Es estos días se ha debatido una nueva normativa para la pesca del langostino que ha permitido el ingreso de buques recientemente construidos en el extranjero cuyas dimensiones exceden las que estaban previamente reguladas de 40 metros de eslora máxima total. En el caso del buque “José Américo” de 48 metros, construido por el Astillero español Armon, la excepción que se ha hecho es escandalosa.
La incorporación de esta clase de buques a la pesca del langostino, el antecedente generado y la posibilidad que esta situación se repita en el futuro, atenta contra las posibilidades de construcción en Argentina de buques pesqueros para este mercado, habida cuenta de que la industria naval argentina en su matriz productiva está preparada y organizada para la construcción de barcos de hasta 40 metros de eslora.
Llama poderosamente la atención que para el ingreso de estos barcos se hayan movilizado tantos actores institucionales construyendo el escenario legal para autorizar el ingreso a la pesca del langostino de estas unidades. Es central que se reflexione sobre esta decisión política de encontrar una ventana que posibilitó esta operación configurando un hecho lamentable; buques construidos en un astillero extranjero, con mano de obra extranjera ¿Cómo es posible que las autoridades argentinas hayan puesto toda la gestión del Estado para materializar este antecedente?
Advertimos desde nuestra organización sindical que para defender el trabajo argentino no se actúa de la misma forma, es conocido públicamente que los distintos actores de nuestra comunidad productiva vienen reclamando la reconversión de una flota pesquera que promedia los 40 años de antigüedad que opera en nuestro litoral marítimo, las distintas instituciones estamos solicitando hace décadas la construcción de este proyecto que generaría la posibilidad de poner en un eslabón alto a los astilleros y talleres de la industria naval argentina. Mientras se da este debate con la ausencia de las decisiones políticas de las distintas administraciones de nuestro país, la flota pesquera argentina ha tenido accidentes trágicos con pérdidas de vida humana que pareciera no importarles a los distintos gobiernos de turno.
Recurso
Genera indignación que sobre un recurso como el ictícola que es patrimonio del pueblo argentino y que las administraciones políticas deberían gestionar y administrar para generar sustentabilidad en toda su cadena de valor subrayando que como en cualquier país del mundo lo más sagrado es la construcción del valor agregado de una actividad extractiva, el camino en la toma de decisión de la reconversión de la flota pesquera (800 barcos pesqueros con edad promedio de 40 años).
Esta decisión política pondría a toda la industria naval argentina en un proceso de alta producción para los trabajadores técnicos profesionales y empresarios del sector, cuantificando exponencialmente los salarios fortaleciendo el mercado interno y al mismo tiempo fortaleciendo al estado producto de lo tributado y de los impuestos que tendría que cobrar. En el marco de esta situación y ante la gravedad de estos hechos en nuestro litoral marítimo en el sector de la pesca solicitamos a las autoridades políticas del sector que convoque de forma urgente a una reunión a las cámaras empresariales de la industria naval argentina, a las organizaciones sindicales, a la comisión de Intereses Marítimos Fluviales y Pesqueros de la Cámara de Diputados de la Nación y del Senado de la Nación porque se trata de defender el trabajo argentino, de defender la soberanía y de tener un proyecto que garantice sustentabilidad en el corto, mediano y largo plazo.
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