Investigadores de la provincia de Guangdong (China) han descrito un nuevo coronavirus que entre 2016 y 2017 provocó la muerte de 25.000 lechones de cuatro explotaciones porcinas.
Se ha determinado que la fuente de este nuevo virus, conocido con el nombre de Swine Acute Diarrhea Syndrome coronavirus -SADS-CoV- (Síndrome de Diarrea Aguda Porcina), es el murciélago de herradura (Rhinolophus spp.), a partir del cual ya se había aislado en 2002 el coronavirus SARS o SARS-CoV (Síndrome Respiratorio Agudo Severo).
Este nuevo virus no parece infectar a las personas, a diferencia del SARS-CoV, que afectó a más de 8.000 personas y provocó la muerte de 774, aunque no se han vuelto a describir casos desde 2004.
Los primeros casos de mortalidad en lechones asociados al SADS-CoV se detectaron en una granja en la provincia china de Guangdong. Aunque los investigadores inicialmente sospecharon de Diarrea Epidémica Porcina (PEDV), dado que el agente etiológico había sido detectado co frecuencia en la granja. Sin embargo, a partir de octubre de 2016, dejaron de detectar PEDV, a pesar de que los lechones continuaban muriendo, lo cual indicaba que la causa debía ser otra. Los investigadores lograron reducir los efectos del brote al separar a las cerdas y lechones enfermos del resto en mayo de 2017.
El grupo de investigación confirmó la relación entre el SADS-CoV y los murciélagos al identificar el nuevo virus en el intestino delgado de los lechones. Posteriormente, tras secuenciar el genoma del SADS-CoV, determinaron que tenía un alto grado de similitud con otro coronavirus descubierto en 2007, por lo que buscaron evidencias del SADS-CoV en muestras obtenidas en la provincia de Guangdong entre 2013 y 2016.
El nuevo virus se detectó en el 11,9% de las muestras analizadas (71 de 596)
Adicionalmente, con el fin de comprobar si el virus era capaz de infectar al ser humano, los investigadores tomaron muestras de 35 operarios de las granjas que habían estado en estrecho contacto con los cerdos enfermos. Los resultados del análisis de las muestras fue negativo, descartándose la transmisión a las personas.
El estudio, publicado en la revista Nature, pone de manifiesto la importancia de identificar la diversidad y distribución de los coronavirus en murciélagos para evitar futuros brotes que puedan hacer peligrar la salud animal y humana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.