezas.
La forma de incrementar la producción sería con más kilos por animal, pero el contexto de negocios, en el que se pagan más caro los novillos livianos que los pesados, no invita al engorde. Por eso vemos un par de años de stock y producción estabilizados”, resumió Urcía.
La apuesta, en este contexto, podría estar por el lado de las exportaciones, pero sobre este punto el dirigente también fue cauto.
“Tenemos un problema de competitividad: la media res argentina ya es la más cara de la región, por lo cual no hay margen para pagarle más por kilo a los productores e incentivar la producción, salvo que haya una suba del tipo de cambio”, explicó.
Por estos motivos, insistió en que lo más probable es que el mercado no crezca ni caiga demasiado.
“Hay que recordar que la ganadería demanda una alta inversión en capital de trabajo y, en el caso de la recría, da frutos recién a los dos años. Son procesos lentos y no veo factores que puedan acelerarlos”, indicó.

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