Paraguay le pone retenciones a la soja
El Senado paraguayo dio media sanción a un proyecto de ley que fija impuestos a las exportaciones de granos.
De convertirse en ley, la norma ungiría a Paraguay como el segundo país de corte agroexportador en la región en aplicar retenciones a la venta externa de granos, tributo hoy vigente en la Argentina. Se trata, además, del cuarto exportador mundial de soja, detrás de Estados Unidos, Brasil y la Argentina.
La iniciativa establece un impuesto del 10 por ciento a la exportación de soja, trigo, maíz y girasol, pero el Poder Ejecutivo tendría la facultad de disminuir el porcentaje en los años en que la relación entre la producción y el precio sea deficitaria, dijo a Reuters el senador Marcelo Duarte, perteneciente al partido de centro-derecha Patria Querida.
Paraguay produce entre 12 y 15 millones de toneladas de granos anualmente y espera cosechar este año un récord de 8,4 millones de toneladas de soja. A los actuales precios de la oleaginosa, de u$s 532,9 por tonelada, la recaudación por ventas externas podría sumar recursos al fisco paraguayo por más de u$s 650 millones. La producción de maíz, la segunda en importancia después de la soja, fue de 3,1 millones de toneladas en 2011, según datos oficiales informados por Reuters.
Los productores paraguayos ya expresaron su rechazo al proyecto, que aún requiere la aprobación en Diputados para convertirse en ley, y denuncian una maniobra política detrás de la medida.
Es que, el 21 de abril de 2013, Paraguay tendrá elecciones generales en las que elegirá Presidente, Vicepresidente y legisladores, además de cargos departamentales. Según los productores, la decisión dotará de recursos al fisco, tras la sanción el lunes de un presupuesto con un importante déficit para 2013. Al mismo tiempo, aseguran, atraerá votos de movimientos sociales y campesinos, que rechazan el cultivo extensivo de la soja.
Los productores afirman que además de pagar un impuesto a las actividades agropecuarias, aportan al fisco mediante el Impuesto al Valor Agregado y el Impuesto Selectivo al Consumo. El único antecedente de un gravamen a las exportaciones fue un impuesto transitorio de 4 por ciento aplicado en el 2004, indicó Reuters.
?Este es un impuesto inconsistente. En todo el mundo se paga impuestos sobre las ganancias y acá se va a imponer un impuesto sobre la exportación. Esto va a terminar perjudicando al último eslabón de la cadena que es el agricultor?, dijo Regis Mereles, dirigente de la Asociación de Productores de Soja (APS).
En paralelo, los productores paraguayos temen perder competitividad contra sus pares de Argentina y Brasil. En el primer país, existen retenciones que alcanzan el 35 por ciento para el caso de la soja, pero las condiciones naturales del país ayudaron en los últimos años a amortiguar el impacto, así como también lo hicieron los buenos precios. En el caso de Brasil, no existen retenciones a la exportación de granos.
La iniciativa establece un impuesto del 10 por ciento a la exportación de soja, trigo, maíz y girasol, pero el Poder Ejecutivo tendría la facultad de disminuir el porcentaje en los años en que la relación entre la producción y el precio sea deficitaria, dijo a Reuters el senador Marcelo Duarte, perteneciente al partido de centro-derecha Patria Querida.
Paraguay produce entre 12 y 15 millones de toneladas de granos anualmente y espera cosechar este año un récord de 8,4 millones de toneladas de soja. A los actuales precios de la oleaginosa, de u$s 532,9 por tonelada, la recaudación por ventas externas podría sumar recursos al fisco paraguayo por más de u$s 650 millones. La producción de maíz, la segunda en importancia después de la soja, fue de 3,1 millones de toneladas en 2011, según datos oficiales informados por Reuters.
Los productores paraguayos ya expresaron su rechazo al proyecto, que aún requiere la aprobación en Diputados para convertirse en ley, y denuncian una maniobra política detrás de la medida.
Es que, el 21 de abril de 2013, Paraguay tendrá elecciones generales en las que elegirá Presidente, Vicepresidente y legisladores, además de cargos departamentales. Según los productores, la decisión dotará de recursos al fisco, tras la sanción el lunes de un presupuesto con un importante déficit para 2013. Al mismo tiempo, aseguran, atraerá votos de movimientos sociales y campesinos, que rechazan el cultivo extensivo de la soja.
Los productores afirman que además de pagar un impuesto a las actividades agropecuarias, aportan al fisco mediante el Impuesto al Valor Agregado y el Impuesto Selectivo al Consumo. El único antecedente de un gravamen a las exportaciones fue un impuesto transitorio de 4 por ciento aplicado en el 2004, indicó Reuters.
?Este es un impuesto inconsistente. En todo el mundo se paga impuestos sobre las ganancias y acá se va a imponer un impuesto sobre la exportación. Esto va a terminar perjudicando al último eslabón de la cadena que es el agricultor?, dijo Regis Mereles, dirigente de la Asociación de Productores de Soja (APS).
En paralelo, los productores paraguayos temen perder competitividad contra sus pares de Argentina y Brasil. En el primer país, existen retenciones que alcanzan el 35 por ciento para el caso de la soja, pero las condiciones naturales del país ayudaron en los últimos años a amortiguar el impacto, así como también lo hicieron los buenos precios. En el caso de Brasil, no existen retenciones a la exportación de granos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.