martes, 30 de enero de 2018

Europa impone nuevas trabas al ingreso de biodiesel argentino


En Europa se hicieron varias presentaciones para impedir la importación del producto. En Argentina es más caro que los combustibles tradicionales. Nuevas trabas para la exportación del biodiesel argentino.
La exportación del biodiesel argentino se enfrenta a una nueva posibilidad de bloqueo de parte de Europa.

Esto podría darse si es que acaso avanza una presentación que hizo la European Biodiesel Board, principal entidad empresaria del rubro, que acusa al país de beneficiar con subsidios a los productores locales.

Esto está en línea con lo oportunamente planteado por los Estados Unidos que blindó su mercado interno con la aplicación de un arancel superior al 70% sobre el producto argentino.

Rafaello Garófalo, secretario general de a entidad europea , dijo que a fines del año pasado se concretó la presentación de un documento ante la Comisión Europea para analizar la cuestión tan delicada, algo de lo que ya ha sido informada la Cancillería
argentina.

El dato es muy preocupante para las empresas que dependen de la exportación y que recién volvieron al mercado del Viejo Mundo después de cuatro años.

Como posible defensa en foros externos, el Gobierno argentino de Mauricio Macri argumentaría que acaba de aplicar una retención del 8% sobre ventas de biodiesel que no estaba tributando, y que los impuestos sobre la soja irán reduciéndose gradualmente 0,5% mensuales hasta desaparecer. Esta medida tiende a eliminar un
régimen tributario que EE.UU. toma lisa y llanamente como una subvención al producto final, cuya competencia decidió anular.

Argentina hoy produce 2,7 millones de toneladas de biodiesel a partir del aceite de soja, de las cuales 1,6 millones se exportan. Vicentín, Aceitera General Deheza, Bunge, Cargill, Molino y Aca son algunas de las damnificadas, que dejaron de facturar en conjunto 4.000 millones de dólares por el cierre del mercado de Europa. El mismo cuya reapertura en este fin de año ofició de paliativo al bloqueo estadounidense.

El mercado interno del biocombustible está empujado hacia adelante por políticas de estímulo a la actividad como por ejemplo las que obligan a mezclar el gasoil con un 10% de biodiesel y las naftas con un 12% de bioetanol.

En la reciente reforma tributaria se estudiaron estos productos de gravámenes que sí se imponen sobre los combustibles fósiles (ITC, tasa hídrica e impuesto al gasoil). Esta ventaja genera algunas curiosidades.

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