Cuando uno recorre los hipermercados de la cadena francesa Carrefour puede escuchar la voz en off de una locutora promoviendo el consumo de una exclusiva “carne libre de feed lot”. Aunque ese concepto sea solamente marketinero y no exista esa categoría comercial, el mensaje es claro: se trata de carne de bovinos que no fueron engordados con granos dentro de un corral de encierre, como muchos otros que llegan al mercado. Es decir, se ofrece “carne de pastizal”, que es el modo adecuado de denominarla.
¿Quiénes están detrás de ese proyecto?
Se trata de Progis, un emprendimiento que comparten dos ganaderos muy jóvenes, Facundo Pedraz y Santiago Cardoni. Son ellos los que proveen -a través de una red de productores- la carne de bovinos engordados con pasturas naturales bajo la marca “Huella Natural”, tras un convenio que se firmó en 2016 entre la ONG Aves Argentinas y la cadena Carrefour.
Los socios de Progis impulsan un sistema de producción que persigue un retorno a las bases ganaderas pastoriles, usando de modo más eficiente los recursos naturales y reduciendo los costos por kilo de animal producido.
“En 2017, nosotros materializamos ese convenio, permitiendo que el producto se venda en unas 20 tiendas. Lo que resta ajustar es el precio de venta, para hacerlo más competitivo, aunque se mantiene en la línea premium. Y para mejorar la integración a los productores que venden, se está lanzando carne de hamburguesas mediante esta linea de comercialización”, contó Pedraz a Bichos de Campo. En otra nota presentaremos a su socio y amigo Cardoni.
¿Y qué hacen en Progis? “La empresa brinda servicios de mejora en la eficiencia de la producción en campos que tienen pastizales y pasturas naturales. La idea es ganar eficiencia en la producción de pasto y en la conversión de ese pasto a carne”, respondió Pedraz.
Hay varias estrategias que proponen desde Progis, al tiempo que intentan generar sistemas de comercialización que vayan de la mano de este sistema productivo, ya que la idea es conservar el recurso suelo y la biodiversidad. “La clave pasa por hacer un manejo basado en pastoreos controlados y por ambientes, con toda una base científica desarrollada por la Facultad de Agronomía de Buenos Aires (Fauba) o por entidades como Fundación Vida Silvestre o el programa Alianza del Pastizal de Aves Argentinas, que estamos gestionando desde Progis en la parte productiva y comercial”, explicó Pedraz.
“Queremos trabajar tranqueras adentro con los productores, brindándoles herramientas eficientes en producción, conservando los ambientes y dividiendo los mismos, ya que no todos se pastorean igual en el año. No es lo mismo una loma, una media loma o un bajo. Se requieren distintos tiempos de descanso para beneficiar a las especies que crezcan en estos ambientes”, recomendó.
Donde Pedraz y Cardoni acumularon la mayor experiencia es en planteos de cría y recría de la Cuenca del Salado. “Allí, una media de producción de carne ronda los 70 kilos de carne por hectárea. Con este tipo de manejo, que tiende más a tecnología de procesos que de insumos, pasamos de 90 kilos en un año, a 140 kilos al segundo año, mientras que al tercer año años se podría llegar a los 180 kilos de carne por hectárea si se hacen los lineamientos que planteamos desde Progis”, declaró Pedraz.
Lo que recomienda Pedraz es “tener el 50% del establecimiento con pasturas naturales en buen estado, y darle una terminación con suplementación estratégica del 1% del peso vivo, sobretodo a la recría, en caso de que pase para engorde”.
“Pero la base de alimentación siempre es pastoril; y se pueden intercalar verdeos de invierno o verano para dinamizar el crecimiento del pastizal y mejorarlo de modo paulatino”, aclaró el especialista.
Según sus impulsores, la ventaja del sistema es buena también desde un punto de vista financiero. “Producir un kilo de carne con pastizal cuesta unos $25, contra unos $40 que significa el valor del kilo producido en establecimiento de engorde a corral. No obstante, sabemos que el tiempo de engorde con pastizal es mayor. Por eso nosotros posibilitamos que a través del manejo que recomendamos, se aceleren esos ritmos de engorde, pasando de los 3 años que habitualmente lleva el proceso, a sólo un año y medio, y así ganar eficiencia en los rodeos a campo”, dijo Pedraz.
Fuente: Bichos de Campo.-
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